En la tarde del viernes 23 de septiembre, todo estaba preparado en las instalaciones de Loizaga, situadas en la población alavesa de Espejo. Esperaban ya colocados en fila los camiones y maquinaria de la colección de Cipriano Loizaga y de otros aficionados de la zona, a la espera de que fuesen llegando el resto de participantes.

Pronto aparecían desde El Barco de Ávila el Pegaso Europa de Miguel Ángel Jaén y el Pegaso Comet de Joaquín Amor, acompañados en la cabina por sus esposas e hijos. Mientras tanto, en la campa de enfrente los hermanos Mariezcurrena comenzaban a descargar la tractora Mack B-63 de 1956 y el autobús Hispano-Suiza de 1936, cuya carrocería de dos pisos contaba arriba con espacio para los pasajeros de tercera clase y para el equipaje. Paulatinamente, la superficie vallada y vigilada se llenó con un total de 87 vehículos, siendo fundamental la ayuda de los organizadores en las maniobras de aparcamiento para que no quedasen huecos.

Para simplificar los traslados de 15 km entre Espejo y el hotel Tudanca de Miranda de Ebro, la organización recurrió a un servicio discrecional de autobuses, que de paso contribuía a aumentar la convivencia entre los inscritos. 

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La mayoría de los vehículos eran camiones, aunque también se presentó desde Salamanca un autobús Setra Seida S14 de 1978, desde Chinchilla (Albacete) acudió una furgoneta Pegaso-Sava J4 de la familia Savall y de Logroño llegó Gerardo Armentia con un Volvo Duett P210 de 1968. Curiosamente, el que más kilómetros hizo al volante fue Michael Perez con su furgoneta Volkswagen T3 de cabina doble, que procedía de Wuppertal (Alemania). Otros participantes prefirieron madrugar el sábado y aparecer en Espejo a primera hora de la mañana, tales como los cántabros José Miguel y Begoña al volante de su Mack de 1989 o el alavés Alejandro García con un GMC de 1942.

A las 10,30 h, salían con los camiones de ruta tranquila hacia la localidad burgalesa de San Millán de San Zadornil. A lo largo del trayecto de 11 kilómetros, era una delicia ver rodando al variado grupo, en el que se podía contemplar desde un ligero Avia 4000 o un Ford "María de la O" hasta un enorme Peterbilt 379. Tras aparcar los camiones en la zona del campo de fútbol, llegó el momento de almorzar e incluso de acompañar con canciones populares a un acordeón.  Después, en el camino de vuelta había gente apostada en ambos lados de la carretera en Gurendes, Villanueva de Valdegobía y Villanañe. En cambio, a la entrada de Espejo se formó un atasco que facilitó los selfies al personal.

En la hora de la comida, hubo quienes reservaron plazas en los restaurantes de Espejo, pero buena parte de los asistentes prefirieron reunirse a la sombra de sus camiones y poner en común los alimentos y bebidas que habían traído. A continuación, una larga sobremesa con postres, cafés y licores, que invitaban a la charla con sus camiones y situaciones vividas con ellos como tema recurrente. No en vano, bastantes de ellos se conocen de anteriores ediciones y se les había hecho largo el año transcurrido desde la anterior cita en Salamanca. A la noche del sábado, el Hotel Tudanca se convertía en el escenario de la cena de hermandad, dado que los participantes más lejanos tendrían que emprender su viaje de regreso en la mañana del domingo.

Ya en la última jornada, hubo una visita matinal a la colección de vehículos clásicos de Cipriano Loizaga, que además del USA Liberty cuenta con coches clásicos, tractores veteranos y maquinaria antigua. A las 12 en punto, el almuerzo, a cuyo término empezaban a preparar sus vehículos para el regreso a casa. A la mayoría, le bastaba con arrancar y encaminarse hacia su destino. Otros, en cambio, tenían un proceso más complejo para cargarlos en los remolques, ante la mirada de un público que no perdía detalle.

Resumiendo, un encuentro amable entre entusiastas de los camiones de colección en compañía de sus familias. En esta edición, organizado por Cipriano Loizaga, Eduardo Aguillo y Paco Corcuera, que se mostraban satisfechos cuando el evento ya había concluido. En 2017, el testigo lo tomará Ponferrada.

Este artículo, completo
publicado en la revista Truck

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Numero 109 - diciembre 2016

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