Este conjunto de medidas afecta al transporte por carretera, referentes a los tiempos de conducción y descanso, el acceso a la profesión, el cabotaje, los conductores desplazados, el tacógrafo digital para todos los vehículos o las empresas buzón, y que afectan a todos los países miembros.

Su aprobación definitiva ha llevado años de fuertes discusiones y enfrentamientos, siendo los países del Este de Europa los que han mostrado más beligerancia contra las medidas ahora aprobadas por el llamado Trílogo europeo.

Precisamente uno de los temas más controvertidos ha sido el tratamiento de los trabajadores desplazados, en este caso los conductores. Según ha informado Fenadismer, el acuerdo alcanzado incluye la exigencia de que los conductores de transporte internacional como de cabotaje perciban como mínimo menos el salario mínimo establecido en el país o países en que realice el servicio de transporte.

Se excluye aquellos transportes internacionales en los que el origen y el destino sea el país donde el vehículo esté matriculado, lo que posibilitará un mayor control de las empresas deslocalizadas, generalmente en los países del Este.

También se establece la obligatoriedad de que el conductor regrese a su país de origen en un máximo de 4 semanas, que se alarga a 8 semanas en el caso del vehículo, una medida con la que los países del este han mostrado más resistencia.

Asimismo, se mantiene la prohibición de realizar el descanso semanal normal en la cabina del camión.

Este paquete de Movilidad no entrará en vigor hasta su publicación en el Diario Oficial de la Unión Europea, que todo hace prever que se prolongue hasta las primeras semanas del 2020.

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