El rápido desarrollo de soluciones eléctricas para vehículos pesados incluye el rápido avance de las tecnologías de baterías en cuanto a capacidad de almacenamiento de energía por kg. Así, el tiempo de carga, los ciclos de carga y la economía por kg están mejorando a gran velocidad, lo que significa que estas soluciones serán más rentables, principalmente en aplicaciones repetitivas y predecibles.

Por su parte, Scania ya ha lanzado un camión completamente eléctrico, además de otro camión híbrido enchufable. Cabe destacar la intención de Scania de lanzar en los próximos años camiones eléctricos de larga distancia que puedan llevar un peso total de 40 toneladas durante 4,5 horas y usar la carga rápida durante el descanso obligatorio de los conductores de 45 minutos.

Así, en 2025, la marca sueca espera que los vehículos eléctricos constituyan cerca de un 10% de su volumen total de ventas en Europa, y en el 2030, el 50% del total de las ventas.

Por otro lado, Scania ha invertido en tecnologías de hidrógeno y ha sido el primer fabricante en Europa de vehículos pesados con clientes operando con este tipo de soluciones. Los ingenieros han obtenido una valiosa experiencia de estas primeras pruebas y su labor continuará adelante. No obstante, en el futuro el uso del hidrógeno para estas aplicaciones se limitará puesto que necesita tres veces más electricidad renovable para funcionar que un camión de baterías eléctricas.

Además se debe tener en cuenta las reparaciones y mantenimiento. En este sentido, el coste de un vehículo de hidrógeno será superior al de uno eléctrico al constar con sistemas más complejos, como un gran sistema de aire y refrigeración.  Además, el hidrógeno es un gas volátil que requiere de mayor mantenimiento para garantizar la seguridad.

Sin embargo, este gas es una fuente de energía prometedora; una buena manera de almacenar energía durante largos ciclos y tendrá una gran papel en el proceso de descarbonización si se produce de una forma ecológica.

Con todo, con los objetivos Scania Science Based Targets, la marca logrará que la empresa reduzca las emisiones de CO2 de sus propias operaciones en un 50 5 en el año 2025 respecto al 2015, así como las emisiones de los vehículos de sus clientes en un 20 %. Para conseguirlo, Scania pone el foco en el cálculo de emisiones “Well to Wheel” (“del pozo a la rueda”) que es más exigente que muchas de las regulaciones legislativas que se centran en el cálculo “Tank to Wheel” (“del tanque a la rueda”).

En esa línea, la empresa se compromete a lanzar cada año al menos una nueva aplicación electrificada de producto de autobuses y camiones, mientras que la inversión por parte de otros actores públicos y privados en una infraestructura sólida de recarga para vehículos eléctricos continúa siendo una prioridad.

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