Los primeros diez vehículos recibidos pertenecen a la gama XT de Scania, la más robusta de la firma sueca, que ofrece vehículos idóneos para la intervención en incendios forestales. Además, pertenecen a la serie P, con un motor de 13 litros y 370 CV con un par máximo de 1.900 Nm. El peso autorizado es de 18.000 kg, tienen una longitud de 7,21 metros y una altura de 3,17 metros. También cuentan con la cabina doble original de Scania, más cómoda y espaciosa, con capacidad para seis personas.

Asimismo, el ordenador de a bordo de estos vehículos permite recoger todos los datos relativos a la conducción y también dispone de una estación meteorológica, que recogerá datos como la temperatura ambiental en el entorno del vehículo, viento dominante, humedad, etc. Estas BRP disponen de un depósito de agua de 3.500 litros con una bomba hidráulica de 2.500 litros/minuto de capacidad de impulsión en presión combinada.

Con todo, una de las razones de renovación de la flota del Cuerpo de Bomberos es la seguridad, ya que estos nuevos vehículos “tienen por objetivo poner al día el Cuerpo en cuanto a personal, material e infraestructuras. Nos queda trabajo por hacer, pero vamos en la nueva dirección”, señaló David Borrell, subdirector operativo de los Bomberos.

Así, estos vehículos disponen de un sistema completo de airbags, tanto en el volante como el exclusivo airbag de cortina lateral sobre las cuatro puertas de la cabina. Además, la estructura posterior también es más resistente gracias a que se trata de una estructura monobloque solidario con el chasis y construida en material polímero.

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