A DESTACAR

• Eficacia cambio Duonic 
• Consumos
• Maniobrabilidad  

MEJORABLE

• Acceso a la cabina   
• Sonoridad en frío
• Resto de equipamiento de serie

Las cuentas están claras en Fuso, y las previsiones son las de vender 450 Canter en nuestro país en el presente año, superando así ampliamente las 195 unidades comercializadas en 2015. Para ello, la marca “apadrinada” por Mercedes-Benz cuenta con una amplia gama que incluye, al margen de los motores y las cajas de cambio, variantes entre 3,5 y 8,55 toneladas con varios tipos de cabina y distancias entre ejes entre 2.800 y 4.750 mm.
Las pretensiones de la marca, en cualquier caso, pasan por atacar el segmento de las 3,5 toneladas, en tanto que concentra el 65% de las ventas de los chasis cabina que comprende el total del mercado en el que compite el Canter.

Formato estándar

Es por ello que para esta prueba dispusimos de una variante con cabina estándar de 1.995 mm. de ancho (hay disponibles otras dos, una ultracompacta de 1.695 mm de ancho y una tercera doble con dos filas de asientos), con un MMA de 3.500 kilos y un motor de tres litros de cilindrada de 130 CV y 300 Nm de par.
Como novedad, el propulsor asociaba el cambio automático Duonic de seis marchas, una transmisión que resulta ideal para el tráfico urbano y para los pequeños recorridos en tanto que es capaz de sacar un alto rendimiento del motor sin que el consumo se vea penado.
Desde el punto de vista técnico, se trata de una transmisión de doble embrague, de manera que está sujeta a un desgaste muy bajo, otra de las razones por las que el gasto de combustible es más bajo. Además, se reducen los tiempos de inactividad por mantenimiento, de ahí que los costes asociados a esta caja sean más bajos que los de una transmisión manual.
Precisamente el hecho de contar con un doble embrague (una exclusividad de Fuso en el segmento de los pequeños camiones) permite ganar aceleración de manera rápida, lo que representa una garantía para mover grandes volúmenes.
En este caso, al hacer uso de la función Eco Mode (conectable mediante un pulsador en el salpicadero), los cambios son más expeditivos que en condiciones normales (entre las 1.800 y las 2.000 vueltas), pudiendo alcanzar velocidad de crucero en pocos segundos. Y todo ello sin tener que salirnos en ningún momento de la zona verde del cuentavueltas, es decir, la más económica. De tal manera se pueden mantener velocidades de crucero en dentro del límite legal, sin que haya que forzar la marcha en instante alguno. Así, en 6ª, a 90 km/h, el cuentavueltas anuncia unas más que interesantes 1.900 rpm.
Ahora bien, si necesitamos una mayor fuerza, sobre todo en el momento de las recuperaciones, basta con presionar el pedal del acelerador con mayor intensidad para que la gestión del cambio reduzca de marcha y estire el rango de revoluciones hasta las 2.500 e incluso las 3.000 rpm.
Cierto es que en determinadas ocasiones el Duonic no responde con la celeridad que debiera, ya que manteniendo una conducción suave el régimen del motor cae de vueltas de forma importante al afrontar desniveles de cierto porcentaje, perdiendo una inercia que hace que a veces vayamos un tanto atrancados. En cualquier caso, siempre podremos hacer un uso manual del cambio (basta dar un ligero toque hacia la izquierda) para manejar a nuestro antojo el régimen del motor.
A la hora de bajar, el Canter se muestra muy seguro gracias a la presencia de un freno motor (con mariposa de escape) con una potencia de retención de 50 kW, el cual se activa desplazando hacia arriba el selector derecho, de manera que siempre que soltamos el pie del acelerador entra en funcionamiento. Un freno que se muestra muy efectivo y que asume en parte la función de frenado en descensos prolongados, lo que ayuda a reducir el desgaste de las pastillas y los discos del freno.
Por lo demás, el Canter es un camión capaz de desenvolverse con cierta agilidad por las ciudades gracias a su excelente maniobrabilidad (en este sentido, la cabina ultracompacta no tiene competencia), teniendo mucho que ver en ello un radio de giro de bordillo a bordillo de tan solo 11,2 metros. Unicamente echamos en falta unos espejos retrovisores partidos en dos para poder controlar mejor los ángulos muertos, si bien el que monta de serie presenta una superficie muy aprovechable para tener un buen control de lo que sucede a nuestro alrededor.

La cabina

La presentación del interior resulta muy sencilla, no dejando lugar a la imaginación en el diseño, además de que el aspecto de los plásticos resulta algo pobre. Eso sí, todo está en su sitio, y además propone una gran multitud de huecos portaobjetos y guanteras para guardar todo tipo de enseres personales, incluidas dos repisas situadas encima del parabrisas y una bandeja en la parte posterior de la cabina. 

 
Caja de carga

Fuso ofrece múltiples opciones de carrozado, lo que convierte al Canter en una excelente herramienta de trabajo apta para todo tipo de utilidades. En este caso, nuestro protagonista llevaba sobre sus espaldas una caja furgón de 4,19 metros de largo, por 2,14 metros de ancho y 2,24 metros de alto, lo que da lugar a un volumen efectivo de 20 m³.

El motor

Tres son los motores que propone Fuso para montar en el Canter, de 130, 150 y 175 CV. Dependiendo del MMA, los propulsores estarán homologados de conformidad con el nivel de emisiones Euro 5b+ o Euro 6. Así, los modelos entre 3,5 y 6 toneladas, cumplen con la disposición menos restrictiva, mientras que las variantes entre 6,5 y 8,55 toneladas respetan la normativa más exigente. Todo ello con cambio manual de 6 relaciones o automático Duonic también de 6 marchas.

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publicado en la revista Truck

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Número 103 - mayo 2016

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