Iberia Cargo, los camiones del aeropuerto
Aunque los aeropuertos no sean su hábitat natural, los camiones también juegan aquí un papel importante como lo demuestran el más de medio centenar que operan en el aeropuerto Adolfo Suarez Madrid Barajas.
Cada año pasan por la Terminal de Carga de Iberia en el aeropuerto Adolfo Suarez Madrid Barajas más de 200.000 toneladas de mercancías, que son transportadas por avión desde y hacia los cuatro continentes, principalmente a ciudades de la Unión Europea y de Sudamérica, pero también a lugares como Hong Kong y Pekín.
La mayoría de esas mercancías tiene como destino nuestro país, y entre ellas destacan los productos perecederos, especialmente apropiados para el transporte aéreo, como el pescado, del que España es el segundo país consumidor del mundo después de Japón, la carne o el marisco. Otra importación típicamente aérea y perecedera son las flores, llegando cantidades importantes en fechas como la Navidad o los Santos.
Pero si hay algo que caracteriza a la carga aérea es su variedad, y por la Terminal de Carga pasan multitud de otras mercancías, desde correo, zapatos, textiles, hasta piezas o productos industriales, como los veinte vuelos llenos de diferenciales de tractores John Deere que desde Alemania se envían a Estados Unidos, pasando por Madrid. Y es que Barajas, por su situación, es un enclave estratégico para el comercio entre Europa y América. Entre las exportaciones destacan las de verduras frescas españolas, como una enorme expedición de pepinos con destino a Chicago, que coincidió con nuestra visita a las instalaciones.
Pero antes de ser embarcadas, o tras la llegada, todas estas mercancías tienen que ser transportadas por el interior del aeropuerto en camiones, un tráfico que aumentó desde la inauguración de la Terminal 4. Y es que la actual Terminal de Carga, inaugurada en el año 1989, se halla a unos 200 metros de la antigua terminal de llegadas internacionales, pero la apertura al tráfico de la Terminal T4 en mayo del 2006, incrementó la distancia para la carga y descarga de los aviones de largo radio a más de 11 kilómetros.
Al mismo tiempo, se firmó un proyecto para la construcción de una nueva, mayor, y más moderna Terminal de Carga, que se situaría junto a la Terminal T4, en la que se invertirían 100 millones de euros, de los que 40 serían desembolsados por AENA y los 60 millones restantes por Iberia, pero la crisis económica pospuso las inversiones y de momento es algo que está parado, sin fecha de inicio.
La nueva estructura del aeropuerto planteaba dificultades adicionales al transporte interior, como nos explica José Ignacio Gómez, gerente de Producción de Cargas de Iberia Cargo. “Había que resolver el problema, no solo de las distancias, sino también el de los túneles y la galería de servicio de la red de carreteras interna del aeropuerto, sobre todo por lo difícil que suponía para los trenes de portapalets en superar fuertes pendientes”. Los camiones se convirtieron entonces en un aliado eficaz.
Actualmente, la flota de Iberia Cargo que da servicio a la Terminal está compuesta por 32 camiones de gran tamaño, 24 medianos, 16 pequeños y furgonetas, y 8 camiones Cool & Fast utilizados para transportar mercancías que requieren un riguroso mantenimiento de la cadena del frío.
“A pesar del inconveniente del coste adicional en vehículos y conductores, esos problemas nos los han resuelto muy bien desde el principio los camiones -nos dice Gómez-, incluso mejor que antes, cuando utilizábamos los portapalets, que son bastante lentos, y que en ocasiones obligaba a los productos perecederos a permanecer hasta cuarenta minutos debajo del ala de un avión hasta que llegaban a remolcarlos. Ahora este trabajo se efectúa de forma rápida, ya que los camiones se ponen en movimiento en cuanto la pantalla de control del aeropuerto anuncia la llegada de un vuelo, y entre veinticinco y treinta minutos la mercancías es cargada, descargada y almacenada en cámara”.
Tras ser descargadas en los muelles de la Terminal de Carga por los camiones que las traen desde los aviones, las mercancías son trasladadas por unos vehículos especiales hasta el gran almacén del la Terminal, donde son paletizadas o, si no llegan ya en contenedores, cargadas en los mismos, transportándolos luego los camiones de la Terminal hasta los aviones, a través de una kilométrica red de carreteras que recorre el interior del aeropuerto de Barajas, dotada de cámaras de seguridad, y que cuenta con una estricta normativa interna que con sanciones y multas.
Pero la cosa no es tan sencilla, ya que el avión solo es verdaderamente rentable cuando se halla en vuelo, y por ello se intenta que esté en tierra el mínimo tiempo posible. Por eso, la carga, los desplazamientos y las descargas de los camiones se hallan rigurosamente planificadas y cronometradas informáticamente. Antes, incluso, de que aterrice el avión se pone en marcha el protocolo de carga, que incluye la partida de cada camión del almacén en el momento preciso y en el orden en el que los palets o contenedores se van a almacenar en la bodega del avión, puesto que es absolutamente imprescindible que este se encuentre perfectamente equilibrado para el vuelo. Y todo ello, coordinándose con el resto de los trabajos que requiere el avión, como limpieza, mantenimiento, catering o carga de combustible, con el agravante de que AENA no permite que los camiones formen cola en las pistas.
Toneladas de flores
En un aeropuerto como el de Madrid Barajas se producen fechas señaladas con cargamentos muy especiales, como los que se reciben en torno al 14 de febrero, en el que más de 350 toneladas de flores llenan las bodegas de los aviones de Iberia procedentes en su mayor parte de Colombia, Ecuador, Costa Rica y Guatemala, vía Caracas o Panamá.
Su destino principal son las floristerías de Madrid, Cataluña, Galicia, o Andalucía, y, en menor escala, países como Holanda o el Reino Unido, para lo que son mantenidas refrigeradas y con el grado de humedad necesario durante su transporte por el aire, por tierra en los camiones, y durante su breve estancia en los almacenes de la terminal, para que lleguen a sus compradores como recién cortadas.
¡Cuidado, animales a bordo!
La mayoría de los millones de pasajeros que transitan cada año por el aeropuerto Adolfo Suarez Madrid Barajas lo desconocen, pero una curiosa mercancía que se puede encontrar en la Terminal de Carga del aeropuerto son los animales vivos, que incluso han compartido vuelo.
Animales de lo más variopinto, como un cargamento de cien alpacas y llamas procedentes de China que pasaron por Madrid camino de China, donde pretenden su cría, un oso hormiguero para el Loro Park de Tenerife, y, hace algo más de tiempo, un hipopótamo, o avestruces, en una temporada en que se pusieron bastante de moda las granjas de los mismos.
Estos viajan en portapalets especiales dotados de ventilación y forraje, con las consiguientes inspecciones veterinarias, puesto que España es un punto de acceso a la Unión Europea. José Ignacio Gómez recuerda, por ejemplo, unos caballos que vinieron a Madrid para un rodeo, otros transportes de caballos y toros sementales. “A veces –nos dice el gerente de producción de Iberia Cargo, los caballos se ponen nerviosos en la carrera de despegue y empezaban a relinchar, y el piloto tenía que decidir sí quedarse o irse para arriba. También hemos transportado algunas veces delfines, que es un transporte complicado, hacia Miami, y es que aquí cada día es diferente, tenemos un tráfico muy curioso, la verdad”.
La seguridad ante todo
Uno de los aspectos más importantes de la Terminal de Carga es la seguridad, ya que constituye una frontera real no sólo de entrada de mercancías a España, sino al resto de la Unión Europea. Existen, por ello, unos controles rigurosos y continuos en el acceso de mercancías y personas. Entre ellos se cuentan los fitosanitarios, para evitar la entrada de plagas, por ejemplo, o controles sanitarios para controlar la llegada de posibles focos de enfermedades y veterinarios para los animales, entre otros.
Pero una atención especial se realiza con un constante y exhaustivo control de drogas, sometido, incluso, a comprobaciones de servicios antidroga extranjeros, tales como el norteamericano. Para ello introducen pequeñas cantidades de droga de manera subrepticia en un envío de mercancías normales, y comprobar así la eficacia de los medios y sistemas de su detección de la Terminal de Carga española. Hasta ahora, como nos señalan los responsables, siempre ha sido detectado.
Este artículo, completo
publicado en la revista Truck
°°°Suscríbete ya - Ofertas exclusivas!!!
Número 83 - julio/agosto 2014
Deja un comentario
Asegúrate de llenar la información requerida marcada con (*). No está permitido el código HTML. Tu dirección de correo NO será publicada.