En el recinto ferial de Olot se aglutinaron flotas completas, clásicos, decorados, tuneados y americanos que no quisieron perderse esta primera edición tras el parón de la pandemia y la octava desde que Team Trucks Olot comenzara esta aventura. Entre los organizadores de esta edición se encuentran Toni Grabulosa, Josep Mª Font, Jordi Planella y como siempre el maestro de ceremonias, Manu Maza. Un burgalés afincado en La Garrotxa que este año recibió la visita por sorpresa de sus amigos de Burgos y Vitoria durante el certamen amenizó la jornada con concursos, pruebas de habilidad y sorteos. La enorme respuesta que hubo para rendir homenaje al santo patrón, más de 150 camiones, demuestra las ganas que el colectivo tenía de reunirse con toda la normalidad que ello implica, pues en muy poco tiempo, los camioneros fueron casi venerados al inicio de la crisis de la pandemia y odiados cuando quisieron reivindicar sus derechos.

Una pequeña muestra

Entre los asistentes destacó el Ebro B45 de Josep Busoms Vila que llegaba desde Tona. Un camión que siempre estuvo en la familia desde que lo comprase su padre en 1977 y al que conserva tal y como él lo tenía desde que falleciera hace 19 años.

Otro Ebro, un C150 el que Ramón Manonelles Cirera junto a sus dos amigos Carlos y Pere recuperaron después de estar 40 años en el puerto de Barcelona. Allí ya no pasaba la ITV y el salitre del mar había hecho estragos en la carrocería, así que tuvieron que reconstruirlo por completo. Tanto es así, que modificó la tara del vehículo pues era de 3.650 kg mientras que su MMA se mantenía en 3.500 kg, “todo era de hierro” nos puntualiza Manonelles. Ramón se decidió por este Ebro que le costó dos años restaurarlo porque se matriculó la misma semana que él se sacó el carnet de conducir. A su lado, también de Ramón lucía una VW T3 que con más de 40 años, se trata de un modelo con cambio automático de 3 velocidades, todo un avance para la época.

Por allí, también encontramos a incondicionales como Agustí Estapé, un veterano de la carretera a los que pocos no conocen y el que aportó la imagen del santo que normalmente exhibía en su camión, y que esta vez recayó sobre el Volvo de Francesc Fernández. Impresionante, también, la grúa sobre el Mercedes-Benz Actros de Josep Rebasseda con el que trabaja para Piscinas Graf.

Algo más tarde, llegaba Dani García a los mandos de su Batman, acompañado de su hijo Marc, al que hemos visto crecer de concentración en concentración. Lo mismo nos sucede con los hermanos Vilardell, Jordi y Martí, con su flota al completo. Pudimos ver el último homenaje que lucía el Scania R580 a su padre Joan fallecido en 2020, una decoración que estrenó en Nogaro. Tras ellos, llegaban también los Cañadas, con José Manuel a la cabeza, y sus impresionantes Scania de morro dorados.

Para toda la familia

A recaudo del sol de justicia que acompañó toda la jornada, en el interior del pabellón ferial se realizó la tradicional botifarrada de almuerzo, mientras los niños disfrutaron de un castillo hinchable, circuito de triciclos y otras actividades. También, Colomers RC se encargaron de montar un gran circuito de camiones de radio control simulando varios escenarios del transporte de obras, cantera y general. Por su parte, Rodi Motor Service propuso el concurso de neumáticos para todas las edades con gomas de coches para los más pequeños y mujeres, y las de camiones para los más rudos del lugar.

Manu se encargó de repartir un sinfín de obsequios a participantes y asistentes a la concentración. Sobre la una de la tarde llegaba Mossén Andreu Soler para bendecir todos los vehículos que desalojaban el recinto ferial para realizar el desfile por la ciudad de Olot y asistir a la comida en Can Xel, donde seguir disfrutando de recuerdos, experiencias y demás aventuras de la carretera, así como, sumar nuevas para el próximo año.

Y en Burgos, Villalbilla

El Grupo Truck Norte Boys se creó en el 2015 para poner un poco de salsa a la profesión. En Burgos son la guinda en todos los pasteles en los que haya camiones, un grupo de amigos que viven por y para su “vicio” que es el camión y su mundo. y como no podía ser de otra manera, Truck Norte Boys volvió a organizar por tercera vez en su corta historia “La fiesta del camión” por excelencia: San Cristóbal, ese santo que nació para ser en un principio el patrón de los arrieros, ha evolucionado y… de patrón de los hombres que guiaban carretas tiradas con animales, ha continuado siendo el patrón de los “arrieros” modernos.

El lugar: Villalbilla de Burgos, pequeño y entrañable pueblecito muy cerca de la capital burgalesa que acogió de mil amores a estos ruidosos grandullones, con una participación de cerca de 60 vehículos.

El parquin del Hostal-asador “La posada del duque” hizo de expositor para los asistentes a la fiesta. el tiempo… veraniego total. La procedencia de los asistentes, muy variada: Navarra, Ponferrada, País Vasco, Córdoba, Palencia, Asturias o Cantabria, un popurrí variado de amigos con ganas de pasarlo bien.

Paseo por Burgos

En cualquier fiesta de estas características que se precie no puede faltar el tour turístico por los alrededores y la ruta elegida esta vez por la organización fue la bella y acogedora ciudad de Burgos. muy próxima a Villalbilla, a la que hay que agradecer la colaboración total de su ayuntamiento por facilitar el desplazamiento a través de sus calles más emblemáticas de esta gigantesca serpiente multicolor.

El “paseo” por la ciudad terminó en el aparcamiento del campo de futbol “El Plantío” donde les esperaba un gran número de espectadores. esta clase de vehículos, ya se sabe, siempre levanta admiración entre el público. A pie de campo también les estaba esperando Don Juan Antonio, el párroco de Villalbilla, que dirigió unas sencillas palabras a los congregados y acto seguido bendijo los vehículos allí aparcados.

Entre los asistentes a esta fiesta, hubo de todo, desde lo último en la tecnología más avanzada en la carretera a los más veteranos, entre ellos: cuatro espectaculares americanos. cuatro Pegaso: un impecable tecno 340 de 1986. un “cuatro patas” 1431 bocanegra, de 1984. el tercero; un Pegaso 1183, que en sus años mozos fue bombero y que nuestro añorado ponferradino, Rogelio Cerezales se encargó de poner en orden y dejarle mejor que nuevo, al igual que hizo con su Pegaso vivienda, con el que sus herederos recorren el país de punta a punta siguiendo las concentraciones de camiones más importantes.

Por Villalbilla también apareció un “rara avis”. un modelo de Avia poco común ya por este mundillo de los camiones. el Avia 1250-d del año 1975 camperizado, una auténtica cucada.

En el apartado de agradecimientos, no quiero olvidarme de mi piloto, motero. Daniel Alonso y de su triumph-800, que puso altruistamente a disposición del fotógrafo de la revista TRUCK,  con la que pudimos adelantarnos y colocarnos en los sitios más estratégicos y fotogénicos del recorrido. gracias también a las autoridades y vecinos de Villalbilla de Burgos por su paciencia y comprensión y a todos los que con su esfuerzo y tesón han hecho posible esta celebración. 

Este artículo, completo
publicado en la revista Truck

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Numero 172 - septiembre 2022

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