Está actualización se ha llevado a cabo a través de la tecnología más avanzada con el fin de que los usuarios puedan controlar más fácilmente el estado de sus equipos durante un periodo prolongado, así como predecir y prevenir los problemas antes de que ocurran.

Así, Shell LubeAnalyst contiene 25 millones de datos relativos a información de más de 700.000 componentes recopilados a lo largo de 30 años. Si a eso se le suman los 20 laboratorios con certificaciones ISO que prestan servicio a 95 países, el resultado es que aporta una amplia experiencia que los clientes pueden aprovechar para obtener diagnósticos basados en datos.

Como parte de la actualización, Shell ha modificado por completo el diseño visual de LubeAnalyst para que la plataforma sea más intuitiva y fácil de usar, al mismo tiempo que se ha digitalizado. Entre las novedades que presenta, se incluyen la muestra a los usuarios de los resultados de todas sus pruebas en un solo panel, la posibilidad de introducir digitalmente los detalles de las muestras de aceite y enviarlo de forma inmediata, hacer llegar alarmas de seguimiento a los administradores cuando los ingenieros envían una avería, o la generación de un conjunto de informes bien estructurados y fáciles de consultar.

Con todo, estas mejoras resultan vitales para las empresas que desean sumarse a la próxima ola innovadora. Las tecnologías emergentes, como el análisis predictivo basado en la inteligencia artificial o la gestión de equipos mediante sensores del Internet de las Cosas, dependen de la disponibilidad de datos valiosos.

Al facilitar la recopilación de dichos datos, Shell LubeAnalyst proporciona a los clientes la información necesaria para sacar partido de estas tecnologías conforme se vayan desarrollando. Entre otras ventajas destacaría la evaluación comparativa y la integración con soluciones de terceros.

Por último Shell continúa ampliando su cartera de servicios para ofrecer una gama completa de herramientas digitales. Entre estas se incluyen LubeChat, un asistente virtual; LubeMatch, que permite seleccionar el aceite idóneo en cada caso; LubeExpert, que brinda asistencia sobre el terreno; y LubeCoach, un programa de formación.

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