Mercedes-Benz Vito Tourer 114 BT

Sí nos ha gustado

• Imagen y diseño exterior
• Rendimiento motor y consumos
• Comportamiento en firme estable

No nos ha gustado

• Interior sobrio
• Algunos detalles de equipamiento

Volkswagen Caravelle 2.0 TDI

Sí nos ha gustado

• Imagen y terminación
• Equipamiento
• Elasticidad motor y consumos

No nos ha gustado

• Precio sin promoción
• Banqueta trasera no modulable

Cierto es que Mercedes-Benz ha optado por un nuevo concepto de desarrollo, en tanto que la Vito y la Clase V no presentan un diseño interno idéntico atendiendo a la demanda de un tipo de clientela que, obedeciendo al grado de utilización que le vaya a dar al vehículo, exige una mayor exclusividad.

Sin embargo, a nivel externo ambas configuraciones son idénticas más allá de la utilización de diferentes terminaciones para distintas partes del vehículo, como puedan ser los paragolpes o los espejos retrovisores, que en el caso de la Vito apuesta por plástico duro de color negro, excepto la variante Tourer con el acabado Select, que se pude solicitar con el parachoques con el color de la carrocería.

Mismo concepto

Por lo que respecta a la Caravelle, Volkswagen Vehículos Comerciales no ha hecho distinciones en cuanto a su esbozo, ni externa ni internamente. La diferenciación en el caso de este modelo, además de por su nombre (Transporter, Caravelle, Multivan y California, los cuatro bajo la denominación genérica de T6) viene más por la terminación más o menos vistosa y la utilización de mejores materiales.

Ambos modelos cuentan con tres filas de asientos en conformación 2+3+3, contando las dos posteriores con espacio suficiente como para que no aparezca el “síndrome turista” en ningún momento en base a unas banquetas que disponen de una anchura aproximada de 1,50 metros.

Ahora bien, si en la Vito Tourer es posible mover longitudinalmente cualquiera de las filas, en la Caravelle esta opción no existe, ya que están ancladas al piso. Otra de las ventajas de la Mercedes-Benz respecto a su rival guarda relación con la posibilidad de partir la tercera fila en dos (2/3 – 1/3), dándole un plus de funcionalidad muy a tener en cuenta si no precisamos de todas plazas y necesitamos de una mayor longitud de carga.

Por el contrario, la T6 contaba con climatización automática para las plazas traseras, mientras que nuestra Vito no venía provista de este sistema, si bien se ofrece como opción desembolsando 800 euros.

Luego, dependiendo de la lista de opcionales de cada uno de ellos podemos equipar nuestro vehículo con todo tipo de soluciones para hacer más agradable nuestra estancia a bordo, como cortinillas de oscurecimiento, mesas plegables, puertas laterales y ventanillas interiores orientables eléctricas y así un largo etcétera

Los puestos de conducción, por su parte, son muy similares, resultando muy cómodos en tanto que asiento y volante se pueden regular en varios puntos. Si es cierto que la habitabilidad es algo mayor en la Caravelle, ya que el modelo de Volkswagen propone una altura siete centímetros mayor que la Vito, con lo que nos podremos mover con mayor soltura por el interior.

Grandes rodadores

Para realizar nuestra comparativa, contamos con dos variantes con los motores intermedios dentro de la extensa gama de motorizaciones. Por un lado, la Vito montaba un bloque de 2,1 litros de cilindrada para una potencia declarada de 136 CV y un par máximo de 330 Nm. Por su parte, la Caravelle escondía bajo el capó un grupo de 2 litros de capacidad que entregaba un potencia de 150 CV y 340 Nm. Eso sí, las dos asociaban sendos cambios manuales de 6 relaciones, si bien pueden equipar el cambio automático con convertidor de par 7G-TRONIC PLUS y el DSG de doble embrague, respectivamente. Además también pueden apostar por una tracción integral 4x4.

Con todo, señalar que la puesta en escena de la Vito es algo más vivaz en tanto que la presencia de doble turbo (el pimero pequeño de alta presión) garantiza una excelente respuesta en este caso a partir de las 1.200 rpm, con lo que incluso a plena carga el vehículo no titubea al iniciar la marcha.

En cuanto a su rival, no le va a la zaga ya que a las 1.500 vueltas también asegura un gran empuje, instante desde el cual notamos una fuerza considerable que se mantiene invariable hasta prácticamente las 3.000 rpm. En cualquier caso, los dos vehículos demuestran tener un gran carácter en un amplio espectro de la banda de utilización, una elasticidad que nos permitirá circular a ritmos muy vivos sin que en ningún momento tengamos que forzar la marcha, lo que se notará en el consumo (el gasto medio apenas difiere una décima entre ambos y en ningún caso supera los 6,5 litros a los 100 km/h).

Además, son capaces de salir airosos por carreteras con desniveles importantes circulando a marchas altas sin tener que tirar de palanca de forma continuada siempre que no dejemos caer el régimen del motor por debajo de las 1.600 revoluciones por minuto.

En cuanto a la sonoridad, es realmente baja en los dos modelos incluso a altas velocidades. El hecho de que a 120 km/h la Caravelle no supere las 2.000 vueltas de régimen, por las 2.150 la Vito, se traduce en una rumorosidad bastante contenida, hasta el punto de que sin un medidor de decibelios somos casi incapaces de percibir las diferencias, considerando a demás que los dos habitáculos están perfectamente insonorizados.

Calidad de rodadura

En cuanto al comportamiento, aquí tenemos que precisar que tanto la Caravelle como la Vito apuestan por dos sistemas de tracción diferente. En el primer caso, la fuerza del propulsor se transmite a través del eje delantero (tracción), mientras que en el segundo es el tren posterior el que recibe la potencia del motor (propulsión).

Vaya por delante que en ambos casos el devenir es excelente, dando los dos una gran sensación de seguridad en todo momento. Cierto es que la Vito, al tener un mejor reparto de pesos y un centro de gravedad más bajo (la altura también influye) determina una mayor estabilidad siempre que vayamos cargados y con el firme seco. Ahora bien, si vamos vacíos y las condiciones climatológicas se vuelven muy adversas, el eje trasero advierte un ligero sobreviraje (sobre todo si forzamos la marcha al tener que negociar curvas muy cerradas) lo que se corrige rápidamente gracias a las ayudas electrónicas.

Por su parte, la Caravelle garantiza un guiado en los giros muy sólido, aunque su mayor altura puede dar lugar a unos mayores balanceos de la carrocería (muy livianos eso sí). En cualquier caso, tanto uno como otro integran un sistema de suspensiones perfectamente reglado (bastante suaves) que hace que la marcha sea muy confortable y que apenas notemos las filtraciones del exterior.

Por lo demás, Mercedes-Benz y Volkswagen ponen a disposición del cliente una larga lista de elementos de confort y seguridad de última generación. En este último caso, la Vito cuenta con Attention Assist, Intelligent Light System, ayuda activa para el aparcamiento, Collision Prevention Assist o control de ángulo muerto, entre otros. En cuanto a la Caravelle ofrece control de crucero adaptativo, Front Assist, Light Assist, sistema de detención de fatigas o sistema de amplificación de voz electrónico.

Mercedes-Benz Vito Tourer 114 BT

Los motores

Hasta cinco motores (Euro 6) ofrece Mercedes-Benz dependiendo de si se trata de un tracción delantera, trasera o 4x4. En el primer caso, está disponible un bloque de 1,6 litros de cilindrada para potencias de 88 y 114 CV, y pares máximos de 230 y 170 Nm, mientras que para el segundo y tercero se ha optado por una bancada de 2,1 litros de capacidad con potencias de 136, 163 y 190 CV, con 330, 380 y 440 Nm de par, respectivamente.

La cabina

Al tratarse de una Vito en lugar de la más lujosa Clase V, toma el diseño interior de la variante más profesional. Cierto es que la delineación del panel frontal resulta un tanto sobria, pero no podemos negar que resulta bastante ergonómica, con todos los dispositivos de control perfectamente ordenados. Sí es verdad que en este caso echamos de menos esa calidad visual que ofrecen el resto de modelos de la marca de la estrella.

Compartimento de carga

En este caso contábamos con una versión de paso largo (3.200 mm de batalla) para una longitud de 5.140 mm. De este modo, con las tres filas de asientos en orden de marcha, el volumen de carga es de prácticamente 1 m3, con un fondo de 80 cm de longitud, si bien se puede ampliar ajustado longitudinalmente la tercera fila, plegándola o retirándola (también la segunda), en cuyo caso el largo máximo es de 2.653 mm.

Volkswagen Caravelle 2.0 TDI

Los motores

Si bien la gama T6 incluye hasta cinco motores diferentes para equipar a los distintos modelos que la conforman, en el caso de la Caravelle únicamente está disponible con el motor 2.0 TDI (Euro 6) con potencias declaradas de 150 y 204 CV, y pares máximos de 340 y 450 Nm. Ambas mecánicas asocian una caja de transmisión de 6 relaciones, estando también está disponible con el cambio automático DSG de doble embrague.

La cabina

Uno de los grandes cambios que introduce la T6 respecto a su predecesora tiene que ver con el diseño del salpicadero, que ahora resulta más atractivo (lástima la calidad de algunos plásticos) y en el que destaca una gran consola central en la que se integra el sistema multimedia con pantalla táctil de 6,33”. Además, sobresalen hasta tres guanteras en el lado derecho (dos de ellas abiertas) y una bandeja en la parte superior del panel frontal.

Compartimento de carga

Los 5,30 metros de longitud que tiene esta Caravelle de batalla larga (3.400 milímetros) se traduce en un maletero bastante generoso en cuento a medidas, con un fondo de 1,04 metros, suficiente para albergar varias maletas sin el menor problema. En caso de precisar de un espacio extra podemos plegar o retirar la segunda y la tercera fila, quedando un longitud máxima en ambos casos de 1,86 y 2,86 metros.

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publicado en la revista Truck

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Número 92 - Mayo 2015

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