El “Estudio de Viabilidad para el Desarrollo de Soluciones Logísticas para la Distribución Urbana de Mercancías con Vehículos limpios en Madrid”, cuyo contenido completo se dará a conocer en el plazo de un mes, refleja la complejidad de un sector en el que confluyen factores muy dispares y, a veces, contrapuestos en los intereses.

La mayor dificultad que se encontraron al afrontar este estudio, en opinión de Jose Luis Villa, técnico de proyectos del CITET, fue identificar los vehículos que realmente se dedican a la distribución urbana, sus características y funciones, así como la inexistencia de datos relativos al sector.

De los distintos sectores económicos vigentes en la capital española, el de la restauración, que comprende restaurantes, bares y cafeterías, con 18.000 puntos en el municipio, el que mayor impacto tiene en la distribución de mercancías, aunque el crecimiento del comercio por internet prevé que su impacto en el reparto urbano obtenga un impacto similar al de las tiendas de proximidad en muy poco tiempo.

Otro de los problemas a los que se enfrenta la distribución en Madrid, según del estudio, es la tendencia creciente en el número de operaciones de reparto, ya que los comercios quieren tener menos stock y ello conlleva una mayor frecuencia en los abastecimientos.

El estudio deja patente la insuficiencia de zonas de carga y descarga en horarios críticos, por lo que propone establecer la máxima flexibilidad de las mismas, con un aumento de ellas en los horarios más exigentes y reducción en los horarios valle.

Este estudio será uno de los documentos que manejará el Ayuntamiento madrileño para elaborar su nuevo Plan de Calidad del Aire y cambio Climático de la Ciudad, para el que ha presentado una serie de 30 propuestas, de las que 3 de ellas afectan directamente al sector de la distribución de mercancías.

Entre estas medidas, están la de la optimización de la gestión de las reservas de carga y descarga en vía pública, incentivar las tecnologías más limpias y restricciones a las más contaminantes. En este punto, el subdirector general de Energía y Cambio Climático del Ayuntamiento de Madrid, Juan Azcárate, apuntó que es intención del consorcio madrileño impedir la entrada al centro de la ciudad a todos los vehículos diésel y gasolina de aquí a los próximos 10 años.

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