LAS CLAVES

• Supone 150 euros más al mes de media por vehículo.
• Se aplica en toda España, salvo en 4 regiones.
• El consumo de gasoil ha bajado en Castilla y León un 35% de media.

Cuestionado por la Unión Europea, el céntimo sanitario es uno de los asuntos que conciernen y afectan de forma directa al transporte en nuestro país. Su aplicación en algunas comunidades autónomas comenzó casi sin hacer ruido y se ha ido extendiendo como la gripe por el mapa español, hasta aplicarse en casi todo el país. Sólo cuatro regiones (País Vasco, La Rioja, Aragón y Canarias) no lo tienen en vigor.

La medida es motivo de enfado por parte de los transportistas españoles, que ven cómo se aplica un impuesto más a un bien que representa ya el 40% de la tabla de costes de sus empresas. Si para un particular es una pequeña subida a la hora de repostar su coche, para un flotista, es un sobrecoste considerable.

Pero las arcas públicas necesitan ingresos, y tiran de donde mejor pueden: las fuentes de energía. El problema es que la denominación “céntimo sanitario” podría ser ilegal, ya que la legislación establece que no se puede pagar dos veces por el mismo servicio. Y las empresas ya están financiado la sanidad pública a través de las deducciones a la Seguridad Social. Tampoco el término “céntimo” es correcto, porque no es uno, sino 4,8 por litro de gasóleo repostado, que si se le aplica el IVA, asciende a 5,8. Es decir, casi seis veces más.

Desde el principio, las asociaciones de transporte clamaron contra esta medida que repercute directamente en la economía de las empresas y autónomos. Madrid, Cataluña, Asturias y Galicia fueron las primeras comunidades autónomas que lo aplicaron, a las que siguieron más adelante la Comunidad Valenciana, Castilla la Mancha y Murcia, tres regiones cuyo peso específico de transporte es bastante alto, gracias a las exportaciones de frutas y verduras.

Al principio, la norma no establecía exenciones para nadie y se aplicaba de forma general. Sin embargo, Cantabria, Navarra o Baleares incluían una novedad: el céntimo sanitario entraría en vigor pero exceptuando al transporte de mercancías, viajeros y taxis. Una medida que apaciguaba en parte el malestar del sector ante una tasa más que pagar.

La tercera opción la representaba Castilla y León o Extremadura: aplicar un descuento al transporte, pero sólo parcial. En el primer caso, el porcentaje sería del 50% y, en el segundo, del 80%. Las negociaciones con la Consejería de Hacienda de la Junta de Castilla y León, unido a la bajada de recaudación en provincias colindantes con otras que no lo tienen aplicado, hicieron que la administración castellana aumentara la devolución al 100%, por lo que las empresas de la región han respirado aliviadas.

De hecho, esta ha sido una de las pocas comunidades que inició movilizaciones, junto a la patronal de las estaciones de servicio y las asociaciones agrarias, contra la entrada en vigor del céntimo sanitario. El secretario general de Fetracal, la federación de transporte de Castilla y León aseguraba hace un año que la medida sería un completo fracaso: “esto no tiene ningún sentido ¿qué diferencia hay entre los castellanoleoneses y los valencianos o cántabros, que se lo van a devolver entero? Nosotros perderemos competitividad, aparte del daño que se va a hacer, no solamente a nosotros, sino a toda la actividad económica. El transporte es la correa de transmisión de todo el producto que hay que poner a la venta. Tarde o temprano, esto se va a resentir y va a ser un perjuicio para toda la comunidad de Castilla y León. Y además, no van a recaudar más”.

De hecho, sólo en la provincia de Soria se han registrado descensos de repostaje del 23% en todo el año, provocado por la implantación de impuesto del céntimo sanitario. De las más de 6.500 toneladas de gasóleo profesional en octubre de 2011 se pasó a poco más de 5.300 toneladas. Su proximidad a La Rioja o Aragón (ambas sin tasa) hace que los usuarios prefieran recorrer unos kilómetros para repostar en otras comunidades, consiguiendo así ahorros en sus repostajes.

Otra provincia que también ha notado la bajada de clientes es León: su proximidad a Galicia y Asturias ha provocado que los transportistas prefieran salirse de la región para repostar en otras donde el gasóleo esté algo más barato. Ahora esa diferencia desaparecerá, ya que Castilla y León se ha sumado a los que tienen exento el céntimo sanitario. Los empresarios de estaciones de servicio leoneses estaban registrando a mediados del pasado año descensos de del 35% de media.

El céntimo, ahora

Así las cosas, la situación actual del céntimo sanitario es la siguiente: en España, la fiscalidad sobre el gasóleo está compuesta por tres tramos más el IVA: un impuesto especial (de 307 euros por 1.000 litros), un impuesto a las ventas minoristas con un tramo estatal (de 24 euros por 1.000 litros) y por último, un impuesto a las ventas minoristas con un tramo autonómico (entre 0 y 48 euros por cada 1.000 litros). Éste último es que los gobiernos regionales tienen la potestad de aplicar o no, y es el que se conoce como céntimo sanitario.

Ya que la Comisión Europea ha cuestionado la figura de este impuesto, por encontrarse al margen de la regulación europea, el Gobierno ha decidido modificar la estructura del impuesto integrando el céntimo sanitario en el impuesto de hidrocarburos, de forma que el tramo estatal se sustituye por el tipo estatal especial del impuesto sobre hidrocarburos, y el tramo autonómico queda sustituido por el tipo autonómico del impuesto sobre hidrocarburos.

No obstante, el funcionamiento del céntimo sanitario no cambia, por lo que las comunidades autónomas siguen tiempo las competencias para aplicar o derogar la tasa, y aplicar las correspondientes excepciones.

Excepto Cataluña, que tiene un sistema distinto, las comunidades que han aprobado devolver el tipo autonómico del impuesto de hidrocarburos lo harán a través de la figura del gasóleo profesional.

El curioso caso catalán

Cataluña es la única comunidad autónoma que devuelve el tramo autonómico del impuesto que se grava al combustible pero con la particularidad que sólo lo hace a las empresas cuya razón social esté en su territorio. El resto de empresas ubicadas en otras comunidades autónomas no podrán beneficiarse de la exención, por lo que pagarán el combustible al mismo precio que el resto.

Para compensar esto, el Gobierno catalán ha establecido un sistema de ayudas concedidas a cada transportista catalán de una subvención económica fija, con independencia de los litros consumidos. Así, para 2013 está contemplada una partida de 47 millones de euros para compensar el céntimo sanitario.

Denunciado en las autoridades comunitarias

Pese a que lleva años en vigor en nuestro país, nuestro país ha sido denunciado en la Unión Europea, concretamente en el Tribunal de Justicia de Luxemburgo. Existe un dictamen emitido a España por la Comisión Europea, de mayo de 2008, que afirma que el impuesto sobre ventas minoristas de determinados hidrocarburos (o céntimo sanitario) no se atiene a la legislación comunitaria.

Tras la advertencia comunitaria, España no se ha ajustado a la Ley 24/2001 de 27 de diciembre de 2001 sobre el céntimo sanitario al Derecho Comunitario, en el que la Comisión ha remitido el asunto al Tribunal Europeo de Justicia, quien todavía no ha emitido sentencia.

El temido “efecto frontera”

Así se conoce al efecto que se produce cuando los usuarios (en este caso, transportistas) dejan de repostar en su propia comunidad autónoma para ir a otras limítrofes donde el céntimo sanitario no está implantado. Una región que lo ha notado especialmente ha sido Castilla y León, donde transportistas portugueses que hasta la fecha llenaban sus depósitos en la provincia de Salamanca para cruzar Europa, estaban dejando de hacerlo para ir a repostar al País Vasco, donde no se aplica. Para ellos, cuyo gasóleo es más caro que el español, la subida de cinco céntimos por litro dejó de ser competitiva, por lo que cambiaron la estrategia operativa.

Pero este efecto no se produce sólo en las fronteras con otros países, sino también entre comunidades. Sobre todo, las que lindan con las regiones que no lo tienen aplicado o las que tienen un bajo porcentaje, como Galicia, que aplica 1,2 céntimos por litro repostado.