Tras cuatros de la aprobación de las restricciones a la circulación de camiones por las carreteras nacionales N-340 y N-240 a su paso por Castellón, Tarragona, Lleida y Barcelona, la circulación de camiones asciende a aproximadamente 150.000 al día.

Sin embargo, las únicas tres áreas de descanso existentes en dicho tramo son insuficientes para cubrir las necesidades de aparcamiento y avituallamiento que requieren los transportistas que diariamente circulan por la Ap-7. Esto está provocando grandes problemas de sobresaturación, puesto que se dispone de menos de 100 plazas, lo que no cubre las demandas de los transportistas para poder realizar los descansos cada 4,5 horas.

Hasta ahora, la única solución que se ha dado es abrir los fines de semana las antiguas playas donde se situaban las cabinas de peaje de Martorell y La Roca, las cuales carecen de los mínimos servicios de higiene o manutención para cubrir las necesidades de los transportistas.

Por ello, la situación resulta preocupante en cuanto a la inseguridad vial que se origina en dichas áreas de servicio, ya que la ausencia de espacio real donde aparcar hace que muchos transportistas se vean obligados a estacionar en los carriles de entrada y salida junto a la autopista.

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