LAS CLAVES:

• están en peligro 20.000 empleos
• las sanciones están los 6.000 euros
• las empresas de transporte los considera intrusos

Los transportistas de ligero no están solos en su protesta contra la modificación de la ley que se avecina para su profesión. Otra actividad, la de las cooperativas, pende de un hilo más o menos fino, ya que la norma que se está tramitando en el Congreso tiene visos de dejar a esta sociedad fuera de juego. Y todo por las denuncias que se hicieron en 2010 y que llevaron al Ministerio de Hacienda a hacer inspecciones en algunas de ellas.

De prosperar la regulación propuesta, las cooperativas no podrán continuar contratando con sus clientes de forma directa, sino que tendrán que hacerlo a través de la sociedad, ya que es ésta la que tiene la autorización de transporte. Si esto no se hiciera así, la Administración podrá sancionarlas con una infracción muy grave y una multa de 6.000 euros por cada servicio de transporte que lleven a cabo. Para el resto del sector (flotistas y autónomos que trabajan por cuenta propia), las cooperativas representan un agravio comparativo porque, en teoría, pueden trabajar sin autorización, lo que les molesta bastante.

Sin embargo, para las asociaciones de transporte, resulta sorprendente que el Gobierno quiera cambiar la figura jurídica de las cooperativas, “cuando precisamente han sido las únicas figuras jurídicas empresariales a las que se les ha impedido en los últimos 30 años acceder a la titularidad de autorizaciones de transporte, ya que desde el año 1992 tienen prohibido por ley tener autorizaciones a su nombre, lo que ha sido reiteradamente denunciado tanto por el Defensor del Pueblo como por la Comisión Nacional de la Competencia, al considerar que existía un claro supuesto de discriminación” afirman desde Fenadismer. En su opinión, “la reforma de la LOTT agrava su situación discriminatoria al impedirles, en su actual situación jurídica, poner continuar desarrollando su actividad y poder contratar con sus clientes”.

Como novedad, la reforma de la Ley introduce una nueva limitación, al impedir que las cooperativas de transportistas puedan seguir utilizando la colaboración con otros transportistas, algo que sí se permite para el resto de empresas que operen en el sector.

Mismas reglas de juego

Por otro lado, algunas asociaciones de transportistas llevan tiempo denunciando las prácticas de ciertas cooperativas que no trabajan conforme a la ley. Gerardo Salgado, presidente de la Agrupación Segoviana Profesional de Transporte (Asetra), en una entrevista reciente, ha asegurado que “estamos apreciando que está en crecimiento lo que se conoce como “falsas cooperativas”. Lo que está ocurriendo con estas sociedades es algo intolerable, y lo peor de todo es que, lejos de limitarse su actividad en estos años, parece que se está incrementando. La Administración debería poner freno a esta situación: ya sabemos que la nueva LOTT tratará de impedirlo, prohibiendo facturar a quien no tenga a quien no sea titular de la autorización habilitante para el ejercicio de la actividad, pero hay que atajar la situación ya. Una solución que hemos planteado es que Hacienda y Transportes crucen datos, y dejen fuera de la actividad a todos aquellos que estén dados de alta en Hacienda pero carezca de tarjeta de transportes. Estamos a favor de la libre competencia pero, eso sí, las reglas del juego han de ser para todos las mismas”.

Pero ¿qué se entiende por una falsa cooperativa? José Luis Ayuso, presidente de Fecotrans (Federación de Cooperativas de Transporte de la Comunidad Valenciana), cuya sede se encuentra en Valencia, explica que “cuando el sector se refiere a ellas, habrá gente que hable con propiedad y gente que no. Para mí, “falsas cooperativas” son aquellas que encubren una relación laboral. Cuando alguien habla de “falsas cooperativas” por un determinado sistema de tributación, entendemos que no se refieren a nosotros, sino que se refiere a esas falsas cooperativas. Hay gente que ha intentado usar el término para hacer un totum revolutum e incluir en este sistema de funcionamiento cooperativo que es totalmente legal y que funciona desde hace más de 50 años”.

La defensa

Como sucede en un conflicto, hay defensores y detractores de los acontecimientos. Si bien hay transportistas y asociaciones que consideran que hay ciertas cooperativas que actúan al margen de la ley y reclaman que se investigue a todas para detectar los focos de fraude, las federaciones que defienden esta figura también reclaman que no se generalice al hacer acusaciones, ya que hay cooperativas que funcionan con respeto a la ley y reclaman su derecho a existir.

En este sentido, José Luis Ayuso asegura que la modificación que incorpora la LOTT “introduce unos preceptos sancionadores que creemos que están creados ex profeso para que no se permita que el socio de una cooperativa mantenga una relación con ésta. Esto provoca que se ponga fin a un sistema legal de funcionamiento que durante muchos años ha habido en muchas comunidades autónomas, y que es un trabajo totalmente legal”.

Para Ayuso, desde el Ministerio de Fomento no se ha tenido en cuenta la repercusión que esta medida puede tener para cientos de cooperativas de transporte. Según cálculos de la federación, “las arcas del Estado van a dejar de ingresar más de 100 millones de euros; haciendo cálculos, estamos hablando de 20.000 puestos de trabajo autónomos, que son 20.000 familias, más puestos indirectos de trabajo, y entendemos que se producirán ejecuciones de vehículos que se han financiado, desahucios de casas que no se han podido pagar…”.

En principio, Fecotrans entiende que “Ana Pastor (ministra de Fomento) no conoce de primera mano esa problemática y creemos que debe reflexionar y modificar la LOTT en ese sentido”. Para los cooperativistas, los puntos más conflictivos de la ley que se está tramitando en estos momentos en el Congreso de los Diputados son “la intromisión que hace a la relación societaria, en concreto, por los preceptos sancionadores que establece ex profeso para ello. Esos son los puntos más problemáticos que tiene el borrador de la LOTT”.

Y todo ello ¿por qué? Porque, a juicio de José Luis Ayuso, “el Gobierno está confundiendo lo que es intrusismo ilegal de las cooperativas con las que siempre han funcionado de forma correcta: hay cooperativas que han encubierto relaciones laborales, es decir, grandes empresas que se han dedicado a encubrir relaciones laborales con cooperativas y eso no lo defendemos ni lo defenderemos nunca, pero lo que sí defendemos es que las cooperativas puedan funcionar siendo socio una unidad de explotación económico independiente, porque la legislación autonómica de esas cooperativas así lo permite. La problemática que se ha suscitado es que los técnicos del Ministerio de Fomento, un buen día y de buenas a primeras, consideraron que ese sistema de funcionamiento implicaba un sistema de tributación ventajoso, cosa que no es así, porque la Agencia Tributaria ha hecho las inspecciones que ha tenido que hacer y validado totalmente la forma de funcionamiento."

La situación que puede llevar a las cooperativas ha hecho que las federaciones y asociaciones profesionales se movilicen contra la nueva LOTT. De hecho, han organizado una movilización para el 27 de marzo para que el Gobierno dé marcha atrás en su proyecto de modificación de la ley de ordenación.

“Con la movilización del día 27 esperamos ser escuchados: queremos que Ana Pastor nos reciba como está recibiendo a todos los sectores, y que escuche de primera mano la problemática que se le viene encima. No entendemos que esté el Gobierno ni el país para hacer experimentos, de los que, además, no va a sacar absolutamente nada. El hecho de movilizarnos es porque no hemos obtenido respuesta directa de la ministra y queremos hablar con ella” explica Ayuso.

Hacienda, tras sus pasos

Las cooperativas (especialmente, las de transporte) llevan tiempo estando en el punto de mira de la Administración y, también, del sector, que las ve con desconfianza. De hecho, en asambleas de asociaciones se ha tratado el tema, refiriéndose a ellas como “falsas cooperativas”, porque eluden la ley al ampararse en otra figura, la de la cooperativa de trabajo asociado, que tiene otros requisitos.

Pero ¿es cierto que hay mucho fraude en las cooperativas? Para José Luis Ayuso “no creemos que hay más que en las empresas de transporte. Imagino que fraude habrá en todos lados, pero en las grandes empresas y en las pequeñas también hay fraude. Yo no puedo decir que en las cooperativas no haya situaciones irregulares, pero nosotros también vamos a combatirlas”.

La Ley tributaria establece que un socio que trabaja para una cooperativa de trabajo asociado no puede facturar a dicha sociedad con IVA, porque estaría infringiendo la norma que regula el transporte por carretera. Del mismo modo, la cooperativa tampoco puede compensarse ese IVA. Entonces, el fraude aparece cuando el socio factura directamente a los clientes, con IVA, beneficiándose de un menor coste fiscal, en lugar de hacerlo como rendimientos de trabajo personal, que está sujeto a retención de IRPF, a la cooperativa. Ahí es donde ha entrado a inspeccionar la Agencia Tributaria, que no entra a valorar si el socio tiene su capacitación profesional, ya que no es su ámbito de actuación.

En cuanto a las cooperativas de trabajo asociado, también pueden trabajar como cooperativas de transporte. “Si la ley autonómica lo permite, no tiene por qué haber ningún problema. Hay socios que no tienen autorización de transporte o capacitación profesional y entran en una cooperativa, pero no sólo por el tema de la tarjeta, sino para favorecerse de la sinergia de centrales de compras, de gestión de clientes y de las circunstancias. Habrá otras cooperativas (o falsas cooperativas) que lo que intentan encubrir es una relación laboral con un transportista autónomo encubierto. Ahí es donde entendemos que el ministerio debe meter mano”.

Según la federación, en caso de irregularidades en las cooperativas, la Administración sanciona con multas que pueden llegar a los 6.000 euros. “Todas las inspecciones que se han llevado a cabo por parte de la Agencia Tributaria y del Ministerio de Fomento, no han dado ninguna sanción” asegura Ayuso.

En cuanto al foco de fraude detectado por Hacienda en abril de 2010 se solucionó: “la Agencia Tributaria ha emitido, después de esas inspecciones, un comunicado y no ha sancionado ninguna cooperativa, que tengamos conocimiento”.

Tipología de cooperativas de transporte en España

Cooperativa de Transporte:

figura más habitual. Todos los socios han de ser titulares de sus vehículos con sus correspondientes autorizaciones administrativas o tarjetas, lo que les ejercita para dar servicio de transporte de mercancías. Los socios facturan sus trabajos a la cooperativa, aunque existe la posibilidad (si así se recoge en los Estatutos) de facturar también de forma directa al cliente. A la hora de declarar ante Hacienda, si el socio es trabajador autónomo puede acogerse al sistema de estimación objetiva o módulos. En todos los casos, el cooperativista hace una factura (con IVA e IRPF aplicados) a la cooperativa, quien podrá compensar el IVA e ingresas a Hacienda el IRPF retenido.

Cooperativa de Trabajo Asociado:

figura alternativa a la de transporte. El socio trabaja como transportista autónomo pero no se le exige ni capacitación profesional, ni autorización de transporte, ni vehículo, ya que todo va por parte de la cooperativa. Como dice el nombre, el socio pone su trabajo. Para entrar en ella, la cooperativa pide una cantidad de dinero (entre 3.000 y 6.000 euros) ya que pone a disposición del solicitante una autorización de transporte. Además, existe una cuota mensual, de entre 200 y 300 euros, para que el gestor le ofrezca los correspondientes servicios fiscales y contables. Además, el socio paga la contratación del seguro del vehículo, suministro de combustible (ya que la cooperativa suele tener surtidor propio), telefonía móvil, etc.