Legislación del transporte en Francia
Nuestro país vecino está aplicando normativa al transporte que es posible que se extienda a otros Estados de la Unión Europea, entre ellos, el nuestro. Repasamos las novedades legislativas de Francia.
LAS CLAVES
- La Ecotasa está en suspenso, pero no cancelada.
- Francia obliga a comunicar el CO2 que se genera.
- El país también ha implantado las 44 toneladas.
Las últimas noticias en materia de transportes en Europa están poniendo a Francia como sujeto emisor. La reciente publicación de que nuestro país vecino ha suspendido (que no cancelado) la Ecotasa (nombre que recibe la Euroviñeta allí), tras varias postergaciones y la entrada en vigor de las 44 toneladas para el transporte de mercancías por carretera, colocan a Francia en el centro de la actualidad en lo que al sector se refiere.
Se trata de dos temas que acaparan la atención de la profesión en Europa. En el caso del peaje, cada vez más países optan por cobrar a los transportistas por el uso de las infraestructuras que utilizan, y en el caso de la ampliación del límite de masas y dimensiones, ocurre algo parecido: la medida se está extendiendo y puede suceder que se acabe aplicando en toda la Unión Europea.
Pero no queda ahí eso: en los últimos meses, Francia ha aprobado una medida por la que obliga a las empresas de transporte a comunicar a sus clientes las emisiones de CO2 (o dióxido de carbono) de cada porte que les hacen. Está en vigor desde el pasado 1 de octubre y se aplica a transportistas y operadores de transporte de cualquier modo (carretera, fluvial, aire, mar, ferrocarril), al menos, en los transportes cuyo origen o destino tenga lugar en Francia.
Esta obligación, basada en un compromiso nacional con el medio ambiente, se ha introducido en el Código de Transportes francés. La información sobre la cantidad de dióxido de carbono producido por un servicio de transporte se hace sobre la base de cada parte del recorrido en el que se utiliza un medio de transporte en particular.
En el caso del transporte de mercancías, la fecha del informe está acordada entre el transportista y su cliente para permitir una información lo más precisa posible después del transporte. De lo contrario, se requiere que se suministre la información en un plazo máximo de dos meses, después de haber hecho el servicio.
Los únicos que no están obligados a informar del consumo de CO2 son los servicios de transporte en tránsito internacional (es decir, de paso por el territorio) que sólo reposten o arreglen el vehículo en Francia, sin cargar o descargar.
La información sobre el CO2 emitido se puede hacer por varios medios: incluido en la factura, en un documento específico, o por correo electrónico, mensaje corto de texto a través del móvil o a través de un sitio web de Internet.
Los viajes en vacío se toman en cuenta con el fin de proporcionar una información completa sobre las emisiones totales de CO2 generadas por el servicio.
Ecotasa en entredicho
La sombra de la Euroviñeta sobrevuela por las cabezas de la Europa comunitaria. Mientras que unos Estados ya llevan tiempo con ella implantada (Alemania, Suiza, Austria, Eslovaquia), otros se resisten a hacerlo (caso de España). Pero Francia ya tenía puesta la fecha de entrada en vigor (la primera, el pasado 1 de julio) cuando, por diversos motivos, la Administración la ha ido posponiendo (1 de octubre 2013, 1 de enero 2014) hasta que la ha suspendido sin fecha concreta. La explicación a esta circunstancia la explica Ramón Valdivia, director general de ASTIC: “El Gobierno francés ha establecido que el verdadero generador del transporte no es la empresa transportista, por lo que ha creado los instrumentos legales para que su coste, satisfecho por ella, sea repercutido a los verdaderos beneficiarios: la sociedad en su conjunto (es decir, los cargadores: empresas industriales, de distribución o agropecuarias). Cuando la fecha de entrada en vigor se aproximaba y la postura de transportistas y del Gobierno se afianzaba día a día en torno a la aplicación de las medidas de repercusión en factura del coste de la Ecotasa, algunos grupos han comenzado a no ser tan amigos del medio ambiente como eran cuando estos costes parecía que podían ir a cargo de las cuentas de resultados de los transportistas. La contestación de estos grupos ha sido tan contundente que el Primer Ministro ha tenido que anunciar la suspensión de la Ecotasa hasta escuchar de nuevo a los diferentes afectados”.
A este respecto, la opinión de la patronal del transporte internacional es clara: “la lógica de la repercusión, establecida por las autoridades francesas y secundada con ejemplar unión por los transportistas de ese país a través de sus asociaciones, nos parece impecable. Por otro lado, creemos que ha hecho aparecer la realidad que se esconde tras las tasas de carácter “ecológico” impuestas a los transportistas, como es que mientras las paguen ellos, esas tasas son deseables, pero en cuanto llegan a serlo a cargo de otros, entonces comienzan las discrepancias y la oposición”.
A las barricadas
Con todo esto (especialmente, con la introducción de la ecotasa), los transportistas franceses han salido a las carreteras en rebelión y algunos grupos exaltados se han subido a los pórticos que controlan el paso de camiones y los han quemado.
En concreto, los hechos se han producido en la región de Bretaña, al norte del país, y todo ello tras saber que el Gobierno ha suspendido la entrada en vigor de la ecotasa para el próximo 1 de enero de 2014. Previamente a estos actos, hubo otras manifestaciones violentas en los meses de agosto e incluso a finales de octubre, antes de saber que el Gobierno suspendería la ecotasa hasta nueva orden. Pero los transportistas han querido hacer saber que están totalmente en contra de su aplicación.
El grupo agitador, conocido como “bonnets rouges” (tapas rojas) llevaban, hasta el pasado 3 de noviembre, cinco pórticos quemados en la región bretona. Las autoridades públicas han condenado estos actos violentos y les han encomendado al diálogo, pero los transportistas no quieren saber nada y siguen en su empeño de hacer valer sus acciones pese a ello.
Más peso
Otro punto que sitúa a Francia en la avanzadilla de propuestas que se van aprobando por tramos es el permiso de poder ir con 44 toneladas por sus carreteras. La regulación, que sólo permite hacer transporte interno, no se aplica al transporte internacional. Mediante decreto aprobado en diciembre de 2012, el Gobierno francés ha modificado el Código de la Circulación para permitir el aumento de peso en los conjuntos de vehículos articulados.
Las condiciones específicas para este límite ampliado (que está en vigor desde el pasado 1 de enero) se refieren, básicamente, a tres fechas: el 30 de septiembre de 2014, cuando el vehículo haya sido matriculado después del 1 de octubre de 2001 (vehículos Euro 3), el 30 de septiembre de 2017, cuando el vehículo haya sido matriculado después del 1 de octubre de 2006 (vehículos Euro 4 y Euro 5) y los vehículos matriculados después del 1 de octubre de 2009. Además, se fijan reglas más estrictas respecto al peso máximo por eje, de forma que se pasa a 12 toneladas de masa máxima autorizada (MMA) por eje motor, en lugar de las 13 existentes ahora, y 27 toneladas por eje tridem, en lugar de las 31,5 toneladas actuales.
Esta ampliación a 44 toneladas sólo afecta al transporte interior que se realice en Francia (es decir, para transportistas franceses o a los extranjeros que hagan cabotaje en el país), por lo que para el transporte internacional con origen o destino allí seguirá vigente el límite máximo de 40 toneladas.
Repercusiones
Analizando estos hechos, el transporte español teme que las medidas acaben aplicándose también aquí. A este respecto, el director general de ASTIC, Ramón Valdivia, explica que “en varias ocasiones, desde la cúpula del Ministerio de Fomento se ha asegurado que el pago por uso de las infraestructuras nos será implantado, pues consideran que no ayudaría en nada a la economía española y dañaría en estos momentos a las empresas del sector del transporte, justo cuando en peores momentos se encuentran la gran mayoría. También el secretario de Estado, Rafael Catalá, en sede CEOE y a instancias de ASTIC, ha reiterado esa posición y expresado que sin una revisión total del esquema impositivo, establecer un pago por uso de las autovías pueda ser entendido por el sector como un repago”.
En cuanto a masas y dimensiones, también existe en compromiso del Ministerio de Fomento de no avanzar en ningún cambio sin tener las correspondientes conversaciones con el sector del transporte en torno a posibles modificaciones que se pudieran establecer.
Este artículo, completo Numero 76 - diciembre 2013 |
Raquel Arias
Periodista especializada en transporte.
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