Por su parte, en las fábricas de Países Bajos, Bélgica y Reino Unido se han separado las tareas, se han alterado las rutas y se han modificado los horarios de trabajo, aplicando medidas para que los trabajadores puedan mantener una distancia de por lo menos 1,5 metros.

“Por el momento no estamos preocupados por las cifras de producción”, señala Harry Wolters, presidente de DAF. “En cambio, la seguridad de los empleados de DAF y Leyland Trucks es nuestra prioridad número uno. Por eso el volumen de producción sigue siendo relativamente bajo. Sólo lo pondremos en marcha cuando sea seguro hacerlo. Estamos muy contentos de estar en condiciones de volver a suministrar camiones a nuestros clientes porque el transporte desempeña un papel vital para el buen funcionamiento de la sociedad”, concluye Wolters.

Por ese motivo, durante las últimas semanas el fabricante ha maximizado sus esfuerzos, junto a su red de concesionarios, en la prestación de servicios y recambios a sus clientes. “El servicio es parte de nuestro ADN; siempre estaremos ahí para nuestros clientes”, explica Harry Wolters.

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