En ese sentido, el Acuerdo Verde de la UE indica claramente la dirección que debe tomar el sector del transporte hacia un futuro más limpio, lo cual significa que debe haber una fecha límite para los combustibles fósiles. Por ese motivo, los transportistas y cargadores buscan cada vez más alternativas al diésel.

Así, la línea motriz para biogás licuado o gas natural del fabricante sueco tiene una eficiencia energética comparable a la de sus equivalentes en diésel, pero genera unas emisiones de CO2 bastante menores. En el caso del biogás, reduce las emisiones netas hasta en un 100% del depósito a las ruedas (TTW), mientras que el uso de gas natural reduce las emisiones alrededor de un 20% (TTW) en comparación con el diésel.

Por otro lado, dado que ninguna fuente de energía individual es capaz de afrontar todos los retos relacionados con el cambio climático, los diferentes tipos de combustibles y líneas motrices seguirán coexistiendo en un futuro próximo.

“Adoptar una nueva tecnología será la clave para lograr la neutralidad climática. El porcentaje de camiones de GNL aumentará gradualmente en Europa. Pero los camiones de gas no podrán afrontar todos los retos del transporte. La electromovilidad desempeñará un importante papel a nivel local, así como a nivel regional en el futuro, y el desarrollo de las baterías y la infraestructura de carga serán factores fundamentales en su expansión”, explica Lars Mårtensson, director de Medio Ambiente e Innovación de Volvo Trucks.

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