Reportaje: Silos Mar Menor
La historia de Antonio Benzal Encinas, gerente de Silos Mar Menor S.L. es, somo la de otros muchos transportistas españoles, la de un empresario hecho a sí mismo, que ha sabido encontrar en la calidad del servicio el objetivo de su negocio.
Mucho ha tenido que llover desde aquel Barreiros 42/20 con el que Antonio Benzal empezó en los primeros años ochenta transportando lechugas desde los campos murcianos a los almacenes en Torrepacheco a la flamante empresa Silos Mar Menor S.L. que dirige en la actualidad, pero su entusiasmo por los camiones y la mecánica se mantienen intactos en este emprendedor. Una trayectoria que le define como un luchador que ha sabido hacer frente a las diferentes crisis con las que se ha encontrado y adaptarse a las nuevas circunstancias teniendo un buen servicio como bandera.
Unas circunstancias que han cambiado tanto como la moderna flota de 30 camiones con la que cuenta en la actualidad del Barreiros 42/20, del que Antonio recuerda con nostalgia su cama de tablas, o como para tener calefacción había que abrir la tapa del motor y para el aire acondicionado recurrir a las ventanillas. Y en el verano un palo para el acelerador, porque la proximidad del motor al pedal te quemaba el pie. “La gente de hoy no sabe lo que era aquello – afirma rotundo. Ahora, salvo que la persona que está en el camión asuma que es conductor y que tiene que estar fuera de casa, en mejores condiciones no puede ir con los vehículos actuales”.
Y Antonio sabe de lo que habla, porque allá por la primera mitad de los años ochenta dejó su profesión de mecánico de maquinaria agrícola pesada para subirse a un camión y hoy en día sigue viviendo del transporte aunque ya desde la responsabilidad de gerente. Y es que su carácter inquieto le ha llevado a iniciar una actividad tras otra. Aprovechando la excelencia de la huerta murciana, Antonio Benzal se inició en el transporte nacional llevando fruta a los mercados centrales de Madrid y Barcelona, entre otros, pero llevaba mal dormir fuera de casa, así que cuando le surgió el transportar áridos a las plantas de hormigón de su tierra no se lo pensó dos veces, compró “la primera bañera de aluminio que se vio aquí en Murcia” -dice orgulloso-, y empezó su aventura empresarial compaginando el transporte de arena con la sal de las salinas próximas, aprovechando cada viaje para no tener que ir de vacío.
Quizás la característica que más define al actual gerente de Silos Mar Menor es su constancia y saber encontrar la solución adecuada a los problemas que se le han ido planteando. “Cuando la crisis en la construcción en 1992 aquí en Murcia, algunas de las empresas con las que trabajábamos nos dejaron a deber muchísimo dinero, y me tuve que reorientar. Paré los vehículos, que tenía prácticamente pagados todos, y me quedé con uno solo trabajando para la salinera con mi primera cisterna”. En la actualidad, el transporte de graneles es la actividad principal de esta empresa murciana.
Camiones y conductores
Con una flota de 30 camiones, Silos Mar Menor S.L. centra sus actividad en el transporte a nivel nacional de productos a granel sólidos, tanto alimentarios como químicos, del tipo de los polietilenos, con los que cubre el triángulo formado por la región de Murcia, Tarragona y Torrelavega en Cantabria, principales centros de carga y descarga de productos químicos.
La obsesión de esta empresa por conseguir siempre la máxima eficiencia en el transporte hace que cuente con la flota más moderna de la región murciana y posiblemente una de las más nuevas de España. “Como subir los precios a los clientes es tremendamente difícil -nos dice su gerente- el reto está en poder reducir los costes”.
Esta filosofía del negocio le ha hecho salir airoso en las dos últimas crisis económicas que ha sufrido nuestro país. En 1994 la creación de Silos Mar Menor S.L. se hizo con la venta de los camiones antiguos con los que trabajaba Antonio Benzal y la compra de vehículos nuevos, y en la más reciente de 2009 la contrarrestó con una renovación completa de la gama. “Lo primero que hice fue cambiar vehículos para ahorrar consumos, averías , talleres y demás. Es la forma de ser competitivo”.
Otro aspecto fundamental para conseguir la mayor eficiencia radica en una buena organización, y en Silos Mar Menor se vanaglorian de que, frente a la tónica general en el transporte, ellos consiguen reducir los viajes en vacío a solo el 15% del total, consiguiendo en la mayoría la carga completa de sus camiones.
Pero si los camiones son importantes para una empresa de transportes, no lo son menos las personas que en ella trabajan, y una parte destacada, sus conductores. Esta empresa familiar cuenta con una plantilla de 37 trabajadores, de los que 29 conductores a los que Antonio cuida con especial mimo. “Desde el principio-nos dice- nuestro objetivo es que todos ellos pasen al menos los fines de semana en casa”. Seguramente por ello la antigüedad media de los chóferes está en torno a los 14 años, aunque el más veterano lleva trabajando con Antonio desde hace 32 años y recientemente se han jubilado dos que llevaban 24 y 20 años, respectivamente.
La edad media está cercana a los 50 años, muchos de ellos procedentes del transporte internacional, que han encontrado en Silos Mar Menor la respuesta a sus inquietudes. “Hay conductores que tienen hijos de 13 o 14 años y los han visto cuatro veces” señala Antonio, añadiendo que “en casa nos preocupamos mucho por ellos, si tienen algún problema familiar, algún problema económico. Porque ya se les nota cuando van con la cabeza en otro lado. Se les ayuda. Otra cosa que tenemos es que pasan los fines de semana en casa. El conductor siempre lleva el mismo vehículo y equipado con todo lo necesario”.
Saga familiar
En la empresa, junto a Antonio trabajan su mujer, encargada del departamento comercial, pero su ojito derecho es su hija Belén, quien esta llamada a ser la nueva gerente de la empresa. Y eso que Antonio no quiere ni oír hablar de la jubilación. “Mi trabajo me encanta y creo que nunca me voy a jubilar. Le daré más poderes a mi hija, que ya tiene muchos, pero yo siempre voy a estar ahí”. Nuestro protagonista remarca cómo empezó su empresa desde cero, incluso teniendo que hipotecar la casa alguna vez para renovar los camiones y el trabajo realizado hasta llegar aquí. “Cuando veo alguna empresa que se la han dejado a los hijos y en dos días ya no queda nada, me quemo mucho”.
No parece ser este el caso, porque Antonio se siente muy orgulloso de Belen, y eso se le nota cuando habla de ella. “Ella misma se ha ido formando por si misma, haciendo cursos, preparándose y a puesto patas arribas la oficina. Es muy estricta y ha organizado todo el trabajo en la oficina. Me ha organizado hasta mi”. A una de sus compañeras en la oficina la formó ella haciendo ver la importancia de utilizar la informática en el trabajo, mientras que el resto de los chucos en labores administrativas tienen carreras y varios idiomas. No ocurre lo mismo con su otro hijo, que tras varios años en el transporte, unos conduciendo camiones haciendo internacional y otros en el despacho, decidió dirigir su vida profesional por otros derroteros.
El servicio es el éxito
Silos Mar Menor es una empresa modesta dentro de las grandes flotas que pueblan el tejido empresarial murciano. Sin embargo ha sabido encontrar su hueco importante gracias a ofrecer un buen servicio, y tiene clientes desde hace 30 años, y otros de 20. “La mayor parte de las empresas con las que trabajo -señala Antonio- es porque en algún momento las grandes flotas les han fallado”.
Para el gerente de Silos Mar Menor, el secreto del éxito, aparte de un precio correcto es el servicio. “Que te llame el gerente de una empresa un sábado o un domingo porque le ha surgido un problema, y siempre haya alguien para cogerle en teléfono”.
Su transporte es un tanto peculiar, y cuenta con muchos controles para su transporte, uno porque se trata de productos baratos pero alimenticios, y el otro, porque su valor es bastante caro y también debe pasar un exhaustivos controles.
Las cargas y descargas se hacen en silos, siendo los propios conductores los que realizan esta labor con mangueras y muchos de ellos conocen las fábricas y los puntos de carga mejor que las propias empresas.
“En algunos casos hasta hemos resuelto problemas que tenían los propios cargadores. La colaboración es necesaria”, nos dice entre emprendedor murciano que ha basado su éxito en saber anticiparse siempre a las situaciones.
Fiel a MAN
Resulta raro encontrarse un transportista tan fiel a una marca como Antonio Benzal lo es a la germana MAN. Y es que desde aquel 19.381 que compró usado en os ochenta, el gerente de Silos Mar Menor siempre a contado, salvo extrañar excepciones, con vehículos del fabricante bávaro, habiendo pasado por todas y cada una las generaciones. “Soy más que cliente, amigo de ServiMAN, el concesionario murciano, antes con Martin padre y ahora con Martin hijo. De hecho soy de MAN antes que ellos. Fui el primer cliente que tuvo la marca aquí en Murcia”.
Esta fidelidad y el profundo que Antonio tiene de la marca alemana ha sido una de las causas por las que el fabricante le eligiera para probar sus nuevos motores D26 Euro 6d. “La verdad, nos confiesa Antonio, es que han mejorado mucho, han mantenido algunas cosas buenas que tenía el Euro 6 primero, y han vuelto al Euro 5, consiguiendo unos resultados excelentes en cuanto a consumo”.
Prevenir la pandemia
Fiel a su filosofía de anticiparse a los problemas, Antonio supo reaccionar antes que nadie a la situación de indefensión que muchos conductores han atravesado por la pandemia debido al covid-19. “Nosotros cuando empezamos a oír hablar del tema nos hicimos con todo tipo de equipos de protección: guantes, mascarillas, pantallas protectoras, geles, y nuestros conductores han estado protegidos”.
Su actividad apenas se ha visto afectada aunque, según nos confiesa, los primeros 15 días fueron un poco caóticos “porque todo el mundo creía que se iba a quedar sin material y adelantaron todos los pedidos”, aunque luego sus viajes volvieron a la normalidad.
Se vanagloria de que ninguno de sus conductores ha tenido problema alguno de contagio, aunque sí lamenta que lo pasaran mal las primeras semanas debido al cierre de baños y restaurantes en las estaciones de servicio. “Nos dijeron que había que trabajar pero no pusieron los medios adecuados”.
También en las fábricas donde uno de sus conductores dio con una manguera defectuosa y al descargar se llenó de polvo y no tuvo donde ducharse, lo que le provocó un pequeño ataque de ansiedad. En todo el tiempo que dura esta situación, la empresa mantiene un permanente contacto con los conductores para detectar cualquier anomalía
Este artículo, completo
publicado en la revista Truck
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Numero 148 - junio 2020
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F. Javier Pedroche
Director de la Revista Truck y Editor de Editorial Primera Línea y jurado en España del TRUCK OF THE YEAR y del VAN OF THE YEAR, hasta el año 2024
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