El Transporte durante la II Guerra Mundial
La Segunda Guerra Mundial no sólo fue una enorme y dramática carnicería a nivel global, sino que además servió para trazar un nuevo orden mundial del cual todavía hoy en día se dejan notar los efectos.
En Septiembre de 1939 las tropas de Hitler derribaban una barrera de la frontera oriental de Alemania, irrumpiendo en Polonia sin excesivas dificultades… Prácticamente nadie en aquel momento se imaginaba la terrible caja de Pandora que aquel gesto inmortalizado por el ministerio de propaganda nazi abría y que concluiría casi 6 años exactos después con la explosión de dos bombas atómicas en Japón.
Aceleración tecnológica
El increíble desarrollo tecnológico separó en seis años los regimientos de caballería y los aviones biplanos a hélice que todavía se utilizaban en 1939, de los misiles a reacción, las bombas atómicas y otros inventos como camiones anfibios y vehículos todoterreno de todo tipo que formaban parte de los arsenales en 1945. Y lo que más nos interesa, los medios de transporte y como los ejércitos trataron de conseguir la mejor logística para combatir en las mejores condiciones.
En diciembre de 1941 los Japoneses atacaban a los USA y con ello lograban mundializar la guerra. A continuación los americanos no sólo declaraban la guerra a los nipones sino a todos sus aliados, lo que incluía nada más y nada menos que a alemanes e italianos, de modo que se imponía ir pensando en cómo iba a ser posible invadir a tantos enemigos situados en lugares tan lejanos y diferentes.
Una solución llamada Willys
Ya en 1941 los militares americanos habían intuido la necesidad de disponer de un camión ligero de transporte, con un cuarto de tonelada de capacidad de carga, que tuviera tracción 4x4 y por tanto capacidad de circular a elevadas velocidades por terrenos complicados. La Guerra Europea se desarrollaba en montañas y campos, lejos de las modernas autopistas alemanas, las “autobahn”, que habían sido uno de los orgullos de Hitler en la preguerra. Así los militares estadounidenses se preparaban por si debían acceder al combate a través de campos embarrados y sin nada parecido a una carretera en el horizonte. Una empresa automovilística denominada Jeep ofrecía un diseño: Había nacido el Willys, toda una leyenda y el origen de los 4x4 tal y como hoy en día los conocemos.
Sin embargo pronto quedaba claro que el transporte todoterreno de un ejército como el US Army iba a necesitar mucho más que un Jeep con capacidad para cuatro plazas o 250 kilogramos de carga…
Un rival llamado Dodge
Los requerimientos para luchar no cesaban de crecer, si el Willys era como un potro desbocado, otros requerían vehículos mayores con más capacidad de carga, adecuados incluso para un mando móvil y que además contasen con un cable y un torno accionado por la propia transmisión del vehículo para rescatar a quien quedase por el camino. Dodge creó millares de vehículos como el WC57 que ilustra este artículo. Dicho 4x4 con motor de gasolina cargaba 800 kilogramos, tenía un peso total de 2.560 kilogramos y su longitud total era de 4,46 metros. Su ancho era de dos metros y la altura, con el toldo de lona, llegaba a los 2.07 metros. Aunque hoy en día las mamás utilizan todoterrenos mayores para llevar a su prole al colegio lo cierto es que las tropas americanas preferían los ligeros Jeep Willys, mucho más ágiles y maniobrables.
Con la misma base mecánica se desarrolló un Dodge 6x6, aquí vemos uno del modelo WC63, que también incorporaba torno con cable para rescates. Este auténtico camión todoterreno, no en vano tenía tres ejes dotados de tracción, veía crecer su peso total hasta los 3.250 kilogramos. Vamos, un camión ligero pero adecuado para el transporte de armamento y munición que todavía era bastante compacto, 5,72 metros de longitud total, y podía por tanto meterse en lugares realmente complicados. Todo ello transportando hasta 1.500 kilogramos de carga útil.
Dodge creó una extensa familia de camiones ligeros todoterreno de dos y tres ejes que se fabricaron por centenares de miles de unidades y se emplearon como talleres móviles, vehículos de mando, ambulancias, transportes de tropas, etc. Existieron muchas variedades y en todos los casos sus motores eran alimentados por gasolina, con cilindradas que iban desde los 3.294 cm3 en las primeras unidades hasta los 3.957 cm3 de los modelos con más capacidad. Existieron mecánicas en versiones de 79, 78, 92 y 99 CV de potencia máxima, aunque desconocemos que requerimientos militares hacían necesario disponer de motores con un caballo de diferencia entre versiones.
GMC: apostar a ganador
Curiosamente la globalización y las grandes industrias multinacionales ya eran una realidad en el siglo pasado. Buena prueba de ello es el caso de la General Motors, cuyos camiones GMC (General Motors Carrier) 6x6 fueron la columna vertebral de los ejércitos aliados, mientras que los Opel Blitz eran el transporte preferido por las tropas de la Alemania Nazi y Opel ya pertenecía por aquel entonces a General Motors. De hecho cuentan que cuando la Guerra enfrentó finalmente a Alemania frente a los USA ambas filiales de General Motors se separaron, pero manteniendo un acuerdo mediante el cual la filial del bando vencedor al final de la contienda bélica absorbería a la del bando derrotado. De modo que ganase quien ganase los camiones de la General Motors estarían en el bando vencedor. Finalmente la suerte y la sangre decantarían la balanza del lado de los GMC frente a sus enemigos de Opel.
Tras el ataque sufrido por los USA en su base naval de Pearl Harbour quedaba claro que si había que derrotar al Imperio Nipón sería necesario desembarcar en un gran número de islotes del Pacífico que se estaban convirtiendo en auténticos bunkers… ¡Y qué mejor que disponer de un camión anfibio para ello!
El Dukw, que inmediatamente sería apodado duck (pato) por las tropas escondía bajo un extraño casco marino con aspecto de pico de pato la mecánica de un camión GMC 6x6. Eso sí, flotaba y sus ruedas eran capaz de crear la corriente, junto a una hélice, para que navegase a unos humildes 10 km/h. Si los cañones del enemigo no lo hundían cada uno de estos camiones podría llevar hasta las playas del enemigo a 25 marines…
Este artículo, completo
publicado en la revista Truck
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Número 62 - Septiembre 2012
1 comentario
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Domingo, 06 Diciembre 2015 23:15
publicado por juan fresneda
Muy interesante la historia, gracias por compartirla
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