Citroën: Experto en furgonetas
Desde que André Citroën produjo su primer vehículo en 1919, el modelo A, uno de los primeros turismos ensamblados en cadena, también ofrecía varias versiones de furgoneta, tanto con caja cerrada como pick-up.
André Citroën entendía desde el principio que el automóvil tenía que servir también como vehículo de transporte de mercancía, y sólo de esta manera el automóvil se podía masificar y dejar de ser un juego para alguna gente adinerada. De hecho no era complicado crear carrocerías especiales sobre los bastidores de los turismos. Citroën ofrecía lo que se llama un derivado del turismo, cambiando simplemente la parte trasera de la carrocería de turismo en un útil vehículo de carga. Debido a que la demanda de inmediato era bastante elevada, ofrecía toda una serie de carrocerías adoptadas a sus usuarios, como versiones especiales para el panadero, y el Torpedo Comercial, una carrocería abierta con techo de lona fácilmente transformable en un vehículo de dos asientos y toda la parte trasera disponible para la carga, con una puerta en la parte posterior. De esta manera el vehículo podía servir de furgoneta a diario y de coche familiar el fin de semana. Realmente se compraba dos coches en uno, lo que para aquella época era de lo más práctico, y de hecho, se puede calificar como el antecedente de los derivados de turismo actuales, como el C-15 o el Jumpy.
Citroën ofrecía estas versiones de carga sobre toda su gama de modelos, los modelos A y B primero, y también utilizando el 5 CV, el más pequeño de la gama, que con una carrocería cerrada podía servir de furgoneta para 125 Kg. de carga. Se quedó en producción hasta 1925. Por el lado opuesto, ampliando la gama con modelos con motores cada vez más potentes, se creó el primer camión de una tonelada de carga útil sobre la base del B15, que destacaba por su cabina de acero entero – ya desaparecía la estructura de madera contrachapada con acero. También se ofrecieron unidades transformados en vehículos especiales de servicio, como autobombas para el servicio contra incendios, capaces de llevar todo un equipamiento dispuesto a atender rápidamente. Con los modelos C4 y C6, el último ya con motor de seis cilindros, Citroën entró en el sector de los furgones y pequeños camiones. Sobre la base del C6 nació el primer camión rápido en 1930 con 1,8 toneladas de carga, un modelo que tuvo un enorme éxito también en su versión de autobús.
Una furgoneta con cabina adelantada
En 1938 Citroën se adelantó con la creación de un nuevo tipo de furgoneta, la TUB (Traction Utilitaire Basse), que no solo llevaba la tracción delantera del conocido modelo 7CV de la marca, sino que destacaba sobre todo por su cabina adelantada, dejando mucho espacio para la carga a pesar de sus reducidas dimensiones generales. El TUB, basado en el concepto de una carrocería totalmente cúbica, era además fácil de cargar, también con productos voluminosos, ya que ofrecía una gran puerta trasera y otra lateral. Fue la primera vez que se presentó una furgoneta producida en serie con puerta lateral. Además sobresalía por su piso plano en su interior.
De este modelo, construido en varias miles de unidades antes de la guerra y al principio de la posguerra, surgió el Type H, conocido por su chapa arrugada y el pequeño morro pronunciado que llevaba el motor. Presentado en el salón de París de 1947, este modelo entró finalmente en producción en junio de 1948. Era enteramente metálica, sin chasis, con la tracción a las ruedas delanteras, motor procedente de 7CV y una carga útil de 1.200 kg. Destacaba por su piso totalmente plano, la puerta traseras de tres piezas, la mitad hacía arriba, la otra abriéndose por la izquierda y la derecha, más una puerta lateral. La chapa corrugada, utilizado en el avión Junker F19 en 1913 y en el posterior famoso Ju52 de 1932 – la misma que utilizaba Pegaso en sus primeros camiones – daba a la furgoneta una excelente rigidez a pesar de lo fino que era la chapa. Y mientras que el prototipo aún llevaba un plástico enrollable como ventana lateral, en la versión de serie esta pieza fue de chapa lisa para permitir utilizarlo como publicidad por la empresa propietaria de la furgoneta. El resultado de esta furgoneta fue sensacional: 473.289 unidades en 35 años de producción; una furgoneta inmortal, de la cual aún hoy día hay circulando algunas unidades, y muchas conservadas en los distintos clubes en todo el mundo.
Otro de los grandes éxitos de Citroën era el pequeño 2 CV, el coche para el pueblo debido a sus reducidos gastos de mantenimiento, su sencillez y su excelente comportamiento en carretera. Su versión de furgoneta representaba la Francia rural de los años cincuenta y sesenta. Fue utilizado en todos los rincones del país, con más de 1,2 millones de unidades producidas entre 1951 y 1978. Su práctica caja de chapa ondulada fue utilizada por cualquier, artesanos, campesinos, pequeños comerciantes, policía, el correo galo y un largísimo etcétera, ya que el 2 CV fue el vehículo de excelencia para cualquier tipo de pequeño transporte, que además, por su tracción delantera y la suspensión independiente no temía a los terrenos difíciles, capaz de buscarse siempre un camino.
En el campo de los derivados de turismo Citroën continuaba con la preparación de todos sus modelos en versiones de furgoneta. Nació la Dyane 6, un intento de modernizar el 2 CV, que más tarde dio lugar a la Acadiane, que sí reemplazó durante algunos años al inmortal 2CV, pero lejos de conseguir su misma fama. Desde 1978 fue ofertaba en diferentes versiones, también de Pick-Up, y un curioso modelo denominado “Week-End”, que podía servir de coche camping durante el fin de semana. También el Ami 6 fue suministrado en versión “Commerciale”, con las lunas chapadas, y “Service” de forma acristalada; y existía una versión de ambulancia. Le reemplazó el Ami 8 en 1969. El mayor éxito lo consiguió Citroën con la furgoneta C-15, basada en la Visa (ver recuadro). Además ofrecía sus versiones comerciales sobre los pequeños AX, el Saxo y actualmente utilizando las carrocería de los C2, C3 y C4.
En el segmento de los automóviles medianos fue el GS que se transformó en “Service” y “Entreprise”, bien con las lunas laterales chapadas o acristalado con una larga luna de una sola pieza. De este modelo también se ofertaban diferentes versiones. Mientras que el GS furgoneta se vendió en unas 22.000 unidades, su sucesor, el GSA, aún añadió 12.000 ejemplares más. EL BX, CX, e incluso el pequeño LN y el curioso Axel, la versión francesa del modelo rumano Oltcit (fabricado bajo licencia Citroën) recibieron versiones de furgoneta, que en sus opciones básicas podían ser ofrecidas a precios más reducidos. El experto carrocero Heuliez aportaba algunas carrocerías especiales sobre todo de ambulancia, que fueron utilizados en muchos países.
Colaboración entre franceses e italianos
El sucesor del Type H llegó en 1974 a mano de una furgoneta desarrollada en conjunto con el consorcio italiano Fiat. La Citroën C35, producido en 145.000 unidades hasta 1992, fue la gemela de la Fiat 242, ambas con el mismo concepto básico del Type H: un pequeño morro para el motor, tracción delantera y mucho espacio disponible para la mercancía a transportar. En 1981 recibía una hermana menor, la C25, otro desarrollo conjunto con Fiat, ofrecida en los mercados bajo sus diferentes denominaciones Citroën C25, Peugeot J5, Fiat Ducato, más en algunos mercados con el nombre comercial de Talbot Express. La PSA, entretanto propietario de Citroën y de Talbot, firmó el contrato con Fiat en 1978 al crear la empresa conjunta Sevel (Sociedad Europea de Vehículos Ligeros).
Bocanegra y su equipo
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