Ford Transit Custom FT310 Furgonetas

Prueba Van: Ford Transit Custom FT310 Batalla Larga

Pruebas Escrito por Saul Camero Jueves, 07 Noviembre 2013 23:00 tamaño de la fuente disminuir el tamaño de la fuente aumentar tamaño de la fuente 0

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Una gran habitabilidad, un equipamiento de primera y un motor excelente por rendimiento y economía de consumo, unido todo ello a un inmejorable diseño, hacen de la Transit Custom Kombi un vehículo ideal para el transporte de personas.

En los últimos meses hemos venido informando sobre la apuesta de Ford con la nueva serie Custom, con la que pretende hacerse un hueco entre los “grandes” de este segmento Mercedes Vito/Viano y Volkswagen Caravelle/Multivan. En este sentido, la marca del óvalo también ha derivado su oferta en dos posibilidades atendiendo a las variantes de pasajeros.

Por un lado, la conocida como Tourneo Custom, que propone una terminación muy cuidada y un equipamiento superior, y por otro la versión Kombi de la Transit Custom, que sin desmerecer a la primera también sugiere una dotación de altos vuelos y una conformación interior que permite viajar con total comodidad.

Casi idénticas

Y es que las diferencias entre ambas son mínimas y no pasan de los guarnecidos interiores –en la Kombi se ve mucha más chapa-, y algunos detalles externos, como los retrovisores y las protecciones laterales en color de la carrocería en el caso de la variante de mayor estatus. En el resto son como dos gotas de agua, pues motores, dispositivos de seguridad y de ayuda a la conducción, modularidad de los asientos, etc. son los mismos.

Con todo en esta ocasión nos decantamos por la configuración Kombi de batalla larga -3.300 mm por 2.933 mm de la corta- lo que en la práctica supone casi 37 centímetros más de longitud, y lo que es mejor, una mayor habitabilidad y más espacio dedicado al maletero que la arquitectura “estándar”.

En este sentido, la zona posterior deja un hueco libre de 84 centímetros de largo por 1,75 metros de ancho, longitud que se extiende hasta los 1,25 metros en el caso de plegar la tercera fila, por 1,70 metros si la retiramos por completo o por partes.

Lo mismo se puede decir de la segunda fila, que con ella plegada la distancia hasta el portón trasero crece hasta los 2,17 metros, por los 2,67 metros si la desmontamos por entero.

Ford Transit Custom FT 310

A todo ello hay que sumarle la posibilidad de plegar las butacas por partes –ambas filas se parten en disposición 2/3-1/3-, con lo que Ford ha conseguido crear un espacio totalmente modulable y amplio, capaz de atender cualquier necesidad operativa, superando las combinaciones posibles las 30 permutaciones.

En el caso que nos ocupa además, venía provista de una banqueta doble al lado del conductor para un total de nueve plazas, lo que le confiere más uso tipo lanzadera o “taxi” para desplazamientos puntuales tipo aeropuerto-hotel, o para viajes turísticos. En cualquier caso, se puede optar por un único asiento en el mismo emplazamiento, con lo que el pasajero delantero ganará en comodidad.

Luego, todos los pasajeros disfrutan de un espacio muy generoso para viajar cómodamente en todo momento, con espacio suficiente tanto en longitud como en altura. Además también cuentan con salidas de aireación individuales regulables en su caudal a través de un climatizador trasero. Tan solo echamos en falta la posibilidad de incluir una pequeña mesa escamoteable, tal y como proponen otros modelos similares.

“Tragamillas”

A nivel mecánico nuestra unidad de pruebas montaba el motor más potente de la serie, el 2.2 TDCi de 155 CV de potencia y 385 Nm de par, un propulsor que asocia una caja de cambios manual de seis relaciones en una combinación perfecta que repercute en el rendimiento del mecanismo, que resulta óptimo en todo tipo de terreno.

Una respuesta muy directa ante nuestro requerimiento –a partir de las 1.600 vueltas ya muestra todo su potencial- y el hecho de montar una transmisión rápida y fiable, hace que alcancemos la velocidad de crucero idónea con celeridad. Y a partir de aquí basta dejar la sexta marcha engranada para disfrutar de la conducción, pues gracias a sus largos desarrollos el motor trabaja con total “serenidad” y sin forzar la marcha en ningún instante. Y es que con decir que a 120 km/h la guja del cuentavueltas no va más allá de las 1.900 vueltas nos damos cuenta de su potencial. Lógicamente ello se ve reflejado en el consumo, que por ejemplo en autopistas y a ritmos alegres no va mucho más allá de los siete litros de media.

Pero la fuerza que sugiere este propulsor sirve para mucho más que para mover a esta Custom con gran agilidad incluso a plena carga, ya que también se deja notar un empuje acusado cuando se trata de recuperar –ver recuadro- o de mantener la inercia. Porque es posible acometer carreteras de cierto desnivel con marchas largas sin el menor problema y sin que tengamos que tirar de embrague, siempre y cuando nos mantengamos en un régimen de funcionamiento “coherente” por encima de las 1.800 rpm.

Calidad de marcha

Lo bueno de todo ello es que todo este caudal de energía se ve acompañado por una calidad de rodadura muy superior en comparación con las Transit conocidas, hasta el punto de que no desmerece prácticamente en nada a lo que ofrecen sus dos grandes rivales alemanes (Mercedes-Benz y Volkswagen).

Para ello se ha trabajado en profundidad en los trenes rodantes de cara influir de forma decisiva en el comportamiento del vehículo. Así, la suspensión ha sido convenientemente reglada en base a una menor dureza –hasta un 30%- de los muelles y a un mayor recorrido del tren delantero. Además, se han optimizado los bujes, mientras que los amortiguadores de gas se han configurado al estilo de los turismos de la marca.

Pero eso no es todo, en tanto que la estructura de la carrocería ha incrementado su rigidez torsional hasta en un 37%, lo que sumado al nuevo sistema de montantes del motor tipo Hydro se traduce en una ausencia prácticamente total de vibraciones en el interior, a un mínimo balanceo de la propia carrocería al forzar la marcha –por ejemplo al negociar una curva, acción en la que la precisión de la dirección también es un tanto a su favor- y, en definitiva, a un devenir suave y muy confortable.

El resto lo hace una dotación de seguridad muy completa, que incluye control de tracción y estabilidad, control de par vectorial que mejora el comportamiento en curva, asistencia de arrancada en pendiente o mitigación del vuelco entre otros.

Los motores

Como ya hemos escrito en otras ocasiones con motivo de la presentación de la gama y de la prueba que realizamos a una unidad de la Tourneo Custom, tres son los motores que monta el nuevo modelo de Ford, todos ellos diesel Euro 5, los cuales parten de un bloque de 2,2 litros de cilindrada para potencias declaradas de 100, 125 y 155 CV, siendo los pares máximos de 310, 350 y 385 Nm, respectivamente. Para transmitir la fuerza al asfalto a través del eje delantero, utilizan un cambio manual de seis relaciones.

La cabina

Muchos enteros ha ganado la gama Custom respecto a lo que ofrecía la Transit que conocemos. Y es que en Ford han apostado por un diseño muy en consonancia a lo que proponen los turismos de la marca. Una terminación muy cuidada en la que sobresale un panel central que recoge una gran parte de los dispositivos de control es una de sus grandes señas de identidad, sobresaliendo también un volante idéntico al que sugiere el Focus. No debemos asustarnos por la profusión de pulsadores, pues su manejo es muy intuitivo.

Zona de pasajeros

La gran habitabilidad de la que hace gala es la mejor virtud que podemos destacar de la zona de pasajeros, pues tanto la segunda fila como la tercera concentra tres asientos reales en cada caso, con lo que está perfectamente configurada para poder hacer grandes viajes sin el menor tipo de problema. Por lo que respecta al acceso interior, un pequeño “pero”, y es que la altura al piso -550 mm- dificulta un tanto el paso al interior, sobre todo en el caso de los niños o las personas mayores con menor movilidad.