Prueba Van: Mercedes-Benz Vito 114 CDI Furgón Larga (Tracción trasera)

Mercedes-Benz Vito 114 CDI Furgón Larga Pruebas de furgonetas

Pruebas Escrito por Saul Camero Jueves, 02 Julio 2015 00:00 tamaño de la fuente disminuir el tamaño de la fuente aumentar tamaño de la fuente 0

Valora este artículo

(7 votos)

Mercedez-Benz puede presumir de contar con el único vehículo comercial de su categoría con la posibilidad de elegir entre tracción delantera, trasera y total 4x4. En esta ocasión presentamos la Vito cuya fuerza del motor se transmite al asfalto a través del tren posterior.

La cada vez mayor especialización en el transporte profesional ha determinado que las necesidades actuales sean muy específicas, algo que tienen muy presente en Mercedes-Benz, que con la nueva Vito ha dado un golpe encima de la mesa al ofrece al mercado un vehículo que cubre todo lo que hoy en día precisa un colectivo como el de los “furgoneteros”.

En este caso, contábamos para nuestra prueba con una variante de tracción trasera, la configuración más idónea para aquellos trabajos en los que necesita cargar un mayor peso (por ejemplo, en la paquetería) y, por lo tanto, se demanda de una elevada tracción bajo esas condiciones de conducción y un dinamismo especialmente alto. Consecuencia de ello, la Vito en cuestión se beneficia de un diámetro de giro más corto, ante la ausencia de semiejes que restrinjan el ángulo de orientación de la dirección.

Formato largo

Es precisamente por esa necesidad de tener que mover el máximo de carga con la mayor agilidad posible por lo que Mercedes-Benz ha determinado que los motores encargados de ello sean los más potentes (el OM 622 de 1,6 litros de cilindrada y potencias de 88 CV y 114 CV quedan para las Vito de tracción delantera), disponiendo en esta ocasión de una versión con el propulsor de 2,15 litros de capacidad con una potencia declarada de 136 CV y 330 Nm de par. Asociado a esta mecánica, se acopla un cambio manual de seis relaciones.

Dejando para más adelante la respuesta que es capaz de ofrecer este motor y su rendimiento (magnífico, avanzo), señalar que disponíamos de una Vito de 5,14 metros de longitud (la medida intermedia de las tres disponibles, siendo 4,89 y 5,37 metros las otras dos), que cargamos convenientemente con 300 kilos de peso, carga suficiente para precisar de una forma fehaciente el comportamiento de la furgoneta alemana en condiciones reales de marcha.

En el habitáculo, la sensación de calidad es bastante alta a pesar de que su diseño resulta un tanto sobrio. Cierto es que la posición cara a la marcha está bastante bien conseguida, siendo la visibilidad magnífica desde todos los ángulos, incluso a través de los retrovisores, ya que incluyen cristales de gran angular. En cualquier caso, Mercedes-Benz ofrece la posibilidad de solicitar el “control de ángulo muerto”, un sistema activo a partir de 30 km/h basado en dos sensores de radar de corto alcance en el paragolpes trasero. Si dichos sensores divisan un vehículo en el ángulo muerto, una luz roja con forma de triángulo que se proyecta en el mismo retrovisor nos advierte del peligro.

Gran rendimiento

Puestos “manos a la obra” lo primero que sorprende de esta Vito, es la magnífica respuesta de su motor nada más ponernos en marcha. Y es que a las poco más de 1.200 rpm ya notamos un empuje bastante considerable, haciéndose muy presentes los 330 Nm de par en un amplio espectro del cuentavueltas. La presencia de un doble turbocompresor, uno pequeño de alta presión que funciona en el gama baja de revoluciones y uno grande de baja presión que trabaja a altas vueltas, nos permite ganar en celeridad de una forma rápida y sin el menor problema, particularidad en la que también tiene mucho que ver la rapidez del cambio y una desmultiplicación (i=5,076 a 0,675) que nos garantiza una gran potencia en margen de utilización muy extenso.

Lo mejor de todo ello es que el motor en ningún momento da sensación de fatiga incluso cuando gira a altas revoluciones. Un claro ejemplo de ello es que a 120 km/h, en sexta, el cuentavueltas marca 2.150 vueltas, quedando todavía un “pico” de fuerza máxima disponible para el caso de ser necesario.

Ello lo pudimos comprobar al hacer frente a zonas en las que la carretera presentaba desniveles más o menos importantes, y en los que la Vito se mostró con una gran suficiencia incluso circulando a marchas altas, pues en muy pocas ocasiones teníamos que tirar de palanca para recuperar la inercia.

En resumen, que se trata de un motor pleno de fuerza, perfectamente capacitado para salir airoso de cuantas dificultades se le presenten sin grandes problemas. Sólo hay que echar un vistazo a nuestras mediciones (aceleraciones y recuperaciones), para hacerse una idea de la suficiencia con la que es capaz de ejecutar maniobras como puedan ser los adelantamientos, independientemente de la carga que llevemos en cada momento.

El fuerte “carácter” de esta Vito no tiene una consecuencia “negativa” en el consumo de carburante, más bien todo lo contrario, como lo demuestra el hecho de que en ningún caso el gasto se dispara, ni siquiera en ciudad, en donde no va mucho más allá de los 8,2 litros (la presencia en este caso del Start & Stop resulta fundamental), por los 6,19 litros que consume en entorno interurbanos.

En todo esto también tiene mucho que ver la optimización de la cadena cinemática y de los grupos auxiliares (alternador, bomba de combustible, compresor del equipo de aire acondicionado, etc.), así como el hecho de contar con una dirección con asistencia electromecánica que únicamente precisa energía al girar el volante. Al trabajar de forma variable en función de la velocidad, el gasto disminuye cuando circulamos a ritmos vivos.

Comportamiento ejemplar

Esta ductilidad de la dirección, unido a su gran precisión resulta fundamental a la hora de llevar un dinámica durante la marcha perfecta, no ya sólo desde el punto de vista de la maniobrabilidad (en ciudad se desenvuelve con gran solvencia incluso al circular por calles estrechas), sino también desde la seguridad, gracias a un guiado perfecto que sigue fielmente la trayectoria marcada.

El hecho de tratarse de un tracción trasera se traduce, cuando transitamos cargados, en una calidad de rodadura magnífica, con un paso por curva muy eficaz en los que la carrocería apenas se balancea. El nuevo dimensionamiento de los muelles y amortiguadores del eje posterior hacen perfectamente su trabajo en este sentido, mientras que al haberse reposicionado estos últimos impide la transmisión de ruidos al interior derivados del traqueteo del tren de rodaje. También el nuevo diferencial trasero es mucho más silencioso, además de que la suspensión delantera es más rígida, inhibiéndose mejor la transmisión de las vibraciones.

Los motores

Las variantes de tracción trasera únicamente están disponibles con el motor OM 651 de 2,15 litros de cilindrada, que se ofrece con tres niveles de potencia: el 114 CDI entrega 136 CV y un par de 330 Nm; por su parte el 116 CDI alcanza los 163 CV para 380 Nm de par. Finalmente, la Vito 119 BlueTEC es un Euro 6 de 190 CV y 440 Nm de par. Los dos primeros utilizan un cambio manual de 6 relaciones por uno automático (7G-TRONIC PLUS) el más potente.

La cabina

Como buen producto Mercedes que es, no podemos poner un “pero” a la calidad de construcción del habitáculo, siendo la presentación muy cuidada. Además, resulta un espacio muy ergonómico, con todos los elementos de control muy próximos al conductor, de manera que no tendrá que apartar la vista de la carretera para accionar cualquier de ellos. Eso sí, el diseño del panel frontal resulta un tanto impersonal para tratarse de un producto alemán.

Compartimento de carga

Mercedes-Benz nos dejó para nuestra prueba un tracción trasera de batalla corta (3.200 mm) y voladizo trasero alargado, para una carrocería de 5.140 mm. Así, la zona de carga presenta una longitud de 2.831 mm., que se amplían hasta los 3.201 mm. si hacemos uso de los 37 cm. extra que encontramos bajo la mampara, siendo la anchura 1.650 mm. y la altura 1.360 mm., dando lugar a un volumen interno de 6,3 m3 y 776 kilos de carga útil.