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Prueba Van: Volkswagen Crafter 35 2.5 TDI Prueba Van: Volkswagen Crafter 35 2.5 TDI © JuanCaraballoFotografo.es

Prueba Van: Volkswagen Crafter 35 2.5 TDI

Pruebas Escrito por  Viernes, 09 Septiembre 2011 13:46 tamaño de la fuente disminuir el tamaño de la fuente aumentar tamaño de la fuente 1
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Para realizar trayectos interurbanos con el mayor volumen de carga posible de una manera ágil, nada mejor que optar por esta Crafter de 3,5 toneladas con el motor TDI de 164 CV de potencia.

Poder absoluto

Con el paso de los años, los grandes furgones están más preparados para lo que se pide de ellos. Ya no vale sólo con proponer una gran capacidad de carga, sino que este parámetro debe venir acompañado de otros a cada cual más importante (seguridad, potencia, equipamiento, etc.), que hagan de nuestro vehículo una perfecta herramienta de trabajo fiable y robusta.

Y estas son precisamente las propuestas de la Volkswagen Crafter 35 2.5 TDI, un modelo que comenzó su andadura en el mercado nacional de vehículos comerciales en el año 2006, sustituyendo a una vetusta LT cuya vida comercial ya tocaba a su fin.

Prueba Van: Volkswagen Crafter 35 2.5 TDI

 

Grande y voluminosa

Prueba Van: Volkswagen Crafter 35 2.5 TDI

Aunque la marca alemana lleva más allá de las 3,5 toneladas de peso a la Volkswagen Crafter 35 2.5 TDI –las variantes más pesadas alcanzan los 5.000 kilos de MMA-, decantándonos por la primera opción, además de suponer no tener que instalar tacógrafo digital -obligatorio precisamente a partir de ese peso-, también tendremos la posibilidad de optar por la versión de mayor volumen posible, que en el caso de este vehículo llega hasta los 15,5 m3. Ello nos permitirá cargar casi todo tipo de mercancías, pues gracias a unas cotas interiores más que generosas, el tamaño de las mismas casi es lo de menos.

Tampoco desmerece en nada a la categoría del vehículo la cabina que Volkswagen ha preparado. Se trata de un espacio que destaca, entre otros muchos aspectos, por su gran habitabilidad, con una distancia entre puerta y puerta de 1,67 metros, lo que nos permite desplazarnos por el interior con cierta soltura.

La estancia también resulta bastante agradable, tanto para el conductor como para los pasajeros –éstos cuentan con una banqueta lo suficientemente ancha (88 cm) como para viajar cómodamente-. Por lo pronto, el puesto de conducción está pensado para que su ocupante tenga controlado en todo momento lo que ocurre de puertas para adentro y para afuera.

Prueba Van: Volkswagen Crafter 35 2.5 TDI

Para ello, los ingenieros han trabajado en dos aspectos: por un lado, el ordenamiento de la cabina es, como suele ocurrir en los modelos de la firma germana, el mejor y más práctico posible. Podrá gustar o no su diseño –eso ya queda para el gusto del consumidor-, pero lo que no se podrá negar es que a ergonomía pocos le ganan, ya que todos y cada unos de los mecanismos y gadgets que incluye la Crafter, son de un manejo muy intuitivo y están muy próximos al gobierno.

Por otro lado, se ha puesto especial cuidado en dotar al asiento principal de las opciones de ajuste necesarias para tener la mejor panorámica posible desde su emplazamiento. Además, las generosas superficies acristaladas, laterales y frontal, contribuyen especialmente a tener un perfecto control sobre los aspectos relacionados con la conducción.

Bien es verdad que al tratarse de la configuración de mayor tamaño con la que cuenta Volkswagen –casi 7 metros de longitud y 2,72 metros de alto- pueda parecer que ante ciertas maniobras, como son los movimientos en las distancias cortas, tengamos que poner especial cuidado en nuestro proceder, pero no es menos cierto que la Crafter dispone de una serie de elementos de ayuda que facilitan enormemente ejercicios como los de aproximación a otros vehículos para aparcar o los giros por calles excesivamente estrechas. Nos estamos refiriendo a los radares de control de estacionamiento, que además de avisadores acústicos, cuenta con otros oculares que se reflejan con mayor intensidad en el espejo retrovisor y en una pequeña consola situada en la parte superior del salpicadero, próxima al parabrisas, a medida que nos vamos acercando al obstáculo.

A este opcional, se suma una dotación de serie y bajo pedido muy completa, de modo que podemos acceder a cualquier tipo de dispositivo de confort o seguridad que nos propongamos. Importante reseñar en este caso, que la Crafter monta de fábrica sistemas tan importantes como el ABS o los controles de tracción (ASR) o estabilidad (ESP), apuntándose el modelo alemán un tanto en este sentido frente a competidores que los ofrecen como opción.

No faltan en otro orden de cosas los mecanismos más usuales (elevalunas, airbag frontales, climatizador, etc), a los que se puede añadir navegador, teléfono manos libres, suspensión neumática del asiento, cruise control, etc.

Marcha segura

En cualquier caso, lo mejor está por venir, y llega justo en el momento en el que giramos la llave del contacto. Eso sí, justo en ese momento advertimos una rumorosidad algo excesiva que no tiene respuesta en la insonorización del habitáculo, algo de lo que deberían tomar nota los técnicos de la marca para futuros desarrollos.

También hay que apuntar en el debe de esta unidad una ligera pereza a iniciar la marcha, pues le cuesta un tanto atender a nuestro requerimiento, no siendo hasta las 2.000 vueltas cuando empieza a mostrarse en todo su esplendor, siendo la respuesta a partir de aquí muy considerable.

Así y todo, está particularidad no debe ser tenida muy en cuenta en tanto en cuanto se trata de una variante cuyo radio de acción va mucho más allá del tráfico urbano, en el que las continuas arrancadas a las que debemos hacer frente sí que pueden llegar a resultar un factor que reste efectividad al tránsito en sus primeros pasos, sobre todo si vamos a plena carga.

Prueba Van: Volkswagen Crafter 35 2.5 TDI

 

Ahora bien, reparando que en un porcentaje muy alto nos vamos a mover por vías más o menos rápidas, en las que la aguja del cuentavueltas prácticamente siempre estará por encima del régimen indicado, esta variable no pasa de ser una mera anécdota.

Todo lo que sea superar esta cota, se traducirá en un empuje muy acusado, que nos hará transitar en la mayoría de las circunstancias con una gran soltura, pues además la ganancia de fuerza llega de una forma muy lineal y suave, no produciéndose saltos en la curva de potencia prácticamente en ningún instante.

En todo este entramado, juega un papel fundamental un grupo transmisor de seis relaciones realmente efectivo, tanto por la simbiosis que tiene con un bloque motor al que descarga en grandes dosis de su trabajo, como por su accionamiento suave, rápido y efectivo, con unos desarrollos que le mantienen dentro de unos patrones adecuados para que el consumo de combustible no se vea penado.

De cualquier forma, y haciendo un adecuando uso del cambio, nuestro curso será bastante eficiente y ágil, quedándonos siempre un margen de impulso para cuando sea necesario. Sólo hay que analizar algunas de las lecturas que nos sugiere el cuentavueltas, pues en sexta velocidad a 110 km/h la aguja no sube de las 2.500 vueltas, quedando un poso de energía suficiente para cuando sea preciso.

En el momento de transitar por carreteras con cierto desnivel, no tendremos ningún problema siempre y cuando no dejemos caer el cuentarrevoluciones por debajo del régimen mínimo de rendimiento óptimo, en cuyo caso la rápida respuesta del cambio se encargará de sacarnos de más de un apuro.

Dejamos para el final el comportamiento, porque tiene especial significación en un vehículo de su tamaño, dado que da a entender que será un tanto inestable, si bien una vez tentadas sus aptitudes en este ámbito, si hemos tenido algún temor en este sentido enseguida desaparecen.

Cierto es que por la figura que presenta, hay que tener presente que de algún modo u otro el subviraje aparecerá en determinadas circunstancias. De cualquier forma el esquema de las suspensiones que propone la Crafter no deja lugar a la duda, en tanto que está preparado para sujetar al vehículo firmemente sin que por ello haga falta mostrar una rigidez muy excesiva. No obstante, Volkswagen ha suavizado el tarado de los trenes rodantes gracias a unos elementos que se han aligerado utilizándose para su composición materiales menos pesados –por ejemplo, las ballestas ya no son de acero-, que además absorben perfectamente las impurezas del asfalto. Todo ello ha contribuido a mitigar los movimientos laterales intrínsecos en este tipo de furgones, con lo que el proceder no resulta nada nervioso, incluso llega a ser bastante placentero cuando circulamos por vías rápidas, siendo el manejo del volante muy efectivo y directo en todas las suertes.

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Saul Camero

Probador de vehículos comerciales. Redactor especialista en Transporte y vehiculo industrial.

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1 comentario

  • Enlace al Comentario Chavita Martes, 05 Junio 2018 04:46 publicado por Chavita

    Hola ! Me gustaría mucho saber donde puedo tomar cursos intensivos de una vw crafter TDI y poder obtener manuales de la misma les agradecería mucho esa información!!!gracias

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Javier Pedroche

Director de la Revista Truck y Editor de Editorial Primera Línea es el jurado en España del TRUCK OF THE YEAR y del VAN OF THE YEAR

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