Prueba Van: Ford Transit Sportvan
Tal y como nos tiene acostumbrados, Ford vuelve a sorprendernos con la puesta en escena de una variante de la Transit a la que se le ha sometido a un ejercicio de estilismo cuyo resultado es un vehículo que no dejará impasible ni al amante del tunning más exigente.
Traje a medida
De vez en cuando algún fabricante que otro nos sorprende con series especiales que resultan muy llamativas desde el punto de vista de su diseño. Cierto es que estas tendencias puede que no estén cargadas de razones prácticas, sobre todo en el segmento en el que nos movemos, pero no podemos discutir que tampoco está demás dejar “volar” la imaginación de los diseñadores y comprobar hasta dónde puede llegar la industria automovilística.
¡Qué bonita!
Y en este caso hay que reconocer que se ha hecho un inmejorable ejercicio de estilismo, algo a lo que ya estamos acostumbrados con Ford. No es que la Transit Sportvan incluya cambios significativos en su concepción a nivel general, pero sí que adopta una serie de modificaciones que la distinguen de sus consanguíneos y que sin duda la convierten en la “más guapa de la clase”.
Así, los técnicos de la marca del ovalo han trabajo en conjunto con la empresa MS Design en un kit estético que toca varios apartados. Y sin duda el más llamativo, es el que tiene como protagonistas a las llantas de aleación, tanto por su llamativo diseño como por las dimensiones de las mismas, de nada menos que 18 pulgadas, que admiten una calza de 235/45 de medidas. Sólo un pero: llaman tanto la atención, que se convierten en una presa muy golosa para los amigos de lo ajeno. Habrá que estar muy pendiente del lugar en donde la dejemos aparcada.
El rediseño ha continuado por la sección central, con la adopción de un spoiler rematado por una protección color plata mate similar a la que montan algunos todocaminos actuales. El frontal se completa con dos franjas blancas que recorren longitudinalmente el capó que le da al vehículo un carácter deportivo todavía más acusado. Se trata de una solución similar a la que utilizan algunos turismos de la marca, concretamente las versiones más deportivas conocidas con el sobrenombre de ST. Lástima por otro lado que para plasmar estos dos trazos se haya recurrido a sendas pegatinas en lugar de a pintura, pues corremos el riesgo de que alguien nos haga alguna “gracia”. En cualquier caso, además del color Performance Blue, Ford ofrece la posibilidad de optar por otros colores metalizados para su carrocería.
Pero no solo la parte anterior las llantas son llamativas, pues el kit de la Sportvan incluye otras solucione igual de sugerentes. Así, los faldones laterales y traseros, y la doble salida de escape cromada le dan un toque exclusivo al vehículo.
Interiormente, los cambios más significativos tienen que ver con su conformación y con la inclusión de algunos detalles de acabado y equipamiento característicos de esta serie especial.
SI NOS HA GUSTADO
- Imagen atractiva
- Elasticidad del motor
- Comportamiento
NO NOS HA GUSTADO
- Algunos detalles de acabado
- Precio
- Volante sin regulación
Mejoras por dentro
Por lo pronto, Se ha optado por dos asientos individuales en lugar de uno y una banqueta doble. Además, ambos se decantan por tapicería de piel que eleva el caché del vehículo. También en piel viene forrado el pomo de la palanca del cambio y el volante, el cual incluye radios de aleación, situándose entre estos los mandos del control de velocidad de crucero. El resto del interior es calcado al que adoptan el resto de las Transit.
Eso sí, la Sportvan da un salto cualitativo, tal y como hemos comentado, en lo que se refiere al equipamiento. Así, además de los elementos más comunes (aire acondicionado, elevalunas y espejos eléctricos –además de calefactados-, cierre centralizado con mando, airbag de conductor, ABS, etc.), monta de serie, entre otros dispositivos, ordenador de abordo, encendido automático de las luces, cristales tintados, faros antiniebla, ayuda de arrancada en pendiente, programa electrónico de estabilidad (ESP) y tracción (AYC), airbag de pasajero, equipo de sonido con cargador para seis CDs con mandos en la columna de la dirección, … y así un largo etcétera, lo que da una idea de su exclusividad.
Un tiro
Por sus especiales características, la Sportvan únicamente está disponible en configuración furgón de batalla corta y techo bajo, en tracción delantera y con el “nuevo” motor 2.2 Duratorq de 140 CV de potencia. Y ponemos entre comillas lo de nuevo por que en realidad no se trata de un propulsor inédito, sino que deriva directamente de un bloque de idéntica cilindrada al que se le ha incrementado la potencia en 10 CV. Asociado a esta mecánica Ford acopla el grupo transmisor manual Durashift de seis relaciones.
Ni que decir tiene que se trata de un propulsor brillante en toda su extensión. Con ello queremos señalar que desde el mismo momento en el que se pone a girar demuestra un brío –los 350 Nm de par tienen buena parte de culpa- y una disposición al trabajo encomiable, no resultando nada perezoso, más bien todo lo contrario. Además, asusta su linealidad y suavidad a la hora de entregar la potencia, ayudado también por un cambio rápido y efectivo. Con todo ello, es fácil ganar velocidad incluso a plena carga.
El hecho de que cuente con una sexta velocidad le va muy bien al motor, pues nos permite circular siempre a un régimen de vueltas no muy alto casi en ningún momento, produciéndonos una sensación de ir sobrado incluso a altas velocidades. Tal es así que con la relación más alta engranada apenas llegamos a las 2.225 rpm con la aguja del velocímetro situada en los 120 km/h. Y teniendo en cuenta que alcanza las 3.600 vueltas de régimen máximo,… Como a los de Ford se les ocurra comercializar una Sportvan con la mecánica de 200 CV, a más de uno se le hiela la sangre.
Pero es que incluso con la sexta marcha metida es capaz de salvar escollos como vías de perfiles con desniveles importantes sin tener que hacer uso del cambio. Eso sí, siempre que no dejemos caer el motor por debajo de las 1.800 revoluciones.
En cuanto a su comportamiento, resulta excelente en cualquier circunstancia. El ajuste de sus trenes rodantes, sumado al hecho de ser un tracción delantera y de no tratarse de una unidad de gran volumen hacen que la Sportvan sea muy noble de reacciones, dando la sensación de circular por raíles en todo momento.
Se trata con todo de un modelo muy llamativo con un mercado potencial muy específico. Ahora bien, hay que tener presente que no todo puede ser bueno, y que por hacerse con esta joya tendremos que mirar bien nuestra cartera, pues su precio ronda los 30.000 euros.
La cabina
Aunque idéntica en su concepto a la que propone el resto de la gama Transit, la Sportvan incluye pequeñas diferencias que la hace distinguirse de las propuestas por el resto de la serie. Lógicamente, éstas se refieren a los acabados, que están mucho más cuidados, como no podía ser de otra manera.
Por lo pronto, la conformación del habitáculo varía de la que sugieren el resto de furgones, pues en lugar de una banqueta corrida de dos plazas en la zona del pasajero se ha optado por una única butaca, que además de resultar especialmente cómoda y amplia, deja una espacio libre en el interior muy superior adoptando esta conformación, lo que agradecerán los ocupantes. Además, los tapizados también son especiales, pues ambos asientos vienen forrados en piel, lo que da a la cabina un toque de glamour acorde con el resto del vehículo.
Los motores
Si bien es cierto que Ford es uno de los fabricantes que cuentan con mayores posibilidades mecánicas para la Transit –incluso existen dos series de tres y hasta cuatro motores dependiendo de si se trata de una versión de tracción delantera o trasera-, la Sportvan únicamente se decanta por un propulsor diesel de inyección directa common rail que responde a la denominación 2.2 Duratorq TDCi y que desarrolla 140 CV de potencia, con un par máximo de 350 Nm entre las 1.800 y 2.400 rpm. Se trata de un bloque recién estrenado por parte de la marca del óvalo, pero que sin embargo no es nuevo, en tanto que deriva directamente del que se montaba hasta ahora para las variantes con el tiro al tren delantero, el cual entregaba 130 CV.
El compartimento de carga
Desde luego no se trata de una variante especialmente espaciosa desde el punto de vista de la capacidad de carga. Es lo que tiene desarrollar una serie especial, en la que resulta más importante el diseño que otra cosa. Y es que si precisamos de una versión con mayor carga útil o volumen efectivo, Ford ya cuenta con multitud de configuraciones con diferentes volúmenes y pesos que se adaptan a cualquier necesidad específica.
Aun así, la Sportvan propone unos números más que interesantes, yéndose el piso de la caja hasta los 2,45 metros de longitud, por los 1,75 metros de ancho, siendo el paso de rueda de 1,40 metros. Otro tanto podemos decir de las puertas posterior y lateral que dejan el suficiente espacio –siempre teniendo presente la arquitectura del modelo- para cargar y descargar sin agobios por el tamaño de las mercancías.
Saul Camero
Probador de vehículos comerciales. Redactor especialista en Transporte y vehiculo industrial.
Email Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.Lo último de Saul Camero
- Daimler Truck será protagonista en el 2º Congreso Nacional de la Mujer en el Transporte
- MAN Truck & Bus estará en el 2º Congreso Nacional de la Mujer en el Transporte
- Cepsa será protagonista en el 2º Congreso Nacional de la Mujer en el Transporte
- Grupo Nieves participará en el 2º Congreso Nacional de la Mujer en el Transporte
- El 2º Congreso de la Mujer en el Transporte contará con la participación de Ford Trucks
Deja un comentario
Asegúrate de llenar la información requerida marcada con (*). No está permitido el código HTML. Tu dirección de correo NO será publicada.