Prueba Mercedes-Benz Vito 110 CDI
Si bien la Vito actual es ya toda una veterana en el segmento de los comerciales medios, pues fue hace seis años cuando se presentó en sociedad, sigue siendo un producto de un excelente rendimiento y más ahora cuando estrena un motor de nuevo desarrollo con un consumo muy contenido.
Cierto es que ya se ha dado a conocer la última actualización de la Vito, que presenta novedosos propulsores, una dotación tecnológica y de seguridad de última generación, y algunos cambios estéticos, pero no será hasta finales del año cuando verá la luz, con lo que el modelo actual todavía tiene recorrido, y más aún con el nuevo motor OM622 que llegó a finales del año pasado.
La estrella está presente
Porque, aunque pasen los años por ella, la Vito sigue siendo la Vito, es decir, un vehículo perfectamente desarrollado, con una alta calidad de construcción y con grandes posibilidades de utilización. También ofrece la opción de hasta tres longitudes de carrocería, con lo que siempre habrá una Vito lista para prácticamente cualquier necesidad.
Dejando para más adelante la verdadera esencia (y motivo de esta prueba) del comercial medio de la marca de la estrella, como es su novedosa mecánica, decir que en esta ocasión contábamos con una variante de tracción delantera y arquitectura larga, para una longitud total de 5.140 milímetros (3.200 milímetros de batalla). Ello se traduce en una zona de carga bastante amplia, con un largo de 2.831 mm si contamos el hueco de la parte baja de la mampara separadora (de 370 milímetros), siendo la anchura de 1.650 milímetros (1.270 milímetros entre los pasos de rueda) y la altura de 1.360 milímetros, con lo que el volumen efectivo llega a los 6,3 m3. Además, la superficie de carga es de 4,83 m2 y por todo el piso e incluso las paredes laterales se encuentran repartidas varias argollas de sujeción.
No olvidemos que es el único vehículo de su categoría que ofrece tracción delantera, trasera e integral
Señalar que, opcionalmente, y aunque nuestra unidad no venía provista de equipamiento extra alguno, es posible revestir el interior con diversos materiales y con opciones como un sistema para la sujeción de la carga que permite asegurarla de manera correcta. Así, se puede fijar sobre los dos rieles de anclaje del piso con ayuda de correas de sujeción opcionales. La carga de tracción máxima puntual de cada raíl es de 500 daN. Además, la trama de agujeros a una distancia de 25 milímetros permite dicha sujeción de forma flexible.
Por su parte, la altura de carga es la idónea para poder cargar y descargar con facilidad, pues no supera los 45 centímetros, mientras que el hueco tanto de la apertura lateral como posterior presentan medidas lo suficientemente generosas como para no tener dificultades a la hora de realizar estos trabajos.
En este sentido, la apertura posterior presenta un ancho de 132 centímetros, por un alto de 128 centímetros. Asimismo, la puerta trasera de doble hoja es batiente y puede abrirse 270º y bloquearse en esta posición con ayuda de sujetadores magnéticos. Destacar por otro lado que, si se precisa de un mayor volumen de carga, Mercedes-Benz también cuenta con una Vito de carrocería extralarga, con una longitud de 5.370 milímetros para una zona de carga de 3.061 milímetros y un volumen útil de 6,9 m3, siendo en este caso la superficie de 4,76 m2.
Así y todo, nuestra Vito era una variante básica, con lo que no había ninguna concesión al lujo, siendo el aspecto interior un tanto sobrio. Pero, como quiera que Mercedes-Benz dispone de multitud de opciones, siempre podremos contar con una terminación más vistosa y funcional de acuerdo a nuestras necesidades.
Motor compacto
Tal y como hemos comentado al principio, la gran novedad de esta Vito tiene que ver con el nuevo bloque compacto que se esconde bajo su capó. Se trata de un motor que incrementa la cilindrada desde los 1.598 cc de la bancada a sustituida a los 1.749 cc del actual, para una potencia declarada de 102 CV a 3.800 rpm y un par máximo de 270 Nm entre las 1.500 y las 2.250 rpm.
Entre las mejoras que incluye este inyección directa common rail con cuatro válvulas por cilindro, destacar que todos los sistemas de depuración de gases (desarrollados por Mercedes-Benz) están situados junto al mismo motor, al tiempo que monta un catalizador SCR adicional. También dispone de pistones de acero con menor fricción, así como de un intercooler de aire/agua, mientras que la presión de inyección pasa de los 1.600 bares a los 2.500 bares, con lo que mejora su rendimiento en todas las circunstancias. Es decir, en líneas generales se trata de un propulsor adaptado perfectamente a las exigencias de una furgoneta Mercedes-Benz.
Buena propuesta
Con estos condicionantes, solo podemos decir el motor responde perfectamente a nuestra demanda y si bien no hay que esperar una gran explosividad en su puesta en escena, el hecho que el máximo par aparezca a las 1.500 vueltas, nos garantiza un inicio seguro de la marcha.
También el cambio manual de seis relaciones hace su trabajo, una transmisión que se acopla perfectamente a esta mecánica y que resulta de muy fácil manejo, con un perfecto escalonamiento de las marchas.
Ello hace que en pocos segundos alcancemos una velocidad de crucero de 90 km/h en carretera abierta, con la aguja del cuentavueltas marcando las 1.650 rpm con la sexta marcha engranada. Cierto es que en carreteras con cierto desnivel y a plena carga, perdemos algo de inercia, con lo que rápidamente tenemos que tirar de palanca y bajar de relación, instante en que nuestra Vito recupera todo su brío. Y es que en quinta el tacómetro anuncia 2.100 vueltas, y teniendo en cuenta que su máxima fuerza se muestra hasta las 2.250 rpm, tenemos garantizada la agilidad que precisamos.
En cualquier caso, si nuestro proceder se va a centrar más por escenarios extraurbanos y sistemáticamente vamos a cargar nuestra Vito al máximo de su capacidad, es mejor decantarse por el siguiente motor en el escalafón, el OM622 de 136 CV, que llega a los 330 Nm entre las 1.750 y las 2.500 rpm, y responderá mucho mejor a nuestras exigencias.
Como quiera que esta unidad está más centrada, por la especial configuración de su cadena cinemática y tracción delantera, para los escenarios urbanos, los 102 CV se antojan suficientes. Luego, el proceder de la Vito es el mejor posible independientemente de por donde se desenvuelva. La dirección es muy precisa y directa, y su comportamiento tanto en giros a baja velocidad, como a la hora de afrontar curvas muy cerradas es encomiable, con un nivel muy alto de confort, teniendo en cuenta que la carrocería se sujeta muy bien al asfalto, sin apenas desplazamientos laterales del tren trasero y con subvirajes casi inapreciables incluso al forzar mucho la marcha. Además, por si ello fuera poco, la sonoridad percibida en el interior es realmente baja y tampoco se filtran prácticamente las irregularidades del asfalto. A destacar, asimismo, unos frenos muy eficaces que dan una gran sensación de seguridad.
Por lo demás, señalar que la Vito incorpora todos los sistemas de seguridad de última generación puestos a disposición de la gama por parte de Mercedes-Benz, si bien, como siempre suele ocurrir con la marca de la estrella y más en el caso de esta variante básica, hay que pagar un plus importante por disfrutar de ellos. Así, con faltan elementos como el asistente de viento lateral, el control de ángulo muerto o el detector de cambio de carril por citar solo algunos de ellos.
Al ralentí
El motor OM622 es la verdadera esencia de esta Vito al ser de nuevo desarrollo. Se trata de un propulsor cumplidor, suficiente para quien hace del tráfico urbano su verdadera razón de ser, lo que además se notará en nuestro bolsillo, pues es una unidad bastante ahorradora.
Por lo demás, presenta una zona de carga con unas dimensiones generosas (2,83 metros de longitud), con lo que resulta más que aprovechable para cargar los utensilios más largos.
Su mercado
Sin duda, el segmento en el que compite la Vito es el más que cuenta con un mayor número de competidores y unas posibilidades de utilización más amplias, no ya solo por las configuraciones disponibles, sino también, como es este caso, por proponer todo tipo de tracciones.
Equipamiento (elementos principales y opciones)
ABS, airbags conductor, airbag pasajero y laterales (opcional), aire acondicionado semiautomático, alarma antirrobo (opcional), asistente de viento lateral (opcional), autoencendido de luces (opcional), ayuda arrancada en pendiente, bluetooth manos libres, cierre centralizado con mando, control de ángulo muerto (opcional), control de velocidad de crucero (opcional), controles de tracción y estabilidad, detector de cambio de carril (opcional), elevalunas eléctricos, faros antiniebla delanteros, navegador, retrovisores eléctricos, sensor parking con cámara trasera (opcional), start & stop, volante regulable altura y profundidad.
Saul Camero
Probador de vehículos comerciales. Redactor especialista en Transporte y vehiculo industrial.
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