La N-240 exige una renovación
La carretera nacional N-240, entre Vitoria y Bilbao, acumula críticas y cifras de accidentalidad nada tranquilizadoras; aunque hay un plan de renovación, nos hemos desplazado hasta este populoso tramo para analizar el problema.
El pasado 5 de enero, una joven moría en un accidente de tráfico en el kilómetro 18,3 de la nacional N-240 tras un choque frontal con un camión, poco antes de llegar a la localidad de Legutiano, Álava.
Ha sido, hasta el momento, el último caso grave que se produce en un tramo de carretera polémico, entre Vitoria y Bilbao por el puerto de Barazar que intranquiliza a los habitantes de los municipios cercanos y a los usuarios frecuentes de las provincias de Álava y de Vizcaya.
Y no es para menos porque desde el año 2000 un tramo de poco más de tres kilómetros ha sido el escenario de 201 accidentes, con 111 víctimas de distinta consideración, entre ellos, quince heridos graves y seis muertos.
Este punto negro, al inicio del tramo alavés de la N-240 que llama tanto la atención, registra menos siniestralidad que el tramo vizcaíno. Sin embargo, Vizcaya concentra más accidentes porque lo hace en más kilómetros.
El transporte de vehículos pesados por la zona es más que evidente, además de contenedores, carga general y vehículos industriales de tipo medio, es frecuente ver convoyes de transportes especiales, sobre todo de aerogeneradores, que vienen desde Miranda de Ebro camino de embarcarse en el puerto de Bilbao.
A todo ello cabe añadir que buena parte del recorrido vizcaíno de la N-240 discurre por zonas de bosques de pinares y carreteras sinuosas, donde los camiones “destacan” más.
Diferentes fenómenos
Según cifras del Ministerio de Fomento, en los primeros kilómetros de la N-240 desde Vitoria hasta superar el Punto de Concentración de Accidentes alavés (P.k. 19,900) existe una intensidad media entre 1.600 y 3.999.
Hasta llegar a Bilbao, la concentración media diaria baja de los 400 a 1.600 vehículos. Por su parte, la autovía que rodea Bilbao hasta el puerto de Santurzi soporta un tráfico pesado diario de entre 4.000 y 8.000 vehículos. En este panorama se mezclan varias situaciones que conviene analizar de forma individual.
Por un lado, tenemos la realidad de un punto negro en la zona entre Legutiano y el desvío a Ollerías del que hablaremos un poco más adelante y que tiene mucho que ver con la calidad del trazado.
Por otro lado, destaca la intensidad de tráfico de vehículos pesados que está relacionado con el importante tráfico proveniente o con destino al puerto de Bilbao y que se ahorra el pago de peajes. La intensidad de tráfico también tiene que ver con el tráfico cautivo de la zona; el propio de esta carretera.
Para los que conozcan poco la N-240 entre Bilbao y Vitoria, hay que recordar que, entre el norte de Vitoria y el alto de Barazar, existen al menos diez polígonos industriales o centros de producción de notable entidad.
Pero, desde el alto de Barazar hasta la entrada a Bilbao, hay más de una veintena de polígonos de una actividad mucho más importante. Así, el tráfico de vehículos industriales pesados, medios y ligeros podríamos definirlo en toda la comarca como inevitable.
Ahorrarse unos euros
“A nosotros no nos importa ir hacia Vitoria por la autopista AP-68, por Altube, porque por la N-240 son más kilómetros y hay tramos peligrosos. El problema es que en Bilbao nos han puesto el peaje del tramo llamado “súpersur”, que nos meten seis euros por siete u ocho kilómetros”. Así lo describe Luís Miguel Soleguía, un transportista con más de 20 años de experiencia que realiza tráficos frecuentes de contenedores entre el puerto de Bilbao y los polígonos del entorno de Vitoria.
Muchos de sus compañeros que realizan dos o más viajes al día en esta ruta, optan por tomar la N-240 y ahorrarse un peaje en el entorno de Bilbao que es, a todas luces, excesivo para andar unos pocos kilómetros.
Óscar García, otro transportista bilbaíno, reconoce que la variante súpersur de Bilbao es útil, como lo es la AP-68 hasta Vitoria, pero es demasiado caro; “los políticos sólo ven el cálculo del dinero, pero si a una persona que viene de La Coruña gratis, al llegar aquí le cobras seis euros, pues no van. Si fueran 50 céntimos, todos los camiones del norte de España irían por la súpersur y nosotros también”.
El coste de construcción y explotación de las autopistas vizcaínas ha sido criticado numerosas veces y se ha puesto como ejemplo del despilfarro que realizan las diferentes administraciones españolas en la construcción de infraestructuras.
“Pasamos por aquí de forma obligada”, nos comenta en el puerto de Barazar Antonio Carrasco, otro profesional que viaja frecuentemente entre Vizcaya y Álava; “sólo los que vamos medianamente bien, podemos ir por la autopista. El tramo desde Mirivilla hacia Santurzi (desde el suroeste de Bilbao hasta el puerto) es caro, sobre todo si lo haces dos o tres veces al día. Entonces la cosa se pone imposible”.
El resultado es que una parte indeterminada de los 630.000 contenedores que mueve el puerto de Bilbao al año, acaban pasando por una carretera casi saturada y, a la vez, complicada por su trazado y su situación actual.
El tramo alavés
“El Ayuntamiento de Legutiano ha reclamado a la Diputación Foral de Álava una “solución urgente” para el “punto negro” que representa la N-240 a su paso por Elosu”. Así rezaba un titular del periódico El Correo a principios de enero.
Hoy sabemos que eso no va a ser posible; al menos a corto plazo.
Según declaraciones a TRUCK del Diputado de Infraestructuras Viarias y Movilidad de la Diputación de Álava, Jesús María López, hasta la primavera o verano de 2017 como poco, no empezarán los movimientos de tierras en la zona.
Lo que quiere decir que no se podrá disponer de una solución definitiva a este trazado polémico hasta, muy probablemente, 2018.
“Hemos presentado el plan de actuaciones, pero, entre aprobaciones y licitaciones, hasta entrado el próximo año no podremos empezar a mejorar la zona”, nos comenta Jesús María López. El diputado foral justifica la tardanza en el inicio de obras por la cantidad de aprobaciones que se deben hacer y por la especial protección que tiene la zona.
“Los requisitos que tenemos para la ejecución de obras es no tocar en exceso las fincas o las zonas de especial protección. Usaremos la planta actual de la carretera, salvo en las curvas, en donde variaremos el radio y los rasantes. Pero el 80 por ciento del trazado será el mismo. El cruce más complicado es el de Elosu que, de momento, no está definido cómo será, pero se hará”. Y cuando acaben las reformas puede que se descubra que no son suficientes, sobre todo cuando se prevé un mercado y una actividad económica al alza.
Miguel Ángel Fernández, transportista autónomo y también usuario frecuente de la N-240 así lo piensa; “creo que esta carretera habría que desdoblarla en el tramo de Barazar hacia Vitoria-Gasteiz, para dar solución a las curvas y a la visibilidad por los rasantes por Ollerías y Legutiano”.Mientras haya tráfico…
Entre proyectos de obras, trabajo a destajo y viajes entre Bilbao, Vitoria o el más allá, los profesionales del transporte siguen haciendo sus rutas. Qué remedio.
Y lo cierto es que el puerto de Barazar se convierte en palomar de descanso, repostaje y cafelito entre amigos para comentar las incidencias del tajo.
“Aquí venimos por esto”, afirma Miguel Ángel Fernández señalando al restaurante de Barazar, al salir de la cafetería del otro lado de la carretera.
Todavía son las 11 de la mañana, pero quizás almuerce en el restaurante o tal vez le toque llegar a destino. Todo depende de lo que le entretengan.
Una gasolinera en dirección Vitoria, renovada recientemente, luce un gran cartel en el aparcamiento “Nueva gestión. Abierto de 8 a 20 h”. “Hay que atraer a la clientela”, señalan. Mientras, al otro lado, los restos del cobertizo de otra gasolinera languidecen abandonados, al tiempo que sirven de garaje cubierto para el primer camión que llegue a almorzar.
“La zona de Legutiano no está tan mal porque tiene sus límites a 70 Km/h, pero hay rasantes que deberían arreglarse y hay caseríos que están pegados a la misma carretera. Pero el asfalto no está especialmente mal, ni siquiera en la parte del bosque por Vizcaya”, nos señala Mario Janis.
“Y, además, para eso somos profesionales: nosotros sabemos hacer la ruta. Ésta no es tan dura, las hay peores”, añade Toni Pineda que, junto a Mario trabajan de chóferes y acumulan casi 50 años de experiencia entre los dos. Por eso les gusta posar orgullosos frente a sus monturas, tras almorzar en el restaurante en Barazar.
En un par de años puede que las cosas mejoren en la N-240 si las administraciones se ponen a trabajar duro. Pero quién piensa en el 2018 cuando ahora es el momento de trabajarse las lentejas de hoy mismo.
Este artículo, completo
publicado en la revista Truck
¡¡¡Suscribete ya - Ofertas exclusivas!!!
Número 101 - marzo 2016
Deja un comentario
Asegúrate de llenar la información requerida marcada con (*). No está permitido el código HTML. Tu dirección de correo NO será publicada.