La primavera no sólo la sangre altera, sino que con ella llega un síntoma que es cada vez más común entre las personas: las alergias, que no son otra cosa que una defensa de nuestro organismo.
Todavía quedan algunas carreteras que se han mantenido al margen de la revolución que a quienes habitamos en las zonas más pobladas del país nos hace suponer que todo fue transformado ya en autopistas repletas de presurosas áreas de servicio, donde los sabores parecen prefabricados y los alimentos deben consumirse en el menor tiempo posible. Nada de eso afortunadamente tiene algo que ver con el establecimiento que hoy nos ocupa.
Aunque ya comienza a remitir, la gripe, fiel a su cita anual, ha hecho su aparición y este año con cierta virulencia. Muchos de nosotros, por no decir la mayoría, hemos padecido este virus, sin saber muy bien de qué se trata exactamente o incluso confundiéndolo con un resfriado.
El deseo de ofrecer un servicio de calidad en la Venta de San José se inicia en la cocina y se prolonga en el esmero que se pone en todo momento en la atención al cliente.
Área de Servicio Las Palmeras, en zona urbana
Domingo, 11 Septiembre 2011 01:13 Escrito por Joan GarrigaEl área que hoy nos ocupa ofrece servicio en el cinturón industrial de Barcelona, una zona casi permanentemente colapsada y que genera gran tráfico de mercancías.
Radiografía del transporte especial en España
Domingo, 11 Septiembre 2011 01:00 Escrito por Rocío AyalaUno de los problemas que aquejan al transporte especial es la falta de una ley que regule la actividad. Esto provoca no pocos quebraderos que cabeza, ya que hay que pedir permisos para pasar por vías que son propiedad del Estado, las comunidades autónomas o las diputaciones provinciales.
Con las fiestas navideñas las contundentes comidas y cenas provocan en nuestro organismo un exceso de ingestión de calorías que se terminan reflejando en una prominente barriga. Es hora de luchar contra ella.
Lo malo de comer fuera es que, muchas veces, se nota que las cosas no están hechas con mimo y esmero. Por fortuna, todavía quedan sitios donde se come como si estuviéramos en nuestra propia casa, aunque nos encontremos a cientos de kilómetros.