Uno de los que más nos llaman la atención, después de apostar de manera tan decidida por el SCR en versiones anteriores, es la utilización de la tecnología de recirculación con la intención de contener el gasto tanto de diesel como de urea, y se ha notado en ambas facetas ya que este camión ha logrado unos resultados muy de resaltar en cuanto a consumos.

Iveco insiste en el Cursor 11 para este tipo de potencias frente al 13 utilizado para los 500 CV. o en camiones de obras con 450, afianzando el concepto de que con menos volumen menos gasto, pero como contrapartida hay que restar el mayor trabajo que necesitan realizar estos motores para el mismo resultado.

Por otra parte, la caja de velocidades es completamente nueva y cuenta con funciones destinadas a las superficies menos adherentes, además es más silenciosa que su predecesora. Este camión también nos ofrece un nuevo eje de tracción, más funcional y con menor fricción gracias a un nuevo diseño interior del mismo con lo que también suma a la hora de contener el gasto de gasoil.   

En orden de evitar posibles averías eléctricas se ha rediseñado completamente el cableado que forma parte del nuevo sistema eléctrico Hi Mux y también cuenta con una nueva versión de la suspensión trasera con la que reducen el peso y añaden robustez gracias a la actualizada barra de torsión y a los tratamientos químicos con los que además se reduce el riesgo de corrosión.

Una cabina veterana                       

Iveco puede presumir de diseño y aunque ya son muchas veces las que hemos analizado esta cabina siempre hay espacio para descubrir algún detalle. En esta ocasión ha sido la iluminación interior de las puertas uno de los rasgos que nos ha llamado la atención, a lo que debemos sumar los acabados en mate de la calandra y las líneas de los laterales, todo ello da a este camión un imponente y actual aspecto que lo hace inconfundible en carretera.

Nos ha gustado mucho la forma del volante de este camión que hace que su tacto sea agradable y muy confortable de manejar, pero la situación de algunos de los mandos de los automatismos se ha quedado anticuada. Así este modelo cuenta con un crucero guiado vía GPS pero los mandos de actuación siguen siendo los mismos que se utilizaban para el control de crucero básico y ya su uso se complicaba debido a la posición de los botones. La forma envolvente del salpicadero nos permite un acceso más eficiente en general a todos los mandos y concretamente a los de la consola central, algo imprescindible ya que hay un conjunto de teclas necesarias como las usadas para la separación de velocidad del control de crucero predictivo. Un lugar poco acertado para estos interruptores.

El puesto de trabajo es cómodo y tiene algún detalle interesante como la memorización por parte del asiento de la posición de conducción que permite que este se desinfle cuando el conductor abandona su sitio facilitando la salida y posterior entrada.

El interior de este camión es inconfundiblemente Iveco con unos asientos que han ganado el hueco de los pies del espacio en el motor y cuya banqueta está anclada al piso de la parte posterior de la cabina. Esto cuenta con el inconveniente que hace "subir" el túnel motor, pero también cuenta con la gran ventaja de un perfil en la pared trasera del habitáculo, característica de esta marca, que nos permite plegar la litera superior, que es la principal, completamente contra dicha pared, dejando, de esta forma, un espacio interior mucho mayor que en los camiones en los que la litera queda recogida con ángulo, aunque para acceder al puesto de trabajo tengamos que "bajar un nivel". Para los que no sea de su agrado usar escaleras para acceder a la cama pueden optar por la inferior, de algo menos calidad, que también puede ser empleada como sofá gracias a la articulación que hace que la parte superior del colchón se convierta en respaldo.

11 litros son suficientes                   

Nada más empezar el recorrido tuvimos alguna retención, nada importante pero que nos obligó a utilizar el freno lo que nos sirvió para recordar el característico tacto del pedal de Iveco, algo blando y que en la primera frenada nos transmitirá una sensación de poca eficiencia, no real porque enseguida nos haremos a él y veremos que tan sólo es una sensación.

De los interruptores hay que destacar la lógica de uso de algunos de ellos, algo compleja y que puede llevar a confusión. De esta forma el ACC y el sistema de ayuda a la salida en cuesta están desconectados por defecto por lo que si queremos que trabajen habrá que accionar el mando lo que conlleva que la luz de uso del botón esté iluminada. Siempre que quitemos el contacto volverán a desconectarse y por lo tanto a apagarse la luz. Pasa lo contrario con el LWS o aviso de cambio inadvertido de carril, está conectado por defecto y si lo desacoplamos es cuando se enciende la luz del mando, aunque también hay que decir que en el salpicadero aparece el indicativo de sistema no trabajando que es inconfundible.

Conducir este camión nos resultó muy confortable y más ahora que cuenta, aunque ha sido uno de los fabricantes más tardíos en incorporarlo, con el nuevo control de crucero gobernado vía GPS. El sistema está integrado con el nuevo cambio "Hi Tronix" y su buen funcionamiento quedó probado en nuestro recorrido. Ahora los cambios son más rápidos y suaves, lo que se nota en el interior con una rumorosidad menor pero lo más destacable de su funcionamiento es el software. Aún debe ser afinado algo más porque comete algunos errores, pero de lo que no nos cabe duda es del protagonismo que ha tenido el consumo a la hora del diseño del mismo.

Teniendo en cuenta que trabajamos en casi toda la prueba con el sistema predictivo conectado, durante el ascenso al Guadarrama comprobamos su actuación y sus efectos en el consumo. De esta forma la primera parte del ascenso, donde la pendiente todavía no es muy pronunciada, el régimen se mantuvo sobre las 1.200 revoluciones con la décima velocidad engranada y a unos 50 km/h.

Conforme avanzábamos y la pendiente se hacía más dura el sistema quitó una marcha subiendo el régimen hasta las 1.600 vueltas y aumentó la velocidad hasta casi 60 km/h. y 1.800 giros, porque el control predictivo había decidido que realizaría un cambio de nuevo a la décima, nosotros no hubiéramos forzado este cambio porque enseguida la pendiente vuelve a crecer hasta llegar al túnel. En este punto comprobamos el marcador del consumo instantáneo y pasó de ser de 151 litros a 134 en la décima con una pérdida de velocidad de 10 km/h.

El camión se mantuvo a bajo régimen y sin más cambios hasta que la pendiente se terminó. En esta situación muchos pensarán que hubiera sido mejor coronar en una marcha menos y a más velocidad, pero si damos más importancia a la contención del gasto sin duda el camión eligió la mejor opción y con una pérdida mínima de tiempo, de hecho, el resultado final de consumo que nos brindó este XP es muy resaltable entrando en el club de los camiones que bajan de los 30 litros a los cien en nuestro recorrido.   

Por merito propio

Cada vez que hablamos de Iveco parece recaer sobre él un injusto peso de estar por debajo de la media de calidad del grupo de los siete grandes fabricantes de camiones más vendidos en el viejo continente, aunque por otro, lo de dar más valor a lo que viene de fuera es algo muy latino. Y esto según lo vemos nosotros se trata de dos errores de concepto porque desde un punto de vista europeísta los "siete magníficos" son algo nuestro, e Iveco un poco más nuestro si cabe.

Los camiones de la casa italiana pueden tener fallos, pero ¿qué camión no los tiene?, y con echar un vistazo a los resultados de ventas que normalmente obtiene Iveco no nos cabe ninguna duda que en la balanza ganan los "pros" a los "contra" y convierten al fabricante de Turín en uno de los más deseados de nuestro país.    

(1) Lo obtenemos de dividir la velocidad media por el coste total del consumo de gasoil más AdBlue con los precios prefijados en la tabla.

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publicado en la revista Truck

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Numero 122 - febrero 2018

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