Prueba camión Scania R 520 Camion Actualidad

Prueba Scania R 520 A4x2NB

Pruebas Escrito por Jose A. Maroto Viernes, 09 Noviembre 2018 01:01 tamaño de la fuente disminuir el tamaño de la fuente aumentar tamaño de la fuente Vídeo Galería de imágenes 0

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El motor DC 16 de Scania ha sido remodelado basándose en la ya conocida arquitectura de 8 cilindros en V para mejorar el consumo, el peso y la productividad, y nosotros lo hemos puesto a prueba.

No nos cansamos de ensalzar esta estupenda máquina motorizada con uno de los grupos más poderosos que hay en el mercado, y uno de los pocos que sigue apostando por los ocho cilindros en V para el transporte convencional, el DC 16, ahora mejorado en busca de mayor eficiencia energética y la optimización de los tiempos de mantenimiento para aumentar la productividad. Pero al igual que lo ensalzamos también nos hacemos la pregunta de si será provechoso un motor de estas características para una empresa en nuestro país realizando lo que llamaremos transporte convencional.

La respuesta se decanta para un lado u otro de la balanza dependiendo de si nos sentimos conductores o empresarios. Como chófer, este camión se disfruta gracias a una potente respuesta y a una capacidad de reacción que no defrauda, mientras que como empresarios nos surgen más dudas relacionadas sobre todo con el valor inicial y la eficiencia comparada con los motores de trece litros. Por otro lado, no nos cabe duda de que hay una mejora palpable si lo comparamos con el mismo V8 de hace algunos años, de hecho hemos probado en poco tiempo tanto el 520, como el 730 CV. con unos resultados muy reseñables con consumos por debajo de los 30 l/100km.

Pero es que en trece litros estos resultados todavía son más llamativos y la tecnología en ambos modelos está evolucionando de manera paralela, por lo que siguen demostrando una superior eficiencia las plantas de potencia de seis cilindros en línea y trece litros.

En cuanto a la cabina, esta serie R presenta mejoras con respecto a sus antecesoras, pero para los que prefieran un V8 frente a un trece litros hay muchas posibilidades de que también se decanten por un camión con una cabina Serie S de piso plano y más detalles exclusivos.

Con todo, la modularidad que nos ofrece Scania es una ventaja ya que nos da la posibilidad de casi cualquier opción por lo que tanto si nos decantamos por la funcionalidad frente al poderío, habrá una combinación que cumpla nuestras expectativas de trabajo o en el caso de los más afortunados, nuestros gustos.

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Arquitectura conocida, tecnología renovada

Siempre resulta agradable conducir una máquina de estas características y, pese a que se trata del más pequeño de la serie, al tener detrás una arquitectura tan poderosa te permite relajarte durante la conducción sin perder la confianza en las capacidades de este camión.

Durante nuestro recorrido hay varias etapas en las que cualquier camión debe emplearse a fondo para superarlas y con este V8 nos han parecido hasta fáciles. Una de las sensaciones que más nos han gustado es la capacidad que tiene este serie R para aguantar las velocidades bajando mucho las revoluciones en los ascensos pero solventando finalmente el problema sin fallos en los cambios. Para ello hay que confiar en la máquina porque ver la aguja del cuentavueltas tan abajo nos puede poner algo nerviosos y hacer que nos precipitemos solicitando cambios innecesarios.

Nosotros elegimos utilizar todo el camino el control predictivo, que ha sido mejorado, y confiar en los sistemas para elegir la marcha. El resultado, fue un consumo muy ajustado y una velocidad media comercial algo menos de 5 km/h. por debajo de la velocidad con que programamos el control de crucero.

La nueva caja de cambios para este camión es la GRS905R con el ya conocido programa Opticruise. Inicialmente se trata de un cambio automatizado sin pedal de embrague, aunque para algunos modelos Scania vuelve al pedal para los arranques, pero con la particularidad del freno de "contraeje". Este rimbombante nombre responde a un mecanismo gracias al cual el eje intermediario y el principal se acoplan de una manera más rápida y limpia con lo que los cambios son más efectivos y el camión pierde menos inercia.

En la práctica, este sistema pasa casi inadvertido para el conductor y aunque los cambios efectivamente son más rápidos, lo que se nota sobre todo en el arranque, para el trabajo realizado en la prueba no notamos una gran diferencia, otra cosa sería para faenas más especializadas con cargas más pesadas o en situaciones comprometidas como podría ocurrir al conducir fuera del asfalto.

También se han introducido cambios en el software del control de crucero predictivo. Nosotros somos de la opinión de usar el mayor tiempo posible estas ayudas a la conducción ya que reducen nuestro trabajo y nos dejan más tiempo para atender al resto del tráfico y, por lo tanto, lo usual es que las llevemos conectadas todo el recorrido.

Con este nuevo software, Scania permite interactuar algo más al conductor con el sistema. Hasta ahora al conectar el control de crucero era el mecanismo quien decidía la velocidad mínima que alcanzaría para aprovechar mejor las inercias y ahora hay tres niveles de ajuste por lo que el conductor tiene algo más de participación al poder elegir el que le interese en cada situación. De estos tres escalones, nosotros usamos preferentemente el que nos ofrece más economía con un 8% de margen con respecto a la velocidad programada. El que menos ahorro nos ofrece genera una diferencia del 2%.

Serie R contra piso plano

La política de modularidad del constructor sueco nos permite casi cualquier combinación que se nos ocurra, pero independientemente del precio, se nos antoja un maridaje mucho más interesante el del motor V8 con la serie S, lo que no significa que haya clientes que opten por la disposición que tratamos hoy y que para ellos pueda resultar más comercial.

La aerodinámica es la protagonista del diseño exterior de este camión y aunque el aspecto y personalidad tienen también mucho peso, son los distintivos y símbolos los que nos recuerdan que tipo de corazón tiene esta máquina. Desde dentro la cosa no cambia, el diseño tiene muy presente que el grupo propulsor es un V8 con un sinfín de exclusivos detalles y adornos. Nos ha llamado muy positivamente la atención una iluminación de cortesía de la puerta con el emblema del V8 y por qué no, si tenemos un motor como este, que se note.

Hemos encontrado alguna pincelada en el exterior destinada a la funcionalidad y de entre ellas resaltaremos la palanca destinada a ajustar la altura del deflector de techo. Muy parecida a la varilla de un toldo, nos permite subir y bajar rápidamente el alerón superior, algo muy interesante cuando enganchamos semirremolques de distintas alturas.

A los mandos, y pese a todas las novedades, no nos cabe duda de que estamos en un Scania. Nos gusta mucho las posibilidades de ajuste que nos ofrece esta barra de dirección hasta el punto de conseguir una posición de volante más cercana a un turismo que a un camión, pero para los que prefieran una posición más "tradicional" también es fácil de conseguir. El volante también tiene una forma original con la parte inferior recta y conserva de los modelos anteriores una buena parte del control de los automatismos situados en él. De hecho, este camión se puede manejar con los botones del volante en cuanto consigamos con la práctica algo de destreza en su uso.

En el salpicadero encontramos una buena cantidad de mandos, tantos que han tenido que descargarlo un poco situando el control de las luces, junto con algún mando más, en una consola en la puerta. El nuevo panel de control nos ofrece mucha información tanta que llega a saturar, aunque siempre podremos evitar la información de la pantalla central que nos avisará en caso de alguna anomalía importante. Gracias a la típica forma envolvente de Scania alcanzaremos sin dificultad todos las palancas y botones del salpicadero y las que están menos a mano son las de menos uso durante la marcha.

Consumo de AdBlue
Kilómetros totales	365
Litros totales de AdBlue	9,57
Consumo medio AdBlue l/100 km	2,622
Consumo medio Gasoil l/100 km	29,123
Coste de gasoil cada 100 km (sobre 1,3 €/ litro)	37,86 €
Coste AdBlue cada 100 km (sobre 0,55 €/litro)	1,44 €
Precio total cada 100 km de gasoil más AdBlue	39,30 €
Coeficiente comercial (1)	2,054

En corta

Ventajas de la modularidad

Scania insiste en construir camiones modularmente, de forma que resulte sencillo combinar sistemas con lo que incrementa en mucho su oferta y permite rebajar los costes de fabricación. Así, si somos del gusto de motores extra poderosos y cabinas medias, el R 520 V8 que hemos probado hoy tendrá mucho peso como opción a la hora de decidir.

Ahora bien, esto tiene un lado negativo y es que al no desarrollar un camión específico pueden quedar lagunas de diseño es decir, ¿no sería mejor para este motor una cabina serie S desarrollada para él en exclusiva? y no nos referimos al punto de vista del usuario, que seguro que encuentra un trabajo idóneo para este camión, sino al del ingeniero al iniciar un boceto cerrado y concreto, y no uno que encaje con todo y aunque se nos antoja difícil, sin duda a Scania le funciona.

EQUIPAMIENTO
Abatimiento eléctrico de cabina	Opción
Asiento conductor neumático	Serie
Doble litera	Serie
Calefactor autónomo	Serie
Climatizador	Serie
Asientos calefactados	Opción
Elevalunas eléctrico conductor	Serie
Elevalunas eléctrico acompañante	Serie
Cierre centralizado	Serie
Bocina de aire	Serie
Radio / CD	Serie
Preinstalación emisora	Opción
Espejos eléctricos	Serie
Espejos calefactados	Serie
Suspensión neumática de cabina	Serie
Trampilla solar	Serie
Sistema antibloqueo de frenos	Serie
Sistema anti resbalamiento	Serie
Control electrónico de chasis	Opción
Cambio automatizado	Serie
Control de velocidad crucero	Serie
Lavafaros	Opción
Faros antiniebla	Serie
Ralentizador	Opción
Freno motor de válvulas	-
Depósito de aluminio	Serie
Pack aerodinámico	Opción
Luz de trabajo exterior	Serie
Toma de corriente 24 / 12 V.	Serie

Incidencias de la ruta

Día de nubes y claros, temperaturas agradables y algo de viento, que llegó a ser fuerte en algunos de los tramos de nuestro recorrido. Con el tráfico tuvimos peor suerte, aunque solamente al final del viaje con un gran atasco que nos obligó a neutralizar el tramo. No duró mucho pero sí influyó en el resultado final, aunque no de manera importante.