Grúas Bosque, empresa de asistencia en carretera de sobra conocida en el sector, que no necesita presentación, tiene tres nuevos vehículos en su flota. Y como ha sucedido durante los últimos diez años cuando han incorporado un nuevo camión, lo han adquirido a través de Talleres Autorrege, concesionario oficial de DAF en Fuenlabrada, Madrid. El lote de vehículos está integrado por una tractora XF con la cabina Super Space Cab, el tope de gama de la marca holandesa, y dos rígidos con configuración de obras: un XF 8x4-4 con la misma cabina y un CF 8x4-4 con la Day Cab. De propulsar a las tres unidades se encarga el mismo motor: el Paccar MX-13 en su versión más poderosa, con 510 CV de potencia, suministrados entre las 1.425 y las 1.750 vueltas, y un par máximo de 2.500 Nm, disponible entre 1.000 y 1.425 vueltas.

Mientras que la tractora XF es una unidad convencional, destinada al traslado de vehículos en una góndola, los dos rígidos son excepcionales en muchos sentidos. Por ejemplo, ambos cuentan con una distancia entre ejes específica, solicitada a fábrica ex profeso para cada unidad, con unas medidas estudiadas al milímetro por los ingenieros de DAF para conseguir el reparto de pesos idóneo para soportar el carrozado y los útiles de asistencia (cuchara en los dos y pluma en el CF), además de poder remolcar los vehículos averiados con total seguridad.

El XF, por su parte, es el único 8x4 de esta gama que hay en nuestro país, una configuración para obras que no estaba especificada para el mercado español, lo que no ha impedido que Talleres Autorrege y DAF cumplieran con las necesidades de este cliente tan singular como fiel a la marca. A esto hay que sumarle que se le ha montado la cabina más grande de DAF, la Super Space Cab, que no se puede decir que sea la más habitual en este tipo de configuraciones.

En cuanto al CF, una parte importante de sus 31 toneladas de peso se deben a la pluma con la que está equipado, la de mayor capacidad en estos momentos en nuestro país que monta un camión de asistencia en carretera: puede elevar sin problemas 30 toneladas con los tramos cerrados y 7.500 kilos a catorce metros de distancia.

Excepcional también es el precio final de estas unidades, al que hay que sumarle el IVA: 350.000 euros para el XF y 480.000 euros para el CF; sólo la pluma del CF ha supuesto un desembolso aproximado, sin IVA, de unos 170.000 euros.

Equipados a lo grande

Con estos vehículos de asistencia, Grúas Bosque sustituye a otras dos unidades que empezaron a prestar sus servicios en la empresa cuando ésta amplío su actividad de taller mecánico al de asistencia en carretera, hace ahora 25 años. “Es cierto que este tipo de camiones no hacen muchos kilómetros, pero también es verdad que los kilómetros que hacen son de fuerza, durante el arrastre de los vehículos averiados. Es un maltrato distinto al de una tractora convencional. El secreto de la longevidad de nuestros vehículos está en que los cuidamos mucho”, nos explica Juan Carlos Bosque hijo, que además del nombre, también ha heredado de su padre la pasión por este trabajo.

Esta utilización intensiva condiciona la configuración de los camiones. “Los ejes de tracción son de reducción de cubo, y la relación de la caja de cambios es corta, para disponer de más fuerza en el momento de iniciar la marcha cuando se remolca un conjunto averiado. Con estos vehículos, podemos atender cualquier incidencia. Con la potencia y el par motor de estos DAF se puede arrastrar sin problemas un conjunto de 40 toneladas”, puntualiza Juan Carlos.

En cuanto a los equipos de rescate, han optado por equipar sus vehículos con lo mejorcito que ofrece el mercado, como ya ha quedado claro con las características antes comentadas de la pluma. Las cucharas, iguales en las dos unidades, no se quedan atrás. Son las más finas y las que más distancia sacan para meterlas por debajo de los camiones. Cada una de ellas incorpora dos cabrestantes, de 25 y 30 toneladas, y llevan un brazo preparado para enganchar a los camiones de los ejes, las ballestas o las ruedas. Además, están provistos de los útiles necesarios para poder remolcar los vehículos de última generación de algunas marcas (como DAF), que cuentan en la parte delantera, detrás de la parrilla, con unos anclajes para el arrastre ubicados en los propios largueros del chasis. “Este sistema” nos explica Juan Carlos, “con el que se eleva el eje delantero y obliga igualmente a desconectar la transmisión durante el arrastre, evita sin embargo que se puedan producir daños en los bajos de los vehículos remolcados. También es mejor para la grúa, ya que al levantar los camiones averiados de la parte delantera, eleva menos kilos y sufre menos el equipo y la mecánica del camión de asistencia”.

Un parto muy largo

Concebir unos vehículos como éstos no es una tarea sencilla. Empieza con la elección de los camiones adecuados, decisión que en Grúas Bosque implica desde el año 2005 ponerse en manos de DAF y su concesionario Talleres Autorrege. Juan Carlos resume así los motivos de esta elección: “Estamos muy contentos con los camiones y con el trato recibido. Los vehículos ofrecen unas prestaciones muy buenas, consumos bajos y son fiables. No puedes ir a recoger un camión con una incidencia y quedarte tú averiado, porque las consecuencias son desastrosas”.

Elegido el chasis apropiado, se seleccionan los equipos, y se cuadran las medidas y los pesos, que dicho así, suena muy fácil, pero en realidad supone hacer muchos y complicados cálculos. Todos estos elementos se mandan al carrocero, que se encarga de unirlos. Las cucharas se reciben del fabricante con un kit completo, y se fijan al chasis, igual que la pluma. A continuación se realizar la instalación hidráulica y cuando se carroza se monta la instalación eléctrica. En esta ocasión, se ha invertido en todo este proceso unos quince meses, siendo el carrozado el que más tiempo ha absorbido, prácticamente un año.

Pero el resultado, como salta a la vista, ha compensado la espera, y ya están listos para entrar en acción. Para recoger vehículos averiados, una operación cada vez más habitual, según nos explica Juan Carlos: “La crisis ha supuesto que no se haya renovado la flota y el parque de vehículos ha envejecido, lo que implica que se produzcan más averías. Además, se hace menos mantenimiento, e incluso no se corrigen a tiempo pequeñas averías que derivan en otras peores”. Pero también para afrontar los trabajos más arduos, como por ejemplo, cuando a comienzos de este año, con otros dos vehículos de la empresa, Grúas Bosque tuvo que intervenir en el vuelco de un tráiler, en el que el semi con la carga había caído sobre la cabina. Con dos grúas fueron levantando los restos del tráiler, con movimientos muy cortos y a lo largo de cuatro horas, para que los bomberos pudieran liberar al conductor. O en otro vuelco, en este caso el de un camión militar que transportaba un tanque de 45 toneladas de peso, que levantaron con dos plumas para colocarlo sobre otra góndola del ejército.

Abriendo caminos

Las carrocerías de los nuevos vehículos de asistencia de Grúas Bosque, 700 kilos de aluminio por vehículos, han sido diseñadas por el propio Juan Carlos, asistido por el carrocero para superar las correspondientes homologaciones sin problemas, pero buscando la espectacularidad en todos los detalles. Como en todo el vehículo, en la carrocería se combinan las cuestiones prácticas con las estéticas. Y decimos lo de en todo el vehículo porque en la elección de la Super Space Cab para el XF prima más el componente estético que el práctico, como nos explica Juan Carlos Bosque hijo: “Nos gustan los camiones grandes, bonitos y llamativos, es una cuestión de imagen, aunque son menos prácticos, sobre todo al circular por vías con árboles y otras zonas estrechas. En cambio, con una cabina baja, cuando arrastras un camión o un autobús altos, se nota como el aire te frena. Con el CF no había otra opción. Tiene la cabina corta y sin cama para permitir que la pluma vaya situada lo más adelante posible del vehículo, para que haga contrapeso, para que el camión sea lo más corto posible y para que se pueda trabajar por delante con la pluma”.

Volviendo a las cuestiones estéticas, al llamativo color naranja fosforescente, se le suma la abundante utilización de iluminación tipo LED, dispuesta en todos los rincones en los que ha sido posible colocar una óptica. La imagen de sus camiones es muy importante para los propietarios de Grúas Bosque, y en este apartado, como en otros, han marcado la pauta a seguir. Además de estar entre los pioneros que apostaron por buscar una imagen inconfundible para sus vehículos, fueron los primeros en España en montar cuchara y pluma en el mismo vehículo de asistencia y en poner en funcionamiento el servicio de 24 horas. “Cuando mi padre no tenía todavía nave y aparcaba el camión delante de casa, si había un accidente por la noche, la Guardia Civil iban directamente a buscarle porque era el único que trabajaba las 24 horas”, recuerda Juan Carlos.

Siempre a mejor

Este DAF CF es el octavo camión de asistencia con grúa que ha adquirido Grúas Bosque en sus 25 años de asistencia. “Todos mejores que los anteriores”, asegura Juan Carlos Bosque hijo. En este CF se ha apostado por subir el nivel de caballos y montar el motor más potente de DAF, el Paccar MX-13 de 510 CV. Además, han optado por una configuración 8x4, en lugar de los anteriores 6x2. La pluma es la potente montada en un camión de asistencia y la cuchara, igual que la del XF, de las completas del mercado. Otras novedades compartidas por los dos vehículos son la iluminación LED, para rebajar el consumo, y la vuelta a los maleteros manuales, porque “dan menos problemas que los automáticos”, aclara Juan Carlos.

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publicado en la revista Truck

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Numero 96 - octubre 2015

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