Inaugurada en marzo de 2011, desde el principio se dieron señales de su crecimiento, y en la actualidad, la planta produce componentes de plástico para baterías de vehículos, que se fabrican en las plantas de Clarios en toda Europa y China.

Todo comenzó en 2011 con 50 empleados que utilizaban cinco maquinas de inyección para producir piezas de plástico para las plantas españolas de baterías Clarios en Burgos y Guardamar. El primer año, el número de máquinas de inyección aumentó a 16, para pasar a 45 en 2012. Más tarde, en 2014, se instaló la primera línea de montaje para el empuje de baterías en cubiertas, a la que siguió una segunda planta en 2017.

Con ya 80 empleados, la planta ha alcanzado entretanto una posición líder en la actividad industrial de la zona local. Sólo en los últimos tres años, Clarios ha invertido más de cinco millones de euros en la planta, contribuyendo así al crecimiento de toda la región. Asimismo, el año 2020 también estuvo marcado por la modernización, poniendo en marcha una nueva máquina de inyección, nuevos moldes y dos nuevos silos para el reciclaje de material.

Asimismo, la gestión energética de la planta está certificada según la norma ISO 50001 y su gestión medioambiental según las ISO 14001. Gracias a varias iniciativas de ahorro energético se han podido evitar emisiones del orden de más de 1.200 toneladas de CO2 equivalente.

Además, la empresa apoya varias instituciones sociales y proyectos benéficos en la región. Muchos empleados también participan en labores de voluntariado y pueden contar con el apoyo de la empresa.

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