Dacia Dokker Van Ambiance dCi 75 Fabricantes de furgonetas

Prueba Dacia Dokker Van Ambiance dCi 75

Fabricantes Escrito por Saul Camero Lunes, 12 Agosto 2013 00:00 tamaño de la fuente disminuir el tamaño de la fuente aumentar tamaño de la fuente 0

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A buen seguro que el Dacia Dokker se va a convertir en una de las referencias dentro del segmento de los comerciales compactos, en tanto que además de una propuesta interesante desde el punto de vista profesional cuenta con el añadido de un precio incomparable.

Podríamos decir que Dacia se está aprovechando claramente de la crisis –entiéndanme bien el pensamiento- con la puesta en marcha de una política comercial muy agresiva a la que muy pocos pueden llegar; ahí están las matriculaciones de la marca. Pero lo justo es reconocer que el fabricante de origen rumano ofrece un producto muy aprovechable, cada mejor construido y no exento de unos motores y un equipamiento que en la mayoría de los casos sorprende.

Gran propuesta

Y uno de esos caos es el Dokker, en este caso en su configuración Van, un vehículo que como veremos más adelante resulta realmente cumplidor en todas las facetas y los parámetros que solemos medir, y en algunos de los casos hasta sorprendente. Como denominador común, un precio muy pero que muy competitivo, en tanto que la variante furgón con el motor diesel de 75 CV se queda, incluyendo el Plan PIMA Aire, en 9.183 euros, lo que seguramente atraerá a muchos profesionales que mantienen dudas en si hacer tal o cual inversión. Pero es que por apenas 500 euros más, se puede acceder a la versión de 90 CV de potencia, con lo que es lógico pensar, que esta posibilidad concentrará un buen número de las ventas.

Simple y cumplidor

Del diseño ya hablamos en su momento con motivo de su presentación el verano pasado, el cual destaca por la sencillez de sus líneas y por proponer un interior bien resuelto y bastante funcional. Luego, su zona de carga presenta unas medidas generosas, sobre todo si optamos como en la unidad de prueba por una mampara separadora plegable en “L”, y retiramos el asiento del acompañante –solución conocida en Dacia como Easy Seat-, lo que equivale a una longitud de 3,11 metros, por los 2,42 metros con la butaca simplemente abatida y l.90 sin plegar, es decir, con la mampara en “su sitio”.

Luego, las medidas de las puertas resultan lo suficientemente amplias como para que la carga y descarga se realice sin el menor problema; mejor en el caso de la apertura trasera –con una anchura 1,1 metros y la posibilidad de abrir las mismas puertas a 180º- que en la lateral, de 703 milímetros. También la altura libre al suelo ayuda lo suyo, en tanto que el umbral de carga se encuentra a 565 milímetros del piso.

Muy equilibrado

Con todo, nos ponemos manos a la obra con nuestra unidad de pruebas, no sin antes advertir que el motor diesel Euro 5 de 75 CV en principio nos podía parecer un tanto justo en el momento que cargásemos el vehículo convenientemente, pero enseguida caímos en la conclusión que nada más lejos de la realidad, pues se trata de una mecánica más que cumplidora y que responde perfectamente a lo que se pide hoy en día a un furgón destinado mayormente a una utilización urbana: buen rendimiento y sobre todo un consumo ajustado en un escenario por el tránsito es “el pan nuestro de cada día”.

Dacia Dokker Van Ambiance

Para empezar, reseñar que el Dokker es bastante propenso al trabajo, de manera que a las poco más de 1.700 rpm ya responde firmemente –que no con contundencia- a nuestra demanda. Unos 180 Nm de par que en este vehículo dan para mucho y se estiran bastante, con lo que no resulta complicado alcanzar un ritmo vivo incluso con algo más de 300 kilos a cuestas, lastre que preparamos para la prueba. Otra cosa será cuando vayamos con los 750 kilos de carga máxima que sugiere esta variante, si bien hay que reconocer que cuando el “modus operandi” se dedica casi por entero a escenarios urbano el profesional no siempre va a tope de carga va a “tope” de carga.

En este sentido, hay que alabar la soltura con la que se mueve el Dokker por las arterias de la ciudad es digna de mención. Un radio de giro correcto, de 11,1 metros, su tamaño compacto 4,36 metros por 2,81 metros de batalla y una dirección muy suave y directa así lo permite. Lo mejor de todo ello es que el consumo es muy ajustado en todo momento, en tanto que según nuestras mediciones, el gasto medio únicamente alcanzó los 5,61 l/100 km; y eso que este furgón no cuenta con el sistema de parada y arrancada automático Start & Stop que sí montan muchos de sus rivales, pero visto lo visto, tampoco le hace mucha falta incluirlo.

Pasando a vías más rápidas y de gran capacidad, destacar que el Dokker se defiende a las mil maravillas. Por lo pronto es capaz de mantener una velocidad de crucero más que digna sin que el motor sufra en exceso y gire muy obligado a pesar de contar únicamente con una caja de cambios de 5 relaciones –por cierto, correcta en su escalonamiento y suave en su proceder-, de manera que a 120 km/h con la quinta engranada, el cuentavueltas se sitúa en 2.450 vueltas, quedando incluso más margen de maniobra para forzar la máquina sin el menor tipo de problema.

Además la rumorosidad tampoco es excesiva, habida cuenta que en Dacia han trabajado especialmente en ello, como en las piezas de insonorización del vehículo (bajo la carrocería, en los pasos de rueda, etc.) o en la aerodinámica.

En cuanto al comportamiento, señalar que resulta un furgón bastante dócil que en ningún momento nos da sorpresa alguna en forma de balanceos excesivos o desplazamientos laterales. Y aunque peca de un ligero subviraje en las curvas demasiado cerradas, en líneas generales destaca por su aplomo merced a unos trenes rodantes perfectamente ajustados, destacando la suspensión trasera, que incorpora eje flexible con deslizamiento programado asociado a unos muelles helicoidales y una barra estabilizadora de 20,3 mm; un programa especialmente adaptado para la carga que garantiza el buen proceder general del Dokker.

Los motores

Para el mercado español, el Dacia Dokker propone tres motores, todos ellos Euro 5, uno de gasolina y dos diesel. En cuanto al primero, se trata de un 1.6 MPI con una potencia declarada de 85 CV y un par motor de 134 Nm. Por su parte, los propulsores movidos por gasóleo parten de un bloque de 1,5 litros de cilindrada, para entregas de potencia de 75 y 90 CV, y pares máximos de 180 y 200 Nm, respectivamente. Todos ellos asocian una caja manual de cinco relaciones.

La cabina

Como viene siendo habitual en el caso de Dacia, sus diseños suelen ser bastante sencillos, pero no por ello podemos decir que el interior no resulte funcional. Y es que no falta de nada aunque tengamos que pagar un plus extra por mucho de los dispositivos que incluye. Eso sí, todo está perfectamente resuelto y además de una ubicación correcta de todos los elementos de control, no faltan varios huecos portaobjetos para dejar los enseres personales.

Compartimento de carga

Compartimento de carga No podemos tener queja alguna en lo relacionado con este apartado. El hecho que el asiento del pasajero se pueda plegar e incluso retirar, asegura una longitud máxima de la zona de carga de más de tres metros, suficiente para cargar utensilios de gran longitud. Además, una vez realizada esta operación, el volumen de carga llega hasta los 3,9 m3, por los 3,3 m3 con las dos butacas delanteras en orden de marcha. Además, la zona posterior cuenta con varias argollas de sujeción.