Renault Master furgón 2.3 dCI 165 Energy
Renault ha aprovechando la puesta de largo de la nueva Trafic para actualizar su buque insignia, la Master, que además de pequeñas modificaciones estéticas incluye nuevos motores biturbo de bajo consumo.
No podemos decir que la Master sea un vehículo nuevo, ya que a nivel de diseño los cambios son mínimos, y se reducen a una nueva calandra presidida por un logo de la marca mucho más grande y llamativo, similar al que incluyen todos los turismos Renault. El resultado, eso sí, es mucho más llamativo, lo que le da al vehículo un plus de atractivo más que evidente.
Por lo que respecta a la gama en su conjunto, también se ha visto ampliada con nuevas versiones, como la variante alargada (L4) de tracción trasera con ruedas simples, de manera que la distancia entre los pasos de rueda se incrementa en 30 centímetros, lo que posibilita introducir un europalet a lo ancho hasta llegar a los cinco. En total, el cliente puede elegir entre más de 350 configuraciones entre arquitecturas furgón, combi, chasis y piso cabina, con cuatro longitudes, tres alturas, capacidades de carga entre 8 y 22 m3, cuatro motores Euro 5 y tracción a las ruedas anteriores y posteriores.
Gran mecánica
Precisamente, los nuevos motores son la verdadera razón de ser de la nueva Master. Renault ha dispuesto hasta cuatro propulsores, los cuales parten de un bloque de 2,3 litros de cilindrada. Los dos primeros cuentan con un único turbo para potencias declaradas de 110 y 125 CV, con pares máximos de 285 y 310 Nm, mientras que los dos más potentes disponen de un doble turbo y entregan potencias de 135 y 165 CV, y alcanzan 340 y 360 Nm de par, respectivamente.
Para nuestro contacto, contábamos con el propulsor más potente, montado sobre una variante furgón de 5,54 metros de largo por 2,49 metros de alto, para una caja de carga de carga de 10,8 m3 de volumen útil con una longitud de 3,08 metros, una alzada de 1,89 metros y una anchura de 1,76 metros (1,38 metros entre los pasos de rueda). La carga efectiva en este caso llegaba a los 1.620 kilos.
Puestos manos a la obra, lo primero que advertimos nada más pisar el pedal del acelerador es un gran empuje a muy bajo régimen. A partir de la 1.500 vueltas la Master muestra todo su carácter, fruto de un primer turbo que suministra el par máximo apenas iniciada la marcha. Una garantía a la hora de hacer aceleraciones rápidas, como por ejemplo al incorporarse a una vía tras un “stop” o al salir de un semáforo. Incluso cuando vamos cargados (llevábamos 500 kilos a cuestas), demuestra una suficiencia digna de encomio.
Lo mejor en este caso es que la Master no flaquea a medida que va ganando en inercia, ya que el segundo turbo entra en funcionamiento cuando el motor va subiendo de vueltas, lo que garantiza una gran agilidad en un gran espectro de la banda de utilización. En este sentido, podemos mantener ritmos muy vivos cuando las condiciones lo permiten (en autovías o en autopistas) sin el menor signo de desfallecimiento por parte del motor.
Un rendimiento óptimo que también queda patente cuando tenemos que afrontar desniveles más o menos importantes, hasta el punto de que es capaz de salvarlos incluso con marchas largas engranadas gracias a la presencia del doble turbocompresor.
Comportamiento ejemplar
Además, su comportamiento en cualquier condición es ejemplar, gracias a unos trenes rodantes que aseguran una gran sujeción incluso al trazar curvas cerradas. Un confort que en ningún caso desaparece a plena carga debido a la presencia de topes largos de poliuretano en el eje posterior que hacen un magnífico papel amortiguador, así como una función tope de choque.
A destacar igualmente una dirección electrohidráulica muy dúctil cuando circulamos a bajas velocidades (la asistencia varía en función de dicha velocidad) que mejora la maniobrabilidad cuando, por ejemplo, transitamos por la ciudad.
Y todo ello con unos consumos muy ajustados, con un gasto en ciudad que va poco más allá de los 8 litros (una cosa son los consumos oficiales y otra muy distinta los reales en condiciones de marcha), gracias también a la presencia del Start & Stop y al ESM (Energy Smart Management) que permite la recuperación de la energía al frenar y desacelerar. La mejora de la combustión del motor y la reducción de los rozamientos entre los pistones y los cilindros también juega un papel fundamental en la disminución del gasto.
Por lo demás, la Master incluye todo lo que se puede esperar de un vehículo comercial hoy en día, con un compendio tecnológico de primer nivel, como el Extended Grip, un sistema que actúa en las dos ruedas motrices cuando pierden adherencia cuando aparece barro, nieve o arena. Tampoco faltan la asistencia de arrancada en pendiente, el sistema anti-balanceo de remolque o el control de carga adaptativo.
Este artículo, completo
publicado en la revista Truck
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Número 87 - Diciembre 2014
Saul Camero
Probador de vehículos comerciales. Redactor especialista en Transporte y vehiculo industrial.
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