Monovolúmenes con tres filas de asientos existen muchos en el mercado, ya que prácticamente la totalidad de las marcas presentes en nuestro mercado cuentan en sus respectivas gamas con modelos de mayor o menor tamaño con tres filas de asientos que dan cabida a siete pasajeros o más sin problemas.

Ocurre sin embargo que la tercera fila no suele ser muy espaciosas, por lo que los niños suelen ser los destinatarios de estas plazas. Además, al tratarse de vehículos de menos de cinco metros de longitud el maletero suele ser bastante angosto.

Y es aquí donde entran en juego modelos como los de nuestra comparativa, la Ford Gran Tourneo Custom y la Renault Trafic Passenger, unas variantes que, con el paso de los años y generación tras generación, han sabido adaptarse a las necesidades de los clientes proponiendo una gran habitabilidad unido a un alto grado de confort que hace que estas configuraciones resulten ideales para hacer un gran número de kilómetros (viajes en familia con la casa a cuestas) sin tener las “apreturas” que podamos tener en monovolúmenes de menor tamaño.

Lo bueno de todos ellos es que también pueden utilizarse como los típicos “shuttle”, es decir, como vehículos lanzadera para el traslado de, por ejemplo, ejecutivos y VIP durante su estancia en una determinada ciudad.

Una mejoría notable

El caso es que tanto uno como otro modelo proponen todo lo que se puede esperar de una variante de sus características: plazas cómodas y espaciosas, un maletero generoso y un equipamiento de primer nivel. Si que echamos en falta alguna solución, como las típicas mesas plegables, alguna cajonera bajo los asientos para guardar los enseres personales o la posibilidad de contar con dos asientos individuales en la segunda fila que se puedan girar en el sentido contrario a la marcha, para elevar a estos vehículos a la categoría de “businnes class”, tal y como ocurre con las Mercedes-Benz Clase V o la Volkswagen Multivan.

Ahora bien, por todo lo que ofrecen y teniendo en cuenta que nuestros dos protagonistas se encuentran varios miles de euros por debajo del precio que hay que desembolsar por sus rivales alemanes, se trata de dos opciones muy a tener en cuenta si estamos pensando en adquirir cualquiera de ellos.

Comenzando por la Ford, contábamos con una variante de paso largo (5,33 metros por 4,97 metros la de carrocería corta) de ahí su denominación Gran Tourneo. Además, el acabado era el más alto de la gama, conocido como Titanium, con lo que la dotación de serie resulta inmejorable.

Por lo pronto, en condiciones normales de marcha, esto es, con las tres filas “en su sitio” (2+3+3), el espacio para la carga llega a los 86 centímetros de fondo, longitud que podemos ampliar en caso de necesidad hasta los 168 y 268 centímetros retirando la segunda y tercera fila, respectivamente. Así y todo, Ford ofrece para el interior de Tourneo hasta 30 permutaciones diferentes de asientos para adecuarse a cada ocasión.

En cuanto el acceso al interior, no resulta muy incómodo (algo parecido ocurre con su rival), teniendo en cuenta además que se ha solucionado el tema de la altura de acceso, ya que las primeras unidades no contaban con el escalón lateral que sí integran las unidades actuales.

Por lo demás, los asientos de piel le dan un toque de distinción a un interior que está perfectamente rematado, a lo que hay que añadir las salidas de aireación repartidas por todo el techo y las cortinillas de privacidad como elementos más destacables.

En relación a la Renault Trafic, también resulta muy confortable. Bien es cierto en este sentido que la configuración de la que disponíamos era la de batalla corta (4,99 metros por 5,39 metros la larga), pero aún así el maletero es más que generoso, con 73,6 centímetros (550 litros) hasta la tercera fila, y 155 centímetros plegando la banqueta posterior, números similares a los de la Custom de batalla larga. En cualquier caso, también se pueden retirar las dos filas posteriores si así lo precisamos, quedando una longitud libre de 253 centímetros

Ambos modelos, además, cuentan con dispositivos tecnológicos de última generación. En el caso de la Grand Tourneo Custom, están disponibles, entre otros, los siguientes elementos: sistema Sync activado por voz de conectividad integrada, asistencia en emergencia controlado por Sync, sistema de navegación Ford, seguimiento de carril con alerta de conductor, luces largas automáticas, cámara de visión trasera, etc. Por su parte, la Trafic incluye sistema media nav y R Link, extended grip de ayuda a la motricidad en firmes inestables, detector de pérdida de presión de los neumáticos o cámara de visión trasera.

Excelente rendimiento

Entrando a valorar las prestaciones de ambos modelos en marcha, lo primero que en el caso de la Ford disponíamos de una unidad con el motor 2.2 TDCi de 155 CV (el tope de la gama) por el 1.6 dCi de 120 CV en el caso de la Renault Trafic, 30 CV y 65 Nm metros de diferencia (385 por 320 Nm) que si bien pueden resultar decisivos cuando circulamos con todas las plazas ocupadas y su respectivo equipaje en determinadas circunstancias (nunca en tránsito urbano), el hecho de que el modelo francés cuenta con un doble turbo para sacar en mayor rendimiento del propulsor en toda la banda de utilización (el primer turbo trabaja a bajo régimen y segundo a alto régimen) compensa esta diferencia de potencia.

Sea como fuera, no debemos olvidar que la Trafic también cuenta con una mecánica más potente que llega a los 140 CV y los 340 Nm de par, igualándose las prestaciones en este caso.

Así y todo, los dos motores son my propensos al trabajo y entre las 1.500 (Trafic) y las 1.600 (Custom), entregan su máximo par, con lo que el inicio de la marcha se hace con total seguridad independientemente de la carga que llevemos en su momento. Además, son muy suaves en su funcionamiento, alcanzando velocidades de crucero en pocos segundos sin el menor problema. Incluso la sonoridad percibida en el interior es bastante baja (sobre todo en el caso de la Trafic), particularidad que agradecerán enormemente los pasajeros.

También se benefician los “viajeros” de una alta calidad de rodadura, sobre todo en firmes en buen estado como puedan ser autovías o autopistas, ya que apenas se filtran ruidos al interior.

Por lo que respecta al consumo, cierto es que el gasto medio de la Trafic es menor (5,7 por 6,6 l/100 km de la Custom), pero seríamos injustos sacar una conclusión en este apartado teniendo en cuenta que el modelo de Ford equipaba la mecánica más potente y de una mayor capacidad, además de que al tratarse de la variante de carrocería larga pesaba casi 200 kilos en báscula, con lo que ello implica en este sentido.

En cuanto al precio, tampoco podemos hacer una valoración por las diferencias entre ambos vehículos, con lo que habría que comparar versiones más o menos idénticas y tener en cuenta las políticas comerciales de ambas marcas.

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publicado en la revista Truck

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Numero 95 - Septiembre 2015

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