Conviene aclarar que al igual que nos ha sucedido en alguna ocasión –cosa del calendario y la disponibilidad de los vehículos-, las variantes que comparamos proponen una configuración diferente, si bien en cualquier caso, se trata de dos versiones que vienen a mostrar lo que cada marca es capaz de ofrecer en este particular segmento del mercado, a medio camino entre los pequeños monovolúmenes y los vehículos de carácter más profesional.

Mayores posibilidades

Ahora bien, está claro que la gama Caddy resulta más completa que la Citan, algo que no debería sorprendernos en tanto que el modelo de Volkswagen lleva ya bastantes años en el mercado, tiempo que en el que las marcas habitualmente y atendiendo a la demanda del mercado, va incrementando su oferta en base a un mayor número de motorizaciones, un incremento de las versiones disponibles o un equipamiento más completo. Con lo cual, a buen seguro que Mercedes ofrecerá más variantes en el momento justo, en tanto que por el momento no se sabe cuál va a ser la respuesta de quien verdaderamente da sentido a un proyecto de este tipo, que no es otro que el cliente.

Por el momento, la Citan ofrece una serie bastante completa, con las configuraciones –tres longitudes por dos la Caddy- y las motorizaciones justas para que se pueda decir que no echamos nada en falta, tracciones integrales y cambios automáticos aparte, opciones estas últimas que Volkswagen tiene como uno de sus principales argumentos. Como ya hemos comentado, habrá que esperar para ver si la marca de la estrella sugiere alguna de estas soluciones.

Así y todo, no podemos poner ningún pero al mismo, pues todo lo que propone está perfectamente argumentado, siendo los resultados magníficos. Cierto es que muchas de las soluciones de la Citan son de origen Renault, pero es lo que tiene hoy en día las sinergias y la búsqueda de la mayor rentabilidad empresarial posible, con lo que en este sentido no hay nada que objetar.

Y es que esta versión Combi, de 4.321 mm de longitud, está perfectamente configurada para que los ocupantes se sientan realmente cómodos en su interior y puedan disfrutar de la dotación que incluye esta variante. Por lo pronto, la doble puerta lateral facilita la entrada y la salida de los mismos. Además, dos cofres con tapa situados en el suelo, entre la primera y la segunda fila, permiten guardar objetos de pequeño tamaño. Luego, se puede solicitar dos mesas plegables con posavasos tras los asientos delanteros por tan solo 75 euros.

En cuanto a la zona trasera, el maletero (con tapa) propone un volumen de 700 litros, con una longitud de 953 mm, por una anchura de 1.219 y una altura, retirando el cubreequipajes de 1.255. Espacio que se puede incrementar dependiendo de las necesidades, partiendo la banqueta trasera (1/3:1/2) o plegándola por completo gracias a un ingenioso sistema que permite crear una zona totalmente plana de gran volumen –hasta 3 m3- y con una carga útil de 523 kilos. Lo mejor, la dimensiones de la “caja de carga”: 1,53 metros de largo por 1,21 metros de ancho y 1,25 metros de alzada.

En el caso de la Caddy, estas medidas son más generosas –no tanto en el volumen útil como en sus cotas interiores-, teniendo en cuenta que mide 55 centímetros más que la Citan, hasta llegar a los 4.876 mm. Lo bueno en este vehículo es que podemos retirar la tercera fila, configurada para dos ocupantes, por completo –es fácil de realizar pero pesa bastante-, lo que sumado al hecho de poder plegar la segunda fila contra la primera da como resultado un espacio para la carga de casi tres metros cúbicos, para una longitud de 1.824 mm por una anchura de 1.120 mm y una altura al techo de 1.233mm, todo ello con una carga efectiva de 734 kilos.

Mucho que ofrecer

A nivel mecánico, las propuestas son muy diferentes. Por el momento, nos tenemos que conformar con haber probado el motor CDI de Mercedes de 90 CV, que además ya tuvimos ocasión de testar en una anterior prueba con la Citan furgón. Recordar que se trata de una opción muy aprovechable desde el punto y hora que ofrece un rendimiento óptimo ya desde el mismo momento en que iniciamos la marcha, pues a la poco más de 1,700 rpm se hacen notar los 200 Nm de par que entrega. Empuje que se mantiene invariable hasta las 3.000 vueltas, lo que garantiza contar siempre con la fuerza justa.

Ahora bien, el hecho de contar con sólo cinco velocidades, provoca que la quinta marcha sea muy larga, echándose de menos en circulación por vías de gran capacidad una sexta relación que permita al motor trabajar algo más desahogado. Y es que cuando transitamos a gran velocidad –por ejemplo a 120 km/h- el motor gira alto de vueltas, lo que incide directamente en la sonoridad percibida.

Pero no por ello el consumo se dispara, que en autopista no va mucho más allá de los seis litros, lo que deja en buen lugar a la Citan. Lo más sorprendente es que en ciudad el gasto es de 5,63 litros de media, una excelente noticia para quien se decante por este vehículo, en tanto que no tendrá que mirar continuamente la aguja de cuentarrevoluciones. En este sentido, la presencia del Start&Stop –especialmente sensible a cualquier “gesto” de nuestros pies- juega un papel fundamental de cara reducir el consumo, que puede llegar al medio litro cada 100 kms.

Un sistema de parada y arranque que también incorpora la Caddy como parte del paquete BlueMotion y que igualmente posibilita que el consumo sea contenido, 7,01 litros/100 km en circuito urbano, lo que para un bloque de 1.968 c.c. y 140 CV es un magnífico dato.

Con todo, el motor de esta variante Maxi, responde rápidamente a nuestra demanda (1.500 rpm), siendo su puesta en acción bastante contundente gracias a unos 320 Nm e par muy presentes desde la zona baja del cuentavueltas. Además, el motor es capaz de ir ganando inercia con celeridad gracias a un cambio manual que sin ser el DSG se maneja con una rapidez en su proceder muy de nuestro gusto, de forma que alcanzar un ritmo vivo no presenta mayor problema. Y cuando lo hace, el motor siempre gira al régimen justo –a 120 km/h en sexta el tacómetro indica 2.100 rpm-, con lo que la sonoridad a altas velocidades apenas se percibe. Luego, esta disposición al trabajo del propulsor y su perfecta simbiosis con la transmisión también tiene su reflejo en las recuperaciones (ver recuadro) y a la hora de no perder dinamismo cuando, por ejemplo, tenemos que hacer frente a carreteras escarpadas, en donde incluso podemos circular con marchas altas siempre que no dejemos caer el motor por debajo de las 1.800 vueltas.

Por lo que respecta al comportamiento, y teniendo en cuente el origen alemán de ambos, resulta intachable, con una calidad de rodadura y una seguridad a la hora de afrontar los pasos por curva de lo mejor del segmento, siendo el guiado de los dos vehículos muy limpio, particularidad en la que tiene que ver en los dos casos unas direcciones tremendamente fiables, que igualmente permiten solventar los problemas que sugiere la circulación urbana con todas las garantías.

Los motores

Nada menos que ocho motores están disponibles para la Caddy, por cuatro para la Citan. Comenzando por el modelo de Volkswagen, destacar que dos de ellos son gasolina y responden a la denominación 1.2 TSI para potencias de 86 y 105 CV. Por lo que respecta a los propulsores movidos por gasóleo, la marca alemana ofrece hasta cuatro opciones, partiendo las dos primeras de un bloque de 1,6 litros de cilindrada, el cual desarrolla potencias de 75 y 102 CV. Por encima, otras dos mecánicas, de 110 y 140 CV, a las que se llega a partir de una bancada TDI de 2 litros. Las dos motorizaciones restantes son el 2.0 Ecofuel de 109 CV y el 1.6 Bifuel de 102 CV. En relación a la nueva Citan, Mercedes ha preparado tres motores diesel de 75, 90 y 110 CV, respectivamente, y una cuarta de gasolina de 114 CV.

Las cabinas

Muy diferentes se presentan los habitáculos de ambos modelos, sobre todo en lo que respecta al panel frontal, en tanto que apuestan por una delineación que poco o nada tiene que ver una con la otra. Así, en el caso de la Citan, el salpicadero deja a un lado la simetría de sus líneas y se decanta por una parte central ligeramente orientada al conductor que posibilita que el manejo de los distintos dispositivos de control que se ubican en el mismo se haga de una forma muy intuitiva.

Pasando a la Caddy, la realidad nos dice que se nota el paso del tiempo en su diseño, si bien el hecho de encontrarnos ante el acabado Comfortline –el más alto de la gama- implica que la terminación esté muy cuidada. Lástima de no haber utilizado unos mejores materiales a la hora de ajustar todo el frontal, pues la ocasión lo merece.

Zona de pasajeros

No podemos comparar en este caso el espacio disponible en ambos vehículos, pues la Caddy parte con ventaja -4,87 metros por 4,32 metros de la Citan- y además cuenta con una tercera fila para dos ocupantes, con lo que no seríamos justos. Pero lo que sí podemos asegurar que además de poder acomodar a siete y cinco personas, respectivamente, son los suficientemente funcionales como para que podamos utilizar a los dos vehículos desde el punto de vista más profesional.

En cualquier caso, si comparamos las segundas filas de los dos vehículos, destacar que son muy similares en cuanto al espacio disponible, tanto por anchura como por el espacio para las piernas, con lo tres adultos pueden acomodarse sin grandes apreturas, si bien tampoco esperemos que nos encontramos ante una Multivan o una Viano.

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publicado en la revista Truck

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Número 68 - marzo 2013

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