Pick up, the american way of life
Una hamburguesa, los refrescos de cola o la propia bandera de los USA son iconos reconocidos en el mundo entero, pero si hablamos del mundo de la automoción quizás lo que más distingue a los estadounidenses son sus típicas camionetas ligeras denominadas pick up.
En la actualidad los trucks pick up son algo así como una mezcla entre un pequeño camión y un automóvil con cierto aire deportivo o bien todoterreno en función de la versión de que se trate. Su nombre, del inglés pick up o recoger, ya nos indica que estamos ante un tipo de vehículo especial que permite en principio cargar casi cualquier cosa. Si bien a algunos les pueda parecer una moda pasajera, lo cierto es que al otro lado del Atlántico en los USA normalmente el tipo de automóvil más vendido suele ser una camioneta tipo pick up, con dos marcas tan emblemáticas como Ford y Chevrolet en eterna riña por ver quién logra dominar dicho mercado.
Pick up centenaria
Con la aparición del primer automóvil producido en cadena de montaje y gran serie, el mítico Ford T, no tardaron en llegar los primeros modelos pick up. En un principio se trató de un nuevo uso que los automovilistas empezaron a darle al coupé de dos plazas más un maletero convertible en un segundo asiento descapotable. Aquellas dos plazas traseras tras la cabina cerrada eran tan poco confortables que casi nadie quería ser víctimas de ellas y en cambio, dejando abierta la tapa que hacía las veces de respaldo se podían cargar bultos de enorme tamaño lo cual hacía de los Ford T biplaza unos vehículos realmente prácticos.
El concepto pronto sería copiado por otros fabricantes, caso de Hudson, del cual un modelo correspondiente a 1927 ilustra este artículo. Dicho automóvil era muy apreciado por su poderoso motor de 6 cilindros que permitía recorrer grandes distancias y con la modificación realizada en madera de la parte trasera de la carrocería, denominada Huckster, servía para por ejemplo transportar las mercancías de los vendedores ambulantes.
Aquello pronto demostró servir para mucho más que los comerciantes a domicilio, pues un sinfín de automovilistas pensaron que quizás sería buena idea renunciar a las plazas traseras de su automóvil y, quizás a cambio de sacrificar la posibilidad de sacar a pasear a la suegra, poder a cambio cargar una gran nevera de refrescos y cervezas para pasar la tarde con los amigos. ¡Había nacido la pick up!
Grandes motores
Los americanos fueron prontamente seducidos por los pick up, de modo que casi todos los fabricantes se lanzaron a su fabricación y no sólo los de turismos, como Ford que pronto dominaría el mercado, sino también por alguna marca de vehículos pesados como hicieron entre otros International, Mack y Diamond T.
Ford pronto adaptó en su gama de camionetas con caja abierta su poderoso motor V8 de 85 CV, una auténtica bestia a mediados de la década de los años 30 del pasado siglo. Si bien el público acogió gratamente las series de pick up de Ford, que además eran tan veloces como los autos más deportivos del momento, en cambio un fabricante de camiones como Diamond T, pese a crear un modelo de gran belleza y con muy buena calidad, viviría uno de sus fracasos comerciales más sonados al tratar de introducirse en el mercado de las pick ups lanzando una lujosa camioneta para sólo media tonelada de carga, que sin embargo equipaba un poderoso motor Hércules de gasolina y seis cilindros en línea.
REO, otro histórico de los camiones pesados americanos, también lanzaría su gama de pick ups ligeros, creando el Speedwagon en 1937. Sin embargo, aunque el modelo terminaría triunfando lo haría bajo la marca de Mack, que finalmente sería quien comercializaría los Speedwagon.
La poderosa General Motors
Un gran salto en la popularización de los camionetas tipo pick up, que tanto servían para funciones laborales como para trasladar todo tipo de cachivaches a usar durante el tiempo libre, lo protagonizaría Chevrolet con modelos como el Cameo de 1955, marcado por sus adornos supersónicos, que después desembocaría en 1960 en la creación de un modelo de pick up tan espectacular y carismático como sería El Camino. Con este modelo Chevrolet cruzó todas las fronteras y es que ahora los pick ups abandonaban el aspecto de camioneta para rivalizar con los turismos deportivos y de lujo.
Quizás envalentonados por su gran trayectoria de éxitos en el diseño de camionetas los ingenieros de Chevrolet decidían en 1964 responder ante el éxito que estaba cosechando una extraña camioneta de motor trasero refrigerado por aire que llegaba desde Centroeuropa. Aquella extraña y lenta camioneta era la Volkswagen Transporter, que terminaría motorizando el movimiento hippy, y la respuesta por parte de Chevrolet fue una pick con motor trasero refrigerado por aire pero que resultaba mucho más moderna, avanzada y absolutamente carente de personalidad. El Chevrolet Corvair Rampside de 1964 no pareció gustar a prácticamente nadie y pronto caería en el olvido propio de los vehículos insulsos.
Quizás por ello la propia Chevrolet contribuía también a la creación de una pick up tan especial como fue el Kopper Kart de 1955, uno de los primeros modelos que merecieron la denominación de Custom y que conservaba componentes y algo de la estética del icónico Chevrolet Corvette. Aquel sería el primero de muchos modelos increíbles, con firmas como la de Studebacker que también se atrevieron con el concepto pick up, una tendencia que todavía hoy continúa y que sigue teniendo a los norteamericanos como sus mayores defensores. Millones de camionetas ligeras fabricadas están allí para demostrarlo.
Este artículo, completo
publicado en la revista Truck
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Número 97 - noviembre 2015
Joan Garriga
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