Por su parte la IRU, órgano de mayor representatividad a nivel internacional del transporte por carretera, ha realizado un informe y ha emitido una serie de recomendaciones preventivas, entre las que destaca la importancia de denunciar a las autoridades todos los casos para que se puedan identificar mejor zonas de inseguridad y prácticas de las bandas organizadas.

Los transportistas españoles son de los más afectados por esta problemática al ser Francia, lugar donde muchos de ellos realizan el descanso, una de las zonas en las que se llevan a cabo un mayor número de estos robos.

En un informe realizado por la IRU ha calculado por medio de una encuesta, que el robo, particularmente en grandes empresas, se eleva hasta los cinco mil litros al año por cada compañía. Esto ha servido de base para el cálculo de la cantidad de combustible que es sustraído en los países de la zona euro, que asciende hasta los 13,5 millones de litros de combustible robados al año.

El informe también refleja que entre el 80% y el 90% de sus asociados han sufrido robos de combustible más de una vez.