En un discurso en el que mezcló peticiones a la Administración con una profunda autocrítica, De la Roza esbozó la, según su criterio, mala situación por la que atraviesa el transporte, con la congelación de los precios por la acción de dominio que ejercen los cargadores y los “tenders, o los horarios y tiempos de carga y descarga. Una situación que ha llevado a la desaparición de 3.000 empresas en los primeros meses del año.

De la Roza apeló al espíritu del asociacionismo como clave para la supervivencia y crecimiento del sector, frente a las amenazas como las de nuevas tasas y peajes, como el de Etxegárate o La Rioja, la no consecución de los objetivos perseguidos por el Plan de Inspección, la competencia desleal de empresas buzón y falsas cooperativas, así como la inseguridad en las carreteras, donde se ha registrado un significativo aumento de los robos junto a la falta de zonas de descanso vigiladas,  que son algunos de los puntos calientes enumerados por el flamante presidente de las CETM.

Sobre la mesa de negociación con los cargadores, y frente a los que piden más beligerancia, e incluso el abandono de la ella, De la Roza respondió que la huida no es el camino y se mostró partidario de mantener las negociaciones, aunque apeló al control por parte de la Administración como garante de que los posibles acuerdos se cumplan.

Ya hay borrador del ROTT

Como positivo, De la Roza destacó el alumbramiento del borrador del ROTT, que podría publicarse en el BOE a comienzos del próximo año y entrar en vigor en julio. De él destacó el mantenimiento de la exigencia de los “tres vehículos” para el acceso al mercado, y la figura del gestor de la empresa, con un vínculo real con la empresa, así como el aumento de capacidad económica.

Para el presidente de la CETM, aunque aún queda mucho por hacer, este Reglamento pone sólidos cimientos para el desarrollo futuro del sector.

Europa

Ovidio de la Roza rechazó plenamente el acuerdo alcanzado por la llamada “Alianza de la Carretera”, dado el carácter proteccionista de los mismos, y lo que ello conlleva en cuanto a cargas administrativas y costes para las empresas transportistas españolas.

También se mostró contrario al reciente Paq uete Social del Transporte, ya que se olvida de la armonización a todos los niveles y que no permite la “vuelta a casa” de nuestros conductores.

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