Ante la inminente publicación del Real Decreto Ley que establezca las nuevas condiciones entre transportistas y cargadores, la mayor asociación empresarial de estos últimos, Aecoc, ha pedido reunirse urgentemente con la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana para manifestarle su total oposición el mismo.

En opinión de la patronal, las medidas pactadas con el Comité Nacional (CNTC) representan “una pérdida drástica de competitividad para las empresas y el conjunto de la economía”, refiriéndose especialmente a la cláusula de revisión del precio del combustible y la prohibición al conductor de realizar las labores de carga y descarga.

Aecoc manifiesta que tales medidas son de "muy difícil cumplimiento y van a generar tensiones innecesarias en el sector".

Ante ello, el Comité Nacional del Transporte por Carretera ha enviado a los medios una extensa nota en la que señala, entre otras cosas, la falta de acuerdo en las distintas mesas de negociación con los cargadores “para intentar resolver la problemática de deterioro empresarial que sufría el sector transporte de mercancías por carretera, por su permanente obsesión por mantener la posición de dominio de mercado de los cargadores sobre los transportistas, bajo la falsa premisa del pacto entre las partes, que en nuestro caso siempre ha consistido en que los clientes imponían sus condiciones a su antojo, aprovechándose de la escasa capacidad de negociación de las empresas de transporte, autónomos y pymes en su mayoría”.

El CNTC acusa a los cargadores de querer mantener su posición de dominio

El Comité denuncia la postura de Aecoc en su crítica al acuerdo suscrito por las asociaciones de transporte con el Ministerio de Transportes, acusando a los cargadores de ser los principales causante del deterioro de la profesión de transportistas por sus malas prácticas, “aprovechándose de esta posición de dominio, más contribuyen a envilecer las condiciones del mercado en beneficio propio”.

En este sentido, los representantes de los transportistas recuerdan el trato recibido por sus conductores durante el período de confinamiento, a los que se les prohibió el acceso a las instalaciones para cubrir sus necesidades higiénicas más básicas, aunque les seguían obligando a cargar y descargar los camiones o jugando a su conveniencia con los tiempos de espera, mientras presionaban al Gobierno para que aumentara la capacidad de carga de los camiones que es, desde hace años, su única y exclusiva preocupación.

Además, acusa a los cargadores de intentar boicotear las negociaciones con el Ministerio “con contactos directos en altas instancias de los distintos ministerios implicados”.

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