LAS CLAVES:

• En 2015 se exportaron al Reino Unido 4,3 millones de toneladas de mercancías y se importaron 1,84 millones (sólo por carretera).
• Reino Unido es el cuarto país destinatario de las exportaciones de España.
• Entre el 15 y el 20% de las exportaciones europeas van al Reino Unido.

Esa es la pregunta que se hace todo el mundo desde que el pasado 23 de junio se celebrara en el Reino Unido el referéndum propuesto por el Gobierno del conservador David Cameron para consultar a los ciudadanos si querían permanecer en la Unión Europea o si, por el contrario, querían salir. Durante el tiempo que duró el periodo de consulta, hubo campañas a favor y en contra y, aunque en todo momento parecía haber un empate entre el sí y el no, el día de la votación, el resultado se inclinó por el no. Por una estrecha ventaja (52% frente a 48%), los británicos dijeron sí a salir.
El mismo día de conocer el resultado oficial, varias fueron las consecuencias de tal decisión: la libra bajó en la cotización de divisas un 11% y se espera que el Banco de Inglaterra baje los tipos de interés de su divisa ante esta situación (al no pertenecer a la zona euro, el banco nacional tiene plena potestad para hacerlo, ventajas de no adherirse en su momento al euro).
Pasadas varias semanas de la celebración del referéndum y, en el momento de escribir este reportaje, pocas cosas han avanzado, aunque se ha producido una bastante importante: la dimisión del primer ministro, David Cameron, y el nombramiento de la primera ministra Theresa May, hasta ahora, ministra de Interior. Paradojas de la vida, May estaba a favor de seguir en la Unión Europea, pero, tras el resultado electoral, tendrá que liderar con su gabinete todo el proceso de secesión.

Consecuencias

Pero ¿cuáles pueden ser las consecuencias para el transporte internacional de mercancías? Por lo pronto, la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer) ha hecho un primer análisis de lo que supondrá para este sector y para la economía en general, por su fuerte vinculación.

“Ante todo, debe quedar claro que el resultado del referéndum no supondrá un cambio inmediato con relación al estatus de las relaciones transnacionales del Reino Unido con el resto de los Estados miembros de la Unión Europea, ya que su eventual salida de la Unión Europea se producirá a través del procedimiento regulado en el artículo 50 del Tratado de la Unión, en el que se prevé que las necesarias negociaciones se desarrollarán durante un plazo de hasta dos años, a contar desde la notificación, y que, además, puede ser prorrogado de mutuo acuerdo entre ambas partes”.

Por ello, una vez que el Reino Unido active (a día de hoy, todavía no lo ha hecho), el procedimiento de salida de la Unión Europea, se abrirá un plazo de negociaciones para crear el nuevo marco de relaciones del Reino Unido con la Unión Europea, que resultará de aplicación tras la salida efectiva.

Según Fenadismer, “desde el punto de vista del transporte por carretera, el abandono de la Unión Europea por parte del Reino Unido supone su salida del mercado único europeo, principal pilar de la Unión, dificultando el libre movimiento de personas y mercancías. Esto traería, como consecuencia, la derogación automática de la autorización de transporte europea (conocida como licencia comunitaria) que permite, hoy en día, hacer transportes de forma ilimitada entre España y Gran Bretaña, e incluso transportes de ámbito nacional por los transportistas en el país donde no tienen residencia (cabotaje), por lo que, a partir de la fecha de entrada en vigor, sería sustituido mediante un convenio bilateral por un nuevo régimen de autorización para permitir el tránsito de vehículos de transporte entre la Unión Europea y el Reino Unido”.

A día de hoy, el Reino Unido forma parte de la Unión Aduanera, que establece la eliminación de las fronteras entre los países miembros con relación al transporte de todas las mercancías, de modo que los derechos de aduanas a la importación y exportación están prohibidos entre los Estados miembros. “Esto supondría que, una vez que el Reino Unido abandonase la Unión Europea, se establecerían nuevos criterios aduaneros y arancelarios, tanto en la exportación como importación de mercancías, así como el restablecimiento de las fronteras de acceso entre ambos territorios”.

Respecto al impacto económico que para la flota de transporte supondría, según los datos oficiales, España exportó mercancía al Reino Unido más de 4,2 millones de toneladas por carretera, por un valor estimado de 18.231 millones de euros, e importó algo más de 2,5 millones de toneladas por valor de 12.584 millones de euros, por lo que nuestro país tiene un superávit en su balanza comercial con el mercado británico. A juicio de Fenadismer, “la reducción de las exportaciones afectaría, principalmente, a las empresas de transporte de productos agroalimentarios, automoción, productos farmacéuticos y mercancía en general”.

Otra asociación que ve con preocupación lo que pueda pasar a partir de ahora con la salida del Reino Unido del espacio comunitario es Froet, la Federación de Organizaciones Empresariales de Transporte de la Región de Murcia. Su secretario general, Manuel Pérezcarro, ha analizado lo que puede suponer para las empresas exportadoras en general, y del transporte en particular. En su opinión, “todo dependerá del acuerdo de salida con la Unión Europea y, para conocerlo, puede pasar bastante tiempo; en principio, dos años, que es lo que marca el Tratado, pero ya veremos. Francia es Partidaria de una salida rápida y Alemania considera que debe hacerse sin demasiadas prisas. En lo que parecen estar de acuerdo los Estados miembros es que la salida no debe implicar condición ventajosa alguna para Reino Unido. Si se van, se van con todas las consecuencias”.

Entre los asuntos que van a verse afectados, Pérezcarro coincide con Fenadismer en que ya no servirá la licencia comunitaria para entrar en el Reino Unido: “de este modo, volveremos al pasado, debiendo solicitar permisos bilaterales limitados que dependerán de los cupos negociados anualmente entre la Unión Europea y el Reino Unido. Las mercancías tendrán que pasar un control aduanero en origen y en destino, con el retraso que ello supondrá. Puede que los vehículos deban adaptarse a la normativa sobre pesos y dimensiones que impere en el Reino Unido, el conductor deberá ir con su pasaporte, que deberá controlarse tanto a la entrada como a la salida”.

Pero no sólo eso: “además, nuestras exportaciones pueden verse afectadas, porque todo indica que la libra esterlina mantendrá su depreciación frente al euro y, por tanto, el consumo de nuestros productos puede verse afectado”. Manuel Pérezcarro también cree que, ante esta nueva situación, “la Unión Europea debe reaccionar y poner en marcha urgentemente las reformas que se necesitan. Estamos viendo que no sólo es el Reino Unido quien deseaba salirse: en Francia hay movimientos de los partidos de la ultraderecha en este sentido, al igual que en Holanda. La Europa que necesitamos ya es una Europa federal, con un gobierno ágil, eliminando la inmensa y poco operativa burocracia existente, además de insultantemente cara. O se hace de manera rápida, o corremos el riesgo de que los nacionalismos y el populismo nos lleven a una Europa desunida con 50 años de retraso”.

No obstante, una de las asociaciones de transporte más afectadas por lo que pueda suceder a partir de ahora, Astic (por su especialidad internacional) ha querido hacer un llamamiento a la calma. También recuerda que el mercado británico (aunque no es el más importante en el marco de la Unión Europea, es relevante para el sector, ya que en 2015 se exportaron al Reino Unido unos 4,3 millones de toneladas por carretera y se importaron 1,8 millones de toneladas.

También han querido puntualizar que “el brexit es un proceso, no un evento. EL horizonte previsto para la salida formal del Reino Unido conllevará unos dos años (mínimo) de negociaciones a las que seguirán un periodo de implantación que, sin duda, será largo. El comercio, la industria y el turismo, principales segmentos de la economía, a los que el sector del transporte por carretera da servicio, no van a cambiar radicalmente ni a corto ni a medio plazo”.

En el caso de que se establezca una frontera en Calais (Francia), lo más previsible es que sea como en la que existe ahora mismo en Algeciras, entre Marruecos y Europa. Ramón Valdivia, director general de la asociación explica que “en términos sectoriales, sin ser lo deseable, tampoco representa una hecatombe. De hecho, Algeciras es el quinto puerto de Europa en tránsito de mercancías. De todos modos, hablamos de simples proyecciones, los procesos que pueden llevar a esa situación formarán parte del proceso de negociación”.

A su juicio, a partir de ahora se abre un periodo de atenta vigilancia en el que, además de demandar que los organismos de la Unión Europea informen sobre el proceso en plazo y transparencia, “las asociaciones sectoriales deberán hacer un exhaustivo seguimiento de los acontecimientos para que las empresas puedan ajustar sus estrategias a esta nueva realidad europea”.

Más efectos

Otras empresas con intereses en el mercado británico son los fabricantes de camiones y semirremolques. Schmitz Cargobull, por ejemplo, ha explicado que “en estos momentos, hay una gran incertidumbre, por lo que es difícil decir qué va a pasar. Estamos a la espera de acontecimientos. Lo que sí sabemos es que la salida de la Unión del Reino Unido se notará en el intercambio de mercancías y en el comercio exterior. En el mercado de semirremolques se prevé que también se produzcan cambios, pero no de forma rápida. Schmitz Cargobull continuará con su política comercial y estaremos a la espera de lo pase en los próximos meses” ha explicado Roland Klement, miembro del consejo de administración del carrocero alemán. Hace años, la empresa tuvo una planta de producción en Gran Bretaña, pero sus directivos decidieron cerrarla por motivos comerciales.

Otra multinacional alemana, ZF, fabricante de equipos para chasis y tecnología aplicada a la seguridad, sí tiene fábricas en el Reino Unido, donde trabajan unas 3.000 personas en un total de nueve puntos que el año pasado generaron 1.900 millones de euros de facturación al grupo. El jefe de comunicaciones financieras, Mirko Germann, ha señalado que “respetamos el voto a favor del Reino Unido de abandonar la Unión Europea, pero, a este respecto, no podemos hacer aún predicciones de cómo esto afectará a las decisiones de negocio de nuestra compañía”.

Los analistas que están dando las claves de qué pasará en los próximos meses o años se aventuran a decir que los más beneficiados de la salida de la Unión Europea del Reino Unido pueden ser Francia, Alemania, Bélgica, Irlanda y los Países Bajos, que estarían listos para arrebatar una mayor participación de las empresas y su respectivo comercio exterior. Ya se sabe lo que se dice, “a río revuelto, ganancia de pescadores”.

El coste del brexit a la Unión Europea

Las consecuencias de la salida del Reino Unido de la Unión Europea son aún impredecibles, pero Bruselas ya ha hecho los primeros cálculos. Para empezar, los ministros de Finanzas de la Eurozona creen que el impacto reduciría el crecimiento en el conjunto de la Unión Europea entre el 0,2 y el 0,5% del Producto Interior Bruto hasta 2017, y entre el 1 y el 5% en Reino Unido.
El presidente del Banco Central Europeo, Mario Dragui, ha informado de que la estimación de este organismo de la salida está valorada entre un 0,3 y un 0,5% del PIB en los próximos tres años.
Por su parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha rebajado sus previsiones de crecimiento económico del 1,6 al 1,4% en 2917 para la zona euro, teniendo en cuenta el impacto negativo del brexit. Para 2018, la rebaja es de una décima (del 1,7 al 1,6%).

Los tres posibles escenarios

La federación de transporte Fenadismer ha calculado las posibilidades que se abren con la salida del Reino Unido de la Unión Europea y lo que ello supondrá a las empresas de transporte que exportan productos españoles al mercado británico.

1. Modelo de integración del Reino Unido en el Espacio Económico Europeo (tal y como sucede en la actualidad con Islandia, Noruega o Liechtenstein), en el que el Reino Unido seguiría siendo parte de un mercado común con los países de la Unión Europea.
2. Modelo de relaciones con la Unión Europea basado en la firma de convenios bilaterales preferentes y casi equiparables, desde el punto de vista práctico, a la plena pertenencia al mercado interior de la Unión Europea.
3. Modelo basado en la pertenencia del Reino Unido a la Organización Mundial del Comercio (OMC) que supondría que, tal y como sucede con Estados Unidos, las relaciones del Reino Unido con la Unión se rigiesen por el marco general previsto en la propia organización, matizado por convenios bilaterales puntuales, en cuestiones que puedan resultar de interés para ambas partes.

Los efectos del brexit para España

Aparte de para el transporte, la salida de la Unión Europea del Reino Unido tiene consecuencias económicas y sociales. Son las siguientes:

• Turismo: el turismo británico en España representa el 21% (es decir, de cada 100 turistas que vienen a visitarnos, 21 son ingleses). En total, gastan unos 14.000 millones de euros al año.
• Balanza comercial: el 7% de las exportaciones de bienes españolas tiene Reino Unido como destino, que están valoradas en los 18.000 millones de euros, que generan un superávit comercial de 5.600 millones de euros, un 0,5% del PIB.
• Inversión extranjera: las inversiones extranjeras en España están en torno a 22.000 millones de euros anuales, de los que, aproximadamente, 1.300 millones de euros llegan del Reino Unido, el 0,12% del PIB.
• Mercado inmobiliario: los británicos son los extranjeros que más viviendas en comprar en España (son el 22% de los extranjeros, cerca del 3% del total de casas adquiridas en España en el primer trimestre del año).

Qué supondrá para el comercio británico

• Vuelta a los aranceles y precios más altos de los productos británicos.
• Más controles de calidad de las mercancías importadas.
• Pérdida de confianza del consumidor: el Reino Unido dejará de cumplir con la Ley del Consumidor de la Unión Europea.
• No aplicación de la legislación para las normas simplificadas del IVA.
• Tiempos más prolongados en aduanas y fronteras terrestres, marítimas y aéreas.

¿Francia y Holanda, los próximos?

Otra de las consecuencias que puede tener el brexit es que haya encendido la mecha “secesionista” y que otros Estados miembros también quieran optar por reclamar su salida de la Unión. Los primeros pasos los han dado dos países que llevan tiempo perteneciendo al espacio comunitario, como son Francia y Holanda.
Tanto uno como otro fueron socios fundadores de la Unión Europea, por lo que se adhirieron al Tratado de Roma. Junto a Alemania, Italia, Bélgica y Luxemburgo, Los seis deciden avanzar en la cooperación en los dominios económico, político y social. La meta era conseguir un “mercado común” que permitiese la libre circulación de personas, mercancías y de capitales. Pero los partidos de extrema derecha (Frente Nacional en Francia y PVV en Holanda) van a aprovechar el referéndum inglés para hacer lo mismo en sus respectivos territorios. Al menos, esa es la idea.
Foto REC5: Otros miembros de la Unión Europea también han mostrado su interés en dejar de pertenecer a la UE.

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Número 106 - septiembre 2016

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