El gas natural se está convirtiendo en la alternativa más plausible a los combustibles fósiles, según las investigaciones que están llevando a cabo los fabricantes de vehículos comerciales e industriales. Pese a que no es un combustible nuevo, ni son novedosos los motores adaptados a su uso, sí es ahora cuando se están viendo las posibilidades reales que ofrece su aplicación al transporte de mercancías.

Existen dos tipos de gas: el gas comprimido y el gas licuado. El primero tiene una proporción de 64 litros equivalente a 110 litros gasóleo, lo que da prueba de su rendimiento. Tiene una autonomía de 300 kilómetros, mientras que el gas licuado es más denso, por lo que cabe más cantidad. En un tanque de 264 litros, tiene para hacer 1.100 kilómetros sin repostar. Por eso, las aplicaciones más frecuentes de este tipo de vehículos son la recogida de residuos, tareas de distribución y larga distancia.

En cuanto a las potencias, los motores a gas natural se quedan por debajo de los diesel: el fabricante Scania ha lanzado tres motorizaciones de 270, 305 y 340 CV con tecnología Euro 6 y EEV, respectivamente. En el caso de la versión más potente, el motor tiene las mismas prestaciones que los diesel Euro 6.

La fuente de energía

Pero para que todo esto sea posible, es necesario que la industria energética provea de lo más importante: la materia prima. Según José Ramón Freire, director nacional de Gas Natural, el 96% de la energía que se consume en el mundo son productos derivados del petróleo. Para fomentar el uso de combustibles alternativos, es necesario, entre otras cosas, que existan puntos de repostaje en las principales vías de comunicación.

En palabras de Freire, “la industria gasística ha conseguido que en Europa se apoye la creación de corredores de transporte para que haya un surtidor de gas natural cada 400 kilómetros”.

Según el portavoz de Gas Natural, en España han centrado los esfuerzos por generalizar el uso de gas natural en el transporte en las flotas cautivas (recogida de residuos) y flotas de autobuses urbanos e interurbanos. “El gas natural vehicular es la mejor alternativa para mejorar el problema de la calidad del aire en las ciudades, en particular, de óxido de nitrógeno y partículas”.

Los usuarios

En todo lo que tiene que ver con las nuevas aplicaciones, lo que realmente importa es cómo se plasma en la vida real. Para ello, la jornada contó con la experiencia de dos flotas de transporte que ya utilizan gas natural en su trabajo diario: Transportes Monfort y Disfrimur.

La primera lleva cinco años probando las ventajas del gas para ciertas rutas y aseguran que existen ventajas sobre el diesel, aunque en los primeros cuatro años, “la experiencia fue complicada” explica su presidente, Manuel Monfort.

Desde 2008, Transportes Monfort ha estado probando tres tractoras movidas a gas natural.  “El uso del gas natural líquido tiene tres veces más autonomía que el comprimido, ya que con éste podemos hacer 1.000 kilómetros sin repostar. Además, se reduce la tara del vehículo por la configuración de los depósitos de almacenaje”.  Tras este uso, han comprobado que el ahorro de consumos ha sido del 20%, dependiendo de muchas variables pero, de momento, el problema más importante que ven es la falta de puntos de suministro: “Si hubiera más estaciones de servicio, podríamos poner toda la flota de gas natural”. Manuel Monfort explicó que, con dos depósitos instalados en el camión, tienen 800 kilómetros de autonomía y un consumo medio de 29 litros cada 100 kilómetros.

Pero ¿cuáles son los problemas que tiene el uso del gas natural? Monfort los describió así: "en primer lugar, el precio de los camiones, que tiene que bajar. En segundo lugar, más estaciones de servicio y, en tercer lugar, garantía por parte del fabricante del vehículo de que todas las reparaciones están incluidas en el contrato de mantenimiento”.

Otro flotista con experiencia en el tema es Disfrimur, con más de 500 vehículos dedicados al transporte internacional. Para su director general, “es necesario reducir la diferencia de precio entre un vehículo movido a diesel y otro a gas, aparte de construir más estaciones de servicio. También sería importante que la Administración mantenga en el tiempo la diferencia fiscal entre ambos combustibles”.

Los datos aportados por este transportista en el uso de vehículos movidos a gas natural fueron los siguientes: el coste adicional de un camión a gas es superior al 25%, el mantenimiento de un vehículo de estas características es un 30% más caro que uno convencional y su vida útil está entre los cinco y los ocho años, mientras que la amortización de la inversión se consigue en unos dos años.

Las ventajas del gas natural

• Emisiones CO2: -30%
• Emisiones de partículas: 0,00
• Ruido: -3 decibelios
• Coste combustible: -15/25%
• Mayor rendimiento

Rivas, ciudad sostenible

La jornada sobre gas natural vehicular tuvo lugar en el municipio madrileño de Rivas Vaciamadrid, una población cercana a la capital de 80.000 habitantes y que cuenta con varias particularidades: tiene la edad media más joven de España (32 años) y la mayor proporción de árboles en zona urbana del país. No obstante, entre sus características también pesa un hecho negativo: tener al lado el vertedero más grande de España y la mayor planta incineradora de residuos, en Valdemingómez. Eso hace que el municipio esté muy comprometido con el medio ambiente y el desarrollo sostenible.

Así lo explica Fausto Fernández, primer teniente de alcalde de Rivas Vaciamadrid y concejal del Área de Ciudad Sostenible. “Eso nos hace trabajar en la búsqueda de oportunidades de futuro y de crear nuestra propia energía para hacer un planeta más sostenible”.