Contacto: Volkswagen Amarok Canyon 2.0 TDI 4Motion permanente 8 Aut.

Volkswagen Amarok Canyon Pruebas de furgonetas

Pruebas Escrito por Saul Camero Martes, 12 Mayo 2015 00:00 tamaño de la fuente disminuir el tamaño de la fuente aumentar tamaño de la fuente 0

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Es la máxima expresión dentro de la gama Amarok. El Canyon seguro que no dejará indiferente a nadie, tanto por su rompedora imagen como por todo el “poder” que despliega una vez en marcha.

No se puede negar que el Amarok Canyon llama la atención allá por donde pasa. El exclusivo color de su carrocería, sus múltiples detalles exteriores, su equipamiento de auténtico lujo y todo lo que puede ofrecer desde el punto de vista dinámico, convierten a este pick-up en un auténtico 4x4 de referencia para los amantes de este tipo de vehículos.

Mucho que ofrecer

El Amarok Canyon se distingue por una combinación cromática muy atractiva. El naranja cobrizo del vehículo se fusiona con el negro de algunos de los complementos que monta, como los tubos de las estriberas o la barra de embellecimiento que enmarca la caja de carga. Una zona posterior (de 1,55 metros de largo por 1,62 metros de ancho) que aunque en nuestra unidad de pruebas estaba “desprotegida”, hay que decir que Volkswagen ofrece varias posibilidades de capota, además de una cubierta retráctil, también de color negro.

En la zona superior del techo se localiza un soporte con el logo “Amarok” en los laterales, que incluye cuatro faros adicionales que le dan al vehículo un aire todavía más “cautivador”.

Cabina del Amarok Canyon

Interiormente, el pick-up de Volkswagen también incluye una terminación especial que le distingue del resto de la serie. Y aquí también el color naranja es uno de los grandes protagonistas, que se utiliza para las costuras de los asientos de piel, del volante y de la palanca de cambio, así como para los biseles redondos de las salidas de aireación. Presidiendo todo ello, se encuentra el panel del tablero de instrumentos en cromo mate presidido por una pantalla táctil de 5” desde la que se puede controlar el navegador y visualizar la cámara de visión trasera que se ofrece como opción. Por lo demás, señalar que el equipamiento es de primer nivel en esta unidad (climatronic, airbags frontales y laterales, controles de tracción y estabilidad, bloqueo de diferencial trasero, etc.), mientras que la habitabilidad es la mejor posible para tratarse de un vehículo de sus características, no ya solo en la parte delantera, sino también en la trasera, en la que pueden viajar hasta tres adultos sin el menor problema gracias a un espacio para las piernas y una altura al techo más que generosos.

Una auténtica bestia

Nuestro Amarok Canyon montaba el motor biturbo 2.0 TDI de 180 CV y 420 Nm de par que asociaba el cambio automático DSG de doble embrague de 8 velocidades. Una cadena cinemática que se completa con la tracción permanente 4Motion, si bien también está disponible una propulsión conectable.

Amarok Canyon

Como quiera que se trata de una unidad especialmente configurada para llevar una conducción off-road, el Canyon calzaba neumáticos All Terrain (AT) de 245/70 R17, unas cubiertas que, sin embargo no son especialmente indicadas para conducir por carreteras de alta capacidad, en tanto que se ve penada la calidad de rodadura y el consumo.

Con todo, nuestro Amarok demuestró una enorme fuerza a los pocos metros de comenzar la marcha, un empuje que está muy presente en un amplio espectro de la banda de utilización y en el que tiene mucho que ver la rapidez del cambio DSG de doble embrague que, dependiendo de la necesidad, es capaz de subir dos e incluso tres marchas de forma inmediata.

En conducción 4x4 es cuando sacamos el máximo partido a este pick-up. Como comentábamos, la unidad con la que contábamos apostaba por la tracción integral con diferencial Torsen que la distribuye la fuerza de propulsión en proporción 40:60 entre el eje delantero y trasero, lo que garantiza un buen confort de marcha en todas las circunstancias posibles, incluso sobre el asfalto.

Amarok Canyon

Sobre pistas de tierra, el Amarok Canyon muestra una gran suficiencia, traccionando sin problemas incluso sobre el barro y pequeños obstáculos. Además, cuenta con bloqueo de diferencial trasero, conectable mediante un pulsador situado junto a la palanca del cambio, para cuando el terreno se vuelve más impracticable y roto. Así y todo, es capaz de superar rampas de hasta 45º de desnivel con total solvencia.

Adicionalmente, el Amarok dispone de la “función off-road”, por la que el control electrónico de estabilidad ESC, el bloqueo del diferencial electrónico EDS, el sistema antideslizamiento ASR y el ABS se adaptan a las condiciones del terreno. De tal forma, el propio ABS acorta la distancia de frenado en función de la naturaleza del firme. Por debajo de los 30 km/h, además de activarse dicha función, también lo hace el control de descenso, de forma que el sistema realiza intervenciones selectivas del freno manteniendo la velocidad constante.