Durante la celebración del I Observatorio del vehículo Industrial organizado por Faconauto en Motortec la pasada semana, Thomas Fabian, director de la Vehículos Comerciales en ACEA, abogó por el encarecimiento del diésel como via para la popularización del vehículo eléctrico en el transporte.

“Solo si el diésel es penalizado aumentará la posibilidad de utilizar más camiones eléctricos”, señaló Fabian.

En su intervención, el representante de la ACEA mostró los tres grandes bloques en los que trabaja la patronal automovilística con el objetivo de definir y liderar la neutralidad en las emisiones de  carbono, que son producir vehículos eficientes, contar con la suficiente infraestructura de recarga y conseguir políticas coherentes y posibles para la transición energética, aunque hizo hincapié en que los dos últimos puntos no depende de los fabricantes de vehículos, que sí han hecho los deberes.

Fabian solicitó acelerar la producción de combustibles no fósiles mientras se desarrollan suficientemente los motores eléctricos y la pila de combustible, que son, junto con el gas natural (GNL y GNC), las propuestas que maneja la ACEA para el transporte del futuro.

El representante de la ACEA se mostró muy crítico con la propuesta de la Comisión Europea “porque no se ajusta a las necesidades reales para descarbonizar el transporte. La transición de los vehículos actuales por aquellos eléctricos o de hidrógeno no va a ser tan fácil como estima la Comisión”, dijo.

Sobre la infraestructura de la red de recarga para los futuros camiones eléctricos, Fabian indicó que esta debe ser compatible con los tiempos de descanso de los conductores, estableciéndose área de aparcamiento seguras con puntos de recarga eficientes. Según Fabian, Europa necesitaría establecer 6 millones de puntos de recarga de cara al año 2050 cuando el transporte alcance la neutralidad en emisiones de carbono.

La opción de otros combustibles renovables

Por su parte, Dolores Cárdenas, asesora en diseño de producto en el área de Movilidad y Transición Energética de Repsol, defendió la utilización de los denominados renovables como una solución real y práctica que contribuye a la descarbonización del transporte por carretera.

Frente al futuro de los motores eléctricos Cárdenas señaló que los biocombustibles, además de que permiten reducir la huella de carbono hasta un 80%, frente a los combustibles tradicionales, además de ser compatibles con los actuales motores de combustión y la infraestructura de recarga.

Según la representante de Repsol en el foro de Faconauto, la capacidad actual de producción de biocombustibles representa el 50% de la energía necesaria, señalando que España ya va con retrase respecto a la producción de los biocombustibles, con solo dos plantas, frente al mayor volumen de países vecinos como Italia o Francia.

La clave para Repsol es sustituir los actuales combustibles fósiles por combustibles renovables representados por los e-fuels y el hidrógeno, otros de los pilares de la descarbonización,  aunque para Cárdenas, es importante considerar no sólo el CO2 producido durante la utilización sino también el emitido en las cadenas de producción. “Es importante tener la foto completa”, dijo.

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