Fabricar una furgoneta no resulta una tarea fácil. Es el resultado de varios procesos que tienen su inicio en el aprovisionamiento de componentes, continúa por el montaje en bruto y su paso por el taller de pintura, y concluye con el montaje final.
Son los benjamines de cada casa. Y aunque no todas las marcas apuestan por los derivados de turismo como tal, sí que suponen una buena opción para los profesionales cuyas pretensiones no van más allá de transportes muy localizados a pequeña escala.
Recientemente galardonada con el premio “Van of the Year 2008”, la Citroën Jumpy se ha hecho acreedora sobradamente a esta distinción, pues concentra todas las virtudes que se pide a un vehículo de sus características.
Para realizar trayectos interurbanos con el mayor volumen de carga posible de una manera ágil, nada mejor que optar por esta Crafter de 3,5 toneladas con el motor TDI de 164 CV de potencia.
Renault Trucks en el mercado de vehículos industriales también se hace extensible a sus comerciales, merced a una gama en la que no se echa de menos ninguna posibilidad dentro del nicho dedicado al pequeño y mediano reparto, sobresaliendo en este caso la nueva Master.
Con unas temperaturas que a veces alcanzaron los -25º C, un total de seis modelos de furgonetas que, o bien habían sido totalmente renovados, o habían registrado importantes mejoras, se aprestaron durante una semana a todo tipo de pruebas y al juicio de los especialistas.
Con la Scudo, Fiat mata dos pájaros de un tiro: por un lado, entra a formar parte del segmento de los comerciales medios en toda su extensión, merced a su ganancia en tamaño y capacidades porteadoras, y por otro, se convierte en una seria amenaza de modelos ya consolidados en este nicho gracias a una propuesta muy interesante.
El tunning no conoce límites y los fabricantes no quieren quedarse al margen ideando nuevos conceptos cada vez más sorprendentes.